Feriantes de Lota bajan las cortinas de negocios en medio del paro nacional
El 2019 será un año particular para los vendedores de la feria de Lota. Ayer, 12 de noviembre, los trabajadores bajaron sus cortinas y rompieron su tradicional lema: "La única abierta los 365 días del año". Así, todos sus locatarios se sumaron al paro nacional.
"Este año serán 364 días de atención, pero es por un beneficio mayor. Si la gente está bien, nosotros estaremos bien", afirmó Jessica Hernández en uno de los ingresos al tradicional comercio lotino. Más de 500 negocios funcionan en el lugar.
Desde temprano, los locatarios se reunieron en torno a un largo mesón en el que compartieron un desayuno. En paralelo, a pocas cuadras cientos de trabajadores y familias lotinas se preparaban desde temprano para participar de una masiva marcha, que reunió a más de tres mil personas.
La convocatoria a paro se sintió en la ex cuenca del carbón desde las primeras horas. Buses sin recorridos, algunos incluso con vidrios apedreados, bloqueos de caminos y trabajadores a la espera de una chance para trasladarse a otras comunas del Gran Concepción fueron parte del panorama.
Muchos no lo lograron, pese a la solidaridad de vehículos particulares. "Esperé media hora, pero no pasaron buses. Le escribí a la jefa, así que esperamos no tener problemas", contó resignado Rubén Carrillo.
A los bloqueos de caminos en la Ruta 160, se sumaron otras manifestaciones en Coronel y el ingreso a la provincia de Arauco. Pequeñas barricadas, que se extendieron por gran parte de la mañana fue uno de los métodos utilizados para protestar.
PROTESTA "EN FAMILIA"
En la feria de Lota todos se conocen, pero son pocos los espacios para compartir y conversar detenidamente entre los locatarios. Ayer fue distinto.
Emilio Jorquera, también conocido como "El Rey de la Cebolla", contó que tras el estallido social se unieron con el resto de los locatarios para evitar eventuales saqueos en la feria. De ahí, agregó, se han mantenido unidos y en ese contexto decidieron paralizar sus funciones para sumarse al paro nacional.
"Esto nos vino a unir mucho más. Con esto nos quisimos sumar a este momento histórico y aportar para conseguir mejores cosas para el país. Lo importante es que logremos cosas buenas para la gente", señaló.
Jessica Hernández indicó que como una forma de acompañarse y debatir en torno al actual panorama nacional y comunal determinaron reunirse temprano para ser parte de las manifestaciones.
"Una mesa sencilla, un pancito y un café nos han permitido mantenernos unidos y de una u otra forma hacernos parte de la movilización. Acá se está pidiendo dignidad para nuestras familias y también para las familias de nuestros clientes. Si ellos están mal, nosotros podríamos estar peor", declaró la vocera.
UNA LARGA ESPERA
María Gajardo llegó pasadas las 6.30 horas hasta el cruce de Polvorín, en la entrada norte a Lota. Ahí esperó con paciencia un bus para viajar a San Pedro de la Paz. "Me comuniqué con una colega que vive cerca, para ver si nos vamos juntas. De una u otra forma tenemos que llegar, porque no sabemos si nos van a entender en el trabajo", señaló.
Luego de algunos minutos, la trabajadora y su compañera abordaron un bus, pero con la incertidumbre de llegar a destino. Los conductores, a viva voz, advirtieron que el viaje llegaría hasta donde más se pudiera.
Pese a que no estaba confirmado, los buses del transporte entre Lota, Coronel y Concepción paralizaron actividades. Los eventuales daños por piedras fue uno de los principales temores de la jornada.
Las manifestaciones se concentraron durante gran parte de la jornada en la Ruta 160, en el límite de las comunas de Lota y Coronel, donde se observó un contingente menor de Carabineros resguardando las comunas.