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Proyecto de ajedrez educativo favorece rendimiento y habilidades blandas

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Mientras era estudiante secundario, Joan Manuel Gatica comenzó a jugar ajedrez; deporte que, sin saber en ese momento, dejó huellas que determinaron su futuro trabajo en el ámbito de la educación. Es que decidió estudiar Pedagogía en Historia y Geografía, y mientras se formaba continuó como ajedrecista y también comenzó a notar que tenía una gran capacidad de concentración o de recordar información, lo que lo llevó a indagar y hallar múltiples estudios sobre los beneficios para la cognición de practicar ajedrez y experiencias en otras naciones de su uso en lo escolar.

"Eso me dejó la inquietud de hacer algo en mi ejercicio profesional", recuerda, y tras especializarse en gestión estratégica escolar y dedicar su carrera a la dirección de escuelas, sus ganas se transformaron en un proyecto de ajedrez educativo que comenzó como un taller extracurricular en el Colegio Aurora de Chile Sur de Chiguayante, el segundo establecimiento que dirigió, y que hoy está incorporado como una asignatura para estudiantes de prekínder a sexto básico en la Escuela Penco, establecimiento municipal que dirige hace dos años y medio. Lo mismo sucedió antes en el Colegio Gran Bretaña (Hualpén), donde fue director por tres años.

Esto le enorgullece, primero por la aceptación de la iniciativa que ideó y considera una innovación pedagógica que muchos miraron con escepticismo al comienzo, pero también por su evolución como proyecto, el aumento en el alcance a estudiantes, y sobre todo por los positivos resultados ya evidenciados y los palpables a futuro en los niños y jóvenes en relación a los impactos y aprendizajes que la práctica de ajedrez reporta en las competencias socio-cognitivas y que se transfieren, de forma inconsciente, a otros ámbitos como el estudio y la vida misma, sostiene Joan Manuel Gatica.

BENEFICIOS Y RESULTADOS

Comenta que la evidencia respalda que el juego en este tablero de 64 casillas y 32 piezas móviles "fortalece las capacidades de concentración, calcular, contrastar situaciones y el pensamiento estratégico. Esto, porque si mueves una pieza afecta el conjunto del tablero y lo que hagas en un momento va a determinar lo que pase en 5, 10 o 20 jugadas más, y probablemente va a definir el juego", afirma.

Añade que mejora "la capacidad de atención y memoria, la autorregulación, el autocontrol y el autoconocimiento en relación a las fortalezas y debilidades, y también de conocer las virtudes de otros. Es un juego que está lleno de normas, no se puede hacer trampa y el componente azar es mínimo, pues es pura estrategia y el jugador es responsable al 100% de los aciertos y errores. Entonces, el ajedrez es un juego de decisiones permanente y si me equivoco debo planear otra estrategia para no volver lo a hacer".

"Esas condiciones y aprendizajes no las puede desarrollar ninguna asignatura del plan curricular", recalca el experto.

En efecto, Joan Manuel Gatica menciona que los escolares que participan del ajedrez educativo expresan que sienten que se concentran más y ponen más atención en el aula, y que han mejorado sus hábitos de estudio. Esto es respaldadas por los profesores y familias.

Agrega que "hemos visto que el ajedrez mejora las relaciones y resoluciones de conflictos e incluso los ha disminuido en las escuelas donde se ha aplicado", lo que se explica porque es muy solemne, al inicio y fin de una partida se da la mano al rival, y porque hay una propia responsabilidad en las decisiones que determinan al juego.

Sobre mediciones formales, manifiesta que "los cursos que han pasado más tiempo en el ajedrez educativo han mostrado 17% de mejora en matemática, especialmente las niñas. Además, en el último Simce de Lenguaje de cuarto básico, la Escuela Penco subió 28 puntos, obteniendo el puntaje más alto en 20 años y eran niños con dos años de ajedrez en el cuerpo".

No deja mencionar que el proyecto se soporta en la gamificación en la sala de clases, por lo que a los beneficios del ajedrez se añaden los de esta práctica que busca generar aprendizajes desde lo lúdico y que entre sus múltiples impactos contribuye a la mayor motivación. Lo mismo se da por la concepción del proyecto, que aunque se imparte en la jornada regular como asignatura no tiene calificaciones ni algún tipo de sanción, sino que sólo busca brindar un espacio innovador de aprendizaje que favorezca el rendimiento y fortalezca habilidades que a los escolares le servirán para su vida presente y futura.

Desde lo anterior, Gatica comenta que tienen la idea de poder hacer alguna investigación o artículo científico sobre la innovación pedagógica, para contar con más evidencia que permita compartir la experiencia en actividades como congresos e incluso que eventualmente sea replicada.