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Medio Hermano libera su tercera producción

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Las letras de sus temas sintonizan bien con el nombre de la banda, Medio Hermano. Conllevan esa nostálgica luz del cotidiano de una generación que busca estar bien. Que desea estar mejor, considerando las dualidades del día a día. Y noches, también.

Todas situaciones observadas (y planteadas) desde una base rítmica de cuerdas, voces, melodías y tempos, además de una lírica directa y simple, que hacen detener al escucha frente a situaciones de los 20 y tantos.

Integrado por dos penquistas con alcance de apellidos, Ricardo (bajo) y Luis Herrera (teclados), un angelino (Juan Fernando Rubilar en voz) y Cristóbal Soto, baterista oriundo de Talca; el cuarteto lanza hoy su segundo disco, "XO", desde ya disponible en todas las plataformas digitales.

"Lucha libre -trabajo editado en 2016- hablaba del rumbo que toman las cosas cuando uno está en la primera mitad de los veinte. XO es la segunda mitad. Uno va cachando que el mundo vale mierda y hay que encontrar el camino para resolverlo o soportarlo", resume Rubilar, compositor de la agrupación radicada en Santiago desde 2014, y que hoy es parte del sello Beat Discos.

ESTAR MÁS GRANDES

Algo de aquella mirada, cuando "los años pasan increíblemente rápido", queda expresada en "Solitario spider", único single que apunta a la sensación de agobio, que "no le teme al humor ni a la realidad en sus formatos más crueles y tiernos".

Letras que ahora, señala el cantante, dan espacio al protagonismo del sintetizador en esta nueva experiencia. "Este disco incluye elementos electrónicos que antes no eran parte de nuestra paleta sonora. Efectivamente, en 'Lucha libre' abundaban los solos y capas de guitarra. Pero ahora dicho instrumento pasa a cumplir un rol más funcional que protagónico", ilustran en la banda, atribuyéndole la suma al encargado de producción, Martín Pérez Roa (Merci Merci).

La colaboración, explican, es para extender su relato para construir un disco multifacético, que "sabe de reconocerse en los contrastes de la adultez".

"XO" estará disponible desde hoy digitalmente, sumando shows en distintos lugares del centro sur del país.

Pía Aldana invita al público a introducirse en sus dioramas

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Una década de arte, creación y dioramas. Tres palabras que en el universo de Pía Aldana se tornan en acción. Una propuesta que esta penquista viene construyendo desde 2009, cuando levantó sus primeros cuerpos de obra con "Relatos de habitación: espacios de coleccionismo y memoria", tal como fue el nombre de su tesis y que expuso en la Pinacoteca UdeC.

Desde aquella primera experiencia expositiva, la artista suma más de 40, donde ha puesto en vitrina cerca de 200 dioramas.

En esta línea Aldana presenta ahora "La memoria de los umbrales", en la sala Museo sin Muros, del Museo Nacional de Bellas Artes, ubica en el mall Plaza Trébol.

La exposición, que estará abierta en el centro comercial hasta el 10 de noviembre, contempla 10 dioramas miniaturas, 80 placas Petri (se usan para observación científica), las que en su interior albergan fragmentos como ornamentos arquitectónicos o plantas.

Se suma un conjunto de audios capturados, editados y masterizados por el escritor y músico local Alex Vigore.

"Mis obras se suscitan a partir de reflexiones e investigaciones sobre el coleccionismo doméstico, y los aspectos etnográficos, museales, rituales, patrimoniales, memoriales y ficcionales intrínsecos a la práctica o acto de coleccionar", comenta la artista licenciada en Artes Plásticas Mención grabado (2003 a 2008).

EL COLECCIONAR

La artista señala que su interés está en rescatar/abordar los valores simbólicos que se establecen entre el coleccionista y su colección. "Conceptualmente lo denomino 'relicarización secular'. Es decir, buscar un objeto, encontrarlo, asignarle un lugar dentro de la colección, poseerlo y atesorarlo", comenta quien hace alguna referencia a Walter Benjamin, quien abordó el coleccionismo desde un punto de vista teórico.

Pero lo de Aldana no es atesorar por un valor material, sino por lo que "simboliza, para quien colecciona". De alguna manera, a partir del objeto, éste despliega sus recuerdos y "el vasto territorio de la memoria".

- Valoro el coleccionismo desde los desplazamientos, bifurcaciones, variaciones e innumerables particularidades que observo se manifiestan/habitan en la práctica. Desde las variaciones del acto de coleccionar me desplazo hacia la naturaleza (flora y fauna endémica) y hacia nuestro universo mítico popular por constituir un espacio lúdico/lúcido, de identidad y atesoramiento colectivo.

El proceso para "La memoria de los umbrales", que se compone con un total de 18 piezas, le ha tomado casi dos años, fruto de un Fondart Regional (2018). "La complejidad intrínseca del diorama miniatura implica largos tiempos de ejecución. Éste no responde a las temporalidades a las que estamos habituados hoy, es un lenguaje de procesos lentos, tiempos de espera y extensas jornadas de trabajo (de hasta 16 horas.).

Desarrollado en dos fases, por la cantidad de obra involucrada y para constituir procesos artísticos/estéticos, en la primera parte Aldana reconstruyó edificios del campus UdeC cuando fue declarado Monumento Nacional (2016). "En la segunda parte me aproxime a edificios tanto patrimoniales como emblemáticos del Biobío", resume.