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Netanyahu cancela viaje a ONU por complejo futuro de Israel

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La coalición de centro Azul y Blanco de Beni Gantz aventajaba ayer por muy poco al partido derechista Likud, de Benjamín Netanyahu, cuando se había escrutado el 92% de los 4,4 millones de votos de los comicios del martes, con lo que el primer ministro quedaba en desventaja para formar Gobierno en Israel.

Según el Comité Electoral Central, Azul y Blanco tenía el 25,66% de los sufragios, lo que correspondería a 32 escaños, uno más que el Likud, que con el 25,03% obtendría. Con el 8% de votos por escrutar, ninguna de las dos coaliciones tenía suficientes escaños para una mayoría en solitario, lo que originó una crisis política para el Gobierno, pues no podrá mantener la homogeneidad conservadora de base. De hecho, con el empate, Netanyahu quedó en la cuerda floja y canceló su viaje a la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

La Lista Árabe Unida, que representa a la minoría árabe-israelí, sería la tercera fuerza más votada (10,71% y 13 asientos). Luego vienen el partido ultraortodoxo Sefardí Shas (7,56% y asientos), el ultraderechista Israel Nuestro Hogar (7,11% y 9 escaños) y el ultrarreligioso ashkenazí Judaísmo Unido de la Torá (6,25% y 8 puestos).

Ante este complejo escenario, se abrió un proceso de negociaciones en el que el Likud y Azul y Blanco deberán buscar pactos si quieren formar Gobierno, para lo que necesitan 61 escaños de los 120 del Parlamento. Gantz dijo ayer que espera para "Israel un conveniente y buen Gobierno de unidad" y reiteró su voluntad de pactar con otras fuerzas, entre las que se encontrarían el Likud e Israel Nuestro Hogar del ex canciller Avigdor Lieberman, quien podría inclinar la balanza, pero es considerado el paladín del laicismo, por lo que se niega a pactar con los ultraortodoxos.

Benjamin Netanyahu, por su parte, señaló que "Israel necesita un Gobierno sionista firme y estable", y al igual que Gantz ha pedido el mandato y la responsabilidad para formar Gobierno.