Familia pide que amplíen rango de búsqueda de joven extraviado
A 14 días de la desaparición de Jeremy Salazar Rocha, de 15 años, su familia solicitó que se amplíe el rango de búsqueda en Chiguayante y distintos sectores del río Biobío. Esa comuna fue el último punto donde fue visto el joven el pasado 30 de septiembre.
Gísela Salomé Rocha, hermana mayor de Jeremy, relató que han sido días complejos, pues a la fecha las pistas son casi nulas y las dudas son infinitas. "En algún momento nos dijeron que estaba detenido. Recorrimos el CIP-CRC de Coronel (ex Cereco), visitamos hospitales y morgues. Al final no encontramos nada. Tres días después presentamos la denuncia en la PDI, porque nos dijeron que todo sería más rápido", explicó.
Durante el fin de semana, amigos y familiares protagonizaron una marcha por el centro de Chiguayante. La idea, contó Gísela, fue sensibilizar a la comunidad para que entregue información sobre el paradero de su hermano.
Según indicaron desde la PDI, el caso se encuentra en manos de la Brigada de Homicidios. La denuncia, señalaron, fue ingresada el 4 de octubre y a la fecha se han decretado diversas diligencias, las que no fueron precisadas.
ESPERAN UNA RESPUESTA
Durante gran parte de su vida, Gísela y su hermano Jeremy vivieron en la población Villa Futuro de Chiguayante. Sin embargo, hace dos años decidieron salir del lugar. "En 2017 decidimos salir de ahí y venirnos a San Pedro de la Paz para que Jeremy no se contaminara de las malas juntas. Queríamos una vida distinta", contó la hermana.
El joven extraviado actualmente rendía exámenes libres en una fundación educacional sampedrina. La enseñanza básica era la primera meta. A pesar de las bajas calificaciones, había esfuerzo, dijo Gísela Rocha.
"Ese día lunes me dijo que iría a ver a un amigo a Chiguayante, Lo que más le pedí es que no volviera tarde, porque al día siguiente yo estaba de cumpleaños. Él me prometió que no demoraría y que estaría ahí, pero no volvió", recordó.
La familiar en un primer momento pensó que Jeremy dejaría la casa, que quizás no quería regresar. No obstante, el paso de los días la ha llevado a pensar en otro tipo de situaciones. "Hemos pensado que está secuestrado, que alguien lo tiene y que le están haciendo cosas", afirmó.
Gísela agregó que "días después un amigo nos contó que Jeremy se iba a juntar con una niña a la que le iba a pedir pololeo. Esa fue la última pista que tuvimos".
El último día que fue visto el joven -que es de estatura media y ojos color azul- vestía una chaqueta de color azul, pantalones azules, jockey café y zapatillas de ese mismo color.
"Queremos que equipos especialistas busquen en el río, en las ramas de la orilla, en los cerros si es necesario. La idea es que vayan donde nosotros no podemos llegar. Todo el tiempo que pase sin hacer nada es tiempo perdido y nosotros queremos encontrarlo", indicó la hermana de Jeremy.