Secciones

Músico local decidió presentar un adelanto de su obra más ambiciosa

E-mail Compartir

Una obra ambiciosa, dividida en cuatro partes y que su autor define como conceptual y onírica, es "Fiata montefango" del penquista Mathias Encina.

El compositor y músico aclara que, efectivamente, el título no implica traducción alguna, porque "no es literal sino que viene de un sueño. O sea, es como la traducción de éste", señala Encina de 35 años, y quien hace seis está enfocado totalmente en el piano.

Con estudios de guitarra y piano en la Corporación Sinfónica de Concepción, además de producción musical en la U. Vicente Pérez Rosales (2004-2005), desde 2010 Encina está dedicado a la producción de evento en Concepción, faceta que comparte con la interpretación y composición.

En este contexto, suma una producción discográfica, "Fénix" (2015), compuesta de siete cortes originales para piano y orquesta.

A ésta se suma "Fiata montefango", cuyo concepto está armado con 19 temas y una duración de 85 minutos. Es ésta la que estaba programada estrenar (ayer) en la Sala Principal del Teatro Biobío, y que dada la contingencia nacional y local debió reagendarse en una fecha aún sin determinar.

"Todavía no hay fecha, lo cual va a depender de la disponibilidad del Teatro", confirma el artista, cuya obra también consideraba una función para colegios. Para el concierto abierto se habían vendido 550 entradas, cuyo importe se está regresando vía la ticketera (dudas en la boletería del espacio, una vez se retomen actividades).

TODA UNA HISTORIA

"Fiata montefango" se enfoca en Clex, un niño de edad y físico en tránsito, que pasa por diferentes procesos. "Es una historia de bastantes altos y bajos, planteada de una manera fantástica, desde otro espacio imaginado", cuenta Encina, para cuya puesta en escena cuenta con un soporte de una banda (seis integrantes), una orquesta (12) y coro (ocho). Se suma un staff de artistas circences, teatro y danza (14), y un equipo de producción -desde vestuario a diseño de iluminación- que completa las 56 personas involucradas en el proyecto, cuya preparación y ajuste viene desde mediados del año pasado.

Con ritmos y sonidos que van desde el rock progresivo a la milonga, siempre con el piano en el centro, la obra busca empatizar con la gente de una manera íntima. "Que las personas puedan sentir y asumir esta propuesta como suya. En el fondo, que la interpreten como lo deseen, buscando sanidad para llegar niveles vibracionales altos", comenta el autor.

- De hecho la obra busca entregar un mensaje de templanza, amor y de mucha inspiración a través de la música. No sólo quedarse en la calma, sino que vibrar y moverse. Es el objetivo final, pasar por todos los pasajes que se pueden contemplar y llegar a un momento de vivir la vida que deseo.

- Claro por eso pasa por varios personajes y roles. Desde ser una marioneta hasta ser una mujer. Por lo mismo, ésta es una historia que no está encasillada en un género musical, por el contrario no tenemos márgenes ni limites para hacer la música y expresarla, a través de expresiones como la danza, el teatro o el circo. A eso se suma una iluminación muy acorde al texto y relato de la obra.

UN ADELANTO

Como una forma de compartir una parte de "Fiata montefango" con el público local, es que Mathias Encina realizará este sábado -22 horas- un mini concierto desde el balcón de su departamento ubicado en calle Salas, entre Chacabuco y Víctor Lamas.

"Será una especie de intervención de una media hora, acompañado con una orquesta de cuatro músicos y una iluminación especial pensada en la ocasión", anota sobre un montaje cuya extensión total transita por cuatro partes: "Stramyok", "Fénix", "Rapsodia" y "Fiata montefango".

El pianista adelanta que luego la idea es girar por ciudades del país, entre ellas Santiago, donde tiene dos shows en noviembre.

Músicos de jazz llevaron su arte y alegría a la calle

E-mail Compartir

Cerca de una hora de música y alegría fue lo que seis músicos ofrecieron ayer en la Plaza Independencia de Concepción.

Es así que algunos integrantes de Los Temibles Sandovales, Cerro Alegre Hot Club y músicos amantes del jazz manouche o jazz gitano, se autoconvocaron. Ello, para dar un valor agregado a una nueva jornada de manifestaciones en el centro penquista,

"La música va antes de las palabras y es interpretar, a través de sonidos. Es algo más puro y menos intervenido. Creo que este mensaje es un poco más limpio que cualquier mensaje de violencia o protesta, más allá de todas las palabras inventadas por el gobierno y que están caladas en nuestra mente", afirmó Camilo Morales, violinista a integrante de Los Temibles Sandovales.

De acuerdo al músico, se juntaron como colectivo, para "mostrar lo que hacemos a la gente y a poner, en el lugar de los hechos, un poco de armonía. Creo que la música ha cumplido un rol fundamental en las marchas y el arte. Como la manifestación de los paraguas, transforman la experiencia de odio en algo bueno".