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"Si la tabla de factores desapareciera, habría un solo precio para los afiliados a isapres"

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Esta semana el Gobierno anunció que desde el uno de abril del próximo año las isapres ya no podrán ofrecer planes de salud que incluyan algún tipo de discriminación por género. A través de una circular, se pone fin tablas de factores interminables y a diferencias de precio inauditos entre hombres y mujeres. Para el ministro Jaime Mañalich es de hecho el cambio más importante en el sistema en los últimos 15 años.

El titular de Salud, que ha entablado batallas para mejorar Fonasa, modernizar el Compin y bajar el costo de los medicamentos, recuerda que "tenemos alrededor de 40 años de historia de isapres, seguros privado de salud que fueron concebidos a usanza de los seguros de salud de la época en Estados Unidos y que eran prácticamente idénticos a los seguros generales. Cada vez ha sido más claro que esta forma de estructurar un seguro de salud, cuyo precio está vinculado al riesgo de la persona, produce muchos problemas".

Progresivamente, indica Mañalich, se han incorporado mecanismos de solidaridad en el sistema, que "culminan con la aprobación del proyecto de ley de reforma a las isapres que el Presidente Piñera envió al Parlamento hace ocho años y que desgraciadamente no se ha resuelto". El ministro afirma esa iniciativa podría aprobarse en los próximos meses y ayudaría a resolver algunos problemas de la salud privada. "Mientras no haya una nueva ley, la pregunta que nos hemos hecho es cómo abordamos, en la medida de lo que la ley nos permite, los problemas más graves que tiene el sistema isapre", comenta.

-Es el primer problema. En la lógica antigua, hay una edad en la mujer que llamamos un período fértil, en la cual puede tener embarazos. La atención del parto, embarazo y neonatología tienen costo, que era cargado a los planes de las mujeres. Pagaban por el solo hecho de ser madres, lo que, desde un punto de vista de equidad de género, desde el punto de vista moral, no tiene ninguna justificación. Es una discriminación realmente inaceptable. Lo que hizo el superintendente (Patricio Fernández) fue anunciar una homologación de los precios entre los planes de los hombres y de las mujeres. Quiere decir que un plan que tiene determinadas coberturas para un hombre, tiene que valer exactamente lo mismo para una mujer.

-Hay un segundo concepto: en la medida que uno envejece, está la posibilidad mucho mayor de tener enfermedades de alto costo. Este anuncio produce una solidaridad entre jóvenes y adultos mayores. Eso quiere decir que el precio de los planes de salud de la gente joven, que en general se enferma mucho menos, va a subir un poco, para que los planes de salud de los adultos mayores bajen un poco, y la diferencia de precio, que hoy es de siete veces, se reduce a 3,9 veces. No podemos por ley llegar más allá que eso, que es suprimir la tabla de factores. Si saliera la ley, la tabla de factores de la que estamos hablando desaparecería, habría un solo precio para toda persona afiliada al sistema de salud. Hay un tercer punto: antes teníamos en los planes de salud unas tablas de factores que tenían 18 tramos de edad y dos géneros, más cargas. Era una locura de 72 celdas diferentes que ahora se reducen a solo 14 y eso significa que los planes de salud son mucho más simples de entender, tienen menos letra chica.

-Si por "riesgo" entendemos algo que significa que la prima es más cara, efectivamente las isapres, hasta esta circular, consideran la maternidad como un asunto de riesgo.

-En adelante ese riesgo desaparece como factor de precio y no puede haber ninguna discriminación o diferencia de precio en un plan de salud por el hecho de que sea un hombre o una mujer el que lo toma. Se genera una solidaridad obvia, en el sentido que el plan de salud de los hombres va a subir un poquito para que el de las mujeres baje.

-Efectivamente, un plan de salud para una mujer en edad fértil, en promedio, gracias a la medida anunciada, va a bajar a la mitad. El gran costo de los planes de salud de las isapres tiene esta consecuencia en el mundo de los trabajadores dependientes: es mucho más frecuente que los hombres estén afiliados a las isapres y las mujeres estén afiliados a Fonasa. Esa es una injusticia que hay que corregir.

-Lo contempla en forma indirecta, porque obliga a los seguros a negociar mejores precios, precios más bajos, con las clínicas y con los médicos. En Chile el valor de la atención en salud es bastante alto comparado con otros países de América Latina y eso tiene que ver con que los seguros no tienen ningún estímulo para negociar mejores precios. En la medida que la ley de isapres diga "lo máximo que usted va a poder negociar es esto", eso implica una presión inmediata y la aseguradora tiene que decirles a las clínicas y médicos que tiene en convenio: "No voy a poder pagar más que esto, así es que sean más eficientes en producir, usen mejor los pabellones, estandaricen sus prácticas, porque esto de que usted me manda la cuenta y tengo que pagar todo lo que me piden, ya no va a ser posible".

-Sin ley, no es posible terminar con las preexistencias. El término de las preexistencias tiene un componente que es que hay que generar inmediatamente un fondo de compensación entre isapres. ¿Qué quiere decir esto? Voy a inventar: yo sufro de diabetes, estoy en la isapre A y la isapre A sabe que soy diabético. Quiero cambiarme a la isapre B y la isapre B me dice: haga una declaración de salud, donde tengo que decir que soy diabético. A consecuencia de eso, la isapre nueva me va a decir "no lo voy a recibir, porque usted, por el hecho de ser diabético, me va a costar más dinero". Por lo tanto, soy un cotizante cautivo de la primera isapre, no puedo moverme. Esto ocurre aproximadamente en el 45% de los beneficiaros de isapre. La ley lo que hace es: se acabó la declaración de salud, usted se puede cambiar a otra isapre, pero si tiene alguna enfermedad o condición que significa mayor costo, la isapre desde la que salió le tiene que traspasar dinero a la que usted llega. Es lo que ocurre en el AUGE. Por ley queremos generar esto para todo el sistema de salud.

-Hay una salida que no requiere ley y es llegar a un acuerdo con las isapres de terminar con las declaraciones de salud y crear este fondo de compensación entre isapres. Es un tema que está trabajando el superintendente para ver si es posible un acuerdo. Yo creo que es muy difícil.

-Hay poca disposición del mundo isapres.

ipc

En enero de 2020 se entregará el primer IPC de la Salud, "el aumento real de los valores, validado por el INE, que indicará cuánto deberían subir los planes", explica Mañalich.