Mientras camina, le tiran piropos y elogios. Hace oídos sordos y luego exclama: "No tienen que salir del complejo. Es parte del trato". Los alumnos le hacen caso y se sientan.
Es la nueva escuela. Menos rigidez y más confianza con el estudiante, pero también dejando en claro que es profesor. A simple vista se evidencia que hay un buen ambiente en el Liceo Almirante Pedro Espina Ritchie de Talcahuano. La relación académico y alumno es admirable.
"Como soy profesor joven, paso a ser un hermano mayor para ellos y tenemos una confianza rica, que es al final lo que me mantiene trabajando en el liceo", comenta Juan Pablo Aguilera, profesor de educación física y que también imparte clases de la rama de tenis en el establecimiento.
"Mis alumnos me miran y se dan cuenta que todos los sueños son posibles, a pesar de estar en un liceo municipal. Al contrario, nos esforzamos el triple para lograrlo", destaca Aguilera, quien egresó del liceo porteño y que hoy, además de trabajar como docente, tiene su academia de tenis en el Complejo Deportivo Enap y es director de la categoría menores de la Federación de Tenis de Chile.
En ese sentido, el profesor de 27 años manifestó que "la educación física es un lado de vocación. Fue lo que estudié y lo que elegí para mi carrera. En el liceo hay un proyecto en el que llevo cuatro años trabajando, donde hago aula en la mañana y en la tarde hago clases de tenis".
Si en sus inicios el taller de tenis era dirigido a 15 alumnos del liceo, hoy son cerca de 70 menores que son instruidos por Aguilera. "Hay casos destacados como el de Mori Sáez, quien cursa cuarto medio y está dentro de los mejores 15 tenistas a nivel nacional", puntualiza el entrenador ITF.
Es así como el Liceo Almirante Pedro Espina Ritchie, poco a poco, se va transformando en un establecimiento referente del tenis en la Región. "Un liceo que te da la posibilidad de estudiar, entrenar y viajar es único en Chile", destaca.
"En la Región estamos posicionados como el mejor liceo a nivel competitivo. Nosotros nos medimos contra el Colegio Alemán, Saint John's y Almondale. Siempre les ganamos en las clasificatorias para los Nacionales", agregó.
En cuanto a los últimos colegios mencionados hay una diferencia socioeconómica abismal. Sin embargo, para Aguilera aquello es un lindo desafío: "Siempre está esa segregación económica que a la larga te marca diferencias, pero para los chicos es un gran desafío. Les gusta competir contra colegios particulares. Ellos buscan la competencia de ese nivel y es donde nosotros apuntamos".
CARRERA EN ASCENSO
Con apenas 27 años, y con pasado como tenista juvenil, Juan Pablo Aguilera asoma como el recambio dirigencial en la Federación de Tenis de Chile. Hace un año, y con la llegada a la presidencia de Sergio Elías, el porteño asumió el cargo de director de la categoría de menores de la entidad.
"Tomamos la Federación con cerca de 400 niños y en la actualidad tenemos 800. Abrimos, además, un circuito escolar que ahora tiene mil niños jugando en el país. Tomamos, también, una selección Sub-16 que estaba décima al nivel sudamericano y que hoy está cuarta", enfatiza Aguilera, quien viaja a la Región Metropolitana cada tres semanas para cumplir sus funciones en terreno.
staff
Por si fuera poco, Juan Pablo tiene su propia academia de tenis en el Complejo Deportivo Enap. Una escuela que fue creada hace un año y que al día de hoy cuenta con 20 alumnos entre 5 y 17 años.
"El objetivo principal es competir a nivel nacional y que ellos, el día de mañana, sean tenistas. Los muchachos cuentan con psicólogo, kinesiólogo, profesor en cancha y participación en campeonatos".
"Uno siempre tiene sueños en la vida. Cuando entré a estudiar a esta carrera, que me encantó desde chico ya que siempre entrené tenis, mi visión era llegar algún día a la Federación y tener mi academia. Se ha dado todo muy rápido. Habla del sacrificio que hemos tenido varias personas para estar donde estamos y al final, se trata de dar oportunidades", sentenció Aguilera, con una sonrisa en su rostro.