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Desafío docente: enseñar desde las emociones

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Vivimos un cambio de paradigma a nivel educativo. La frase que decía "la letra con sangre entra", quedó en el pasado y hoy las nuevas generaciones requieren que los profesores puedan, ante todo, enfocarse en las emociones y mirarles como personas antes que como estudiantes.

Esto resulta fundamental para los niños y jóvenes de hoy, ya que la débil inteligencia emocional que presentan ha generado que no tengan herramientas emocionales para enfrentar el aprendizaje y por lo mismo que se desmotiven rápidamente en términos educacionales. A los estudiantes de hoy les cuesta encontrar el sentido y la lógica de aprender, y la imposición de contenidos les resulta aburrida. Eso es porque los métodos aún están basadas pensadas en grupos del siglo pasado, y no en generaciones contemporáneas que presentan otros intereses.

¿Cómo lograrlo? Las nuevas tendencias hablan del Diseño Universal de Aprendizaje, donde cada profesor debe ser capaz de captar la atención de todos sus estudiantes, abarcando las diferentes formas de aprendizaje que tengan. Hay estudiantes que son más reposados y reflexivos; tros que requieren movimiento y juego; y algunos necesitan conversar y analizar con otros compañeros para aprender. Dentro de la hora de clases deben estar presentes todos esos momentos para atender a las necesidades educativas existentes dentro del aula, pues no todos aprenden de la misma manera y no porque tengan dificultades para aprender, sino porque todas las personas somos mundos distintos.

Tal como dice Humberto Maturana, no es que los estudiantes tengan problemas de aprendizaje, sino que no logran una conexión emotiva con los contenidos y por eso no aprenden. Por tanto, primero el docente debe conectar emocionalmente con lo que quiere su estudiante y a partir de ello generar el mejor clima para el aprendizaje. Así, el análisis de cada docente sobre sus clases también es necesario, en base a ejercicios tan simples como preguntarles: ¿Qué les ha parecido la clase y qué mejorarían de ella?, y a partir de ello aplicar creatividad e innovación educativa.

Cuando una persona aprende, se provoca un conflicto y equilibrio cognitivo, que es el fin máximo de un educador.

profesora y dir. carreras área Educación IP-CFT

Santo Tomás Concepción

Inician trabajo para crear un colegio que agrupe a geofísicos

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Los primeros, pero muy relevantes pasos para formar un Colegio de Geofísicos o un organismo similar que agrupe a estos profesionales de todo Chile es el que realizaron hace poco cerca de 30 expertos y estudiantes de los últimos de la carrera de la Universidad de Concepción (UdeC).

Se trató de la primera reunión de trabajo por esta meta, una idea liderada por el geofísico Piero Mardones luego de ser parte de la primera reunión de ex alumnos de Geofísica UdeC que tuvo lugar a fines del mes de septiembre.

Entre los tópicos que se evidenciaron en dicha ocasión y que se presentaron como planteamientos de cara a la conformación un gremio profesional que los reúna, están una mayor y mejor empleabilidad y el mayor acceso a entregar opiniones, conocimiento y respuestas a la sociedad cuando ésta la requiera.

BIEN RECIBIDA

Por ello la inquietud de Mardones fue bien recibida entre los académicos, investigadores y alumnos y ex alumnos de la UdeC, y se espera poder invitar a geofísicos y geofísicas de la Universidad de Chile a ser parte de la construcción de ideales y del organismo.

Respecto a lo que se hizo concretamente en la reunión, lo primero en lo se trabajó fue un diagnóstico de la situación actual de la disciplina y sus profesionales, y se avanzó en la definición de una misión y visión de una futura planificación del colegio.

También se formaron comisiones y tareas para crear estatutos, entre otras variadas acciones que les permitan alcanzar el objetivo.

Perfil genético puede estar asociado a las conductas frente a la alimentación

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Al comer o, mejor dicho, elegir qué ingerir, muchos factores interfieren. Desde el hambre como expresión de la necesidad fisiológica de alimentarse hasta la búsqueda de una sensación de placer, el acceso a un producto e incluso cuestiones socio-culturales, son elementos influyentes. Así, muchas veces se busca saciar sin tener apetito o se mantiene una dieta y hábitos que pueden ser determinantes en el estado de salud, exacerbando el riesgo de sobrepeso y obesidad, por ejemplo.

Y también hay un componente genético relacionado con la conducta alimentaria, con el que se nace y se debe convivir. Motivada por este fenómeno biológico, la doctora Ana María Obregón, Ph. D. en Nutrición y Alimentos, y magíster en Ciencias Biológicas mención Nutrición decidió desarrollar un estudio que fue posible tras adjudicarse en 2018 un proyecto Conicyt denominado "Red de Cooperación Internacional para la Investigación de la Conducta Alimentaria en Chile", cuya reunión cúlmine fue el "Seminario Internacional de Conducta Alimentaria". El evento se desarrolló la semana pasada en la Universidad San Sebastián sede Concepción, donde se desempeña la nutricionista e investigadora.

ESTUDIO Y HALLAZGOS

Entre los diversos tópicos que expuso Obregón durante la jornada presentó "Conducta Alimentaria Obesogénica", dando a conocer resultados de un estudio que realizó a través de un Fondecyt de Iniciación, durante tres años.

El proyecto se enfocó en las diversidades genéticas y su relación con ciertas hormonas para vincularse luego con dimensiones de las conductas de alimentación en niños chilenos. Al respecto, la doctora Obregón cuenta que se analizó a una población infantil femenina y masculina de Concepción para indagar en los sistemas reguladores de la ingesta de alimentos, que se da a través de las hormonas leptina y melanocortina, y del sistema dopamigénico, y en la influencia genética en la conducta.

Para ello se basó en los genes DRD2, MC4R y FTO debido a los conocimientos que existen sobre estas variantes genéticas, como que "el FTO es un gen determinante, y aparece siempre en los estudios asociado a obesidad", apunta. Desde allí, explica que este gen es una variante muy frecuente en individuos chilenos y que quienes lo presentan "cuentan con tres kilos más que individuos similares que no lo portan".

Por otro lado, advierte que el gen DRD2 es receptor de la dopamina (neurotransmisor relacionado con la expresión de las emociones) y se ha visto que quienes tienen esa variante genética también presentan predisposición al alcoholismo, consumo de drogas y tabaquismo.

Otro de los saberes que se vinculan con el estudio es que la investigadora afirma que "comer es una actividad reforzadora, el obeso busca comida más reforzadora que individuos de peso normal".

Así, la doctora Obregón detalla que para el estudio, niños y niñas participaron en un protocolo de conducta alimentaria para evaluar el valor reforzador del alimento y el comportamiento frente a ello, especialmente al comer en ausencia de hambre. Añade que también se realizaron mediciones subjetivas de apetito y de factores antropométricos como peso y talla, entre otros. Tras un desayuno estándar se realizó una serie de acciones para medir el valor reforzador del alimento y el "test de comer en ausencia de hambre".

Sobre los resultados, en términos generales, Obregón destaca que en quienes presentan el gen FTO se vio que "tienen más respuesta a los alimentos, más sobreingesta emocional, más disfrute de los alimentos y menos respuesta a la saciedad y a la lentitud al comer".

Agrega que en los que presentan el gen MC4R se evidenció una "mayor respuesta a los alimentos, menor respuesta a la saciedad y mayor sobreingesta sin control". Al respecto, aclara que "esta variante ha sido determinada en otros estudios sobre obesidad y también de conductas de alimentación, por lo que más bien efectuamos una réplica".

Y es por estos hallazgos en la muestra estudiada a nivel local, que la doctora Obregón concluye que "podemos determinar que en algunos casos el perfil genético está asociado con un determinado comportamiento".