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Los candidatos a gobernador regional fijan sus prioridades en caso de ser electos

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He decidido postularme a gobernador regional y poner mi nombre a disposición del partido y la Región porque tenemos un alto sentido de responsabilidad y compromiso con Biobío. Nuestra experiencia como alcalde por 16 años y el haber sido seremi de Obras Públicas ha generado un amplio respaldo en la centroizquierda.

Además, estamos convencidos de que las autoridades regionales se deben a la Región con autonomía e independencia del nivel central, con un sello de trabajo de terreno y de trabajo codo a codo con los alcaldes de las comunas de esta zona.

Quiero ser candidato a gobernador de la Región del Biobío porque creo que es una posibilidad de poder generar mejores oportunidades para la gente de la Región. Creo que tengo la experiencia de conocer la zona. Trabajé en programas dentro de la Región. Sé de sus necesidades y sé también de sus debilidades, pero también de sus potencialidades. Por lo tanto, quiero poner a disposición de la gente mi experiencia como dirigente social y como concejal de Concepción, de tal manera de generar mejores posibilidades para los adultos mayores y para nuestras etnias y los microempresarios. A través de mi capacidad se pueden generar mejores condiciones para las personas que todavía se sienten postergadas.

Creo que tengo una trayectoria que me avala. Tengo las competencias y, además, el conocimiento sobre la materia. En los últimos seis años mi trabajo ha estado precisamente enfocado en todas las materias del Gobierno Regional. Tengo también un piso electoral que no es menor. Asimismo, creo que es tremendamente importante el nuevo proceso, porque va a marcar un hito respecto a la descentralización. La figura del gobernador regional marca un antes y un después en lo que es el traspaso de poder a las regiones. Me motiva poder ser la primera mujer que asuma ese rol con el mandato de los ciudadanos y ciudadanas de la Región del Biobío. Además, mantener la gobernación en Chile Vamos sería una señal potente.

Consideramos al interior del Partido Igualdad (PI) que es necesario levantar esta precandidatura para poder posicionar una visión acerca de los problemas y las necesidades de la Región, discrepante y distinta con el modo con que se han llevado a la práctica los distintos proyectos de gestión y de desarrollo social y económico por parte de las dos grandes coaliciones (la derecha y la Nueva Mayoría). Pensamos que ambas comparten un perfil que avala el actual modelo de extractivismo intensivo que existe en el Biobío, un modelo neoliberal. Esto ha permitido enriquecer tremendamente al gran empresariado, pero ha transferido la externalidad de los costos y los impactos a las comunidades. La Región está en una situación de rezago.

Los tres aspectos más importantes que marcarán el sello de nuestra gestión como gobernador regional dicen relación, en primer lugar, con la conectividad y el empleo. Debemos modernizar la conectividad vial y el transporte ferroviario, generando, por cierto, un alto impacto en la generación de empleo y preocupándonos de la protección del mismo.

En segundo lugar, la seguridad. Hay que apoyar decididamente a los alcaldes y dirigentes sociales en su lucha contra la delincuencia.

Finalmente, y en tercer lugar, el desarrollo sustentable, innovador y apoyado en una alta tecnología que genere valor agregado al uso de materias primas, con especial cuidado del medio ambiente y recursos hídricos.

La primera es la conectividad de la Región. Indudablemente, ahí tenemos un tema pendiente. Hay gente que pareciera que vive muy lejos, y están todos muy cerca, por lo tanto, este es un tema pendiente. Debemos generar mejores condiciones de conectividad para toda la Región, con el objeto de que todos puedan acceder a los servicios de Biobío.

La otra tarea tiene que ver con los adultos mayores. Hoy hay pocas posibilidades en todos los programas que se aplican. Tenemos que generar más centros integrales en todas las provincias.

Lo otro es potenciar el microemprendimiento. Hoy hay una tarea pendiente en la Provincia de Arauco. Hay que incorporar al pueblo mapuche.

Decidí ser candidato a gobernador regional porque quiero mucho a la Región del Biobío y porque creo ser un aporte al desarrollo de la Región y a mejorar la calidad de vida de las personas. Esa fue mi experiencia en Chile Barrio como director, mi experiencia como gobernador de Concepción y la experiencia desde la Seremi de Bienes Nacionales.

Lo que he aprendido es que más allá de lo que la ley te indique hacer en cada puesto, es fundamental tu capacidad de decisión, de creatividad y de trabajar con otros al mando de equipos de calidad.

También decidí ser candidato porque he visto que en los últimos años la Región del Biobío ha venido quedando rezagada.

El tema salud para mí está claro. Lo veo, por ejemplo, en Arauco. Ahí hay mucha gente que tiene que viajar, y para encontrar un especialista hay personas que deben esperar uno o dos años. No hay acceso de manera oportuna a los diagnósticos. Todos tienen que venir a Concepción. Hay que hacer que los especialistas lleguen a las zonas más alejadas de la Región.

En segundo lugar, hay que mejorar el desarrollo económico, a través del potenciamiento de la micro y pequeña empresa, la generación de valor y el desarrollo de la industria del conocimiento.

El tercer punto es la seguridad. Hay que aumentar la inversión, construir más cuarteles, pero también para prevenir.

Por una parte, nosotros vemos muy importante el generar y orientar una política de industrialización, de recuperación de la industria manufacturera del Biobío bajo un modelo no extractivista y que potencie y entregue muchas posibilidades a los actores económicos locales.

También vemos otra tarea, que es poner dentro de la gestión la recuperación ambiental y la descontaminación, lo que significa un conjunto de medidas que abarcan, por ejemplo, la recuperación de redes naturales de agua.

Otra medida tiene que ver con la gestión de ciudades. Hoy, la Estrategia Regional de Desarrollo y los planos reguladores avalan un mal uso del suelo porque no se miran las necesidades del territorio.

Creo que el desinterés que hay en general sobre el nuevo proceso es algo que nos tiene que preocupar a todos. Que solo esté votando alrededor del 30% de la gente significa que hay un 70% que, a lo menos, no está informada o no le interesa. Creo que ese es un desafío que tiene que ver, principalmente, con que la gente hoy está defraudada.

Este proceso ha generado poca participación y hay desconocimiento. Además, puede ser que las personas crean que seguimos en lo mismo, pero esto es nuevo. Nosotros como candidatos también tenemos que encaminarnos para educar y tratar de entregar herramientas para que ellos participen del nuevo proceso que parte en 2020.

La primera es contribuir desde el Gobierno Regional a que se mejore todo el tema de la conectividad vial de la Región, logrando así un impulso a la economía local, sobre todo en el área de importaciones.

La segunda prioridad es impulsar un plan medioambiental regional de alto impacto. Me refiero al tema de inversiones en energías renovables y a salir a entregar una solución definitiva o de más calidad en el tema hídrico regional. Con esto me refiero a que no podemos seguir utilizando 40 millones de dólares para seguir llevando agua a la gente en camiones aljibe.

También hay que darle una velocidad mayor a la ejecución del Pacyt para innovar y dejar de ser exportadores de materias primas.

Estamos claros de que la ciudadanía no tiene mayor conciencia aún y mayor información sobre este nuevo proceso de elección de los gobernadores regionales. Sin embargo, estamos seguros también de que esta es una tremenda oportunidad para avanzar en la toma de conciencia y en la discusión con nuestros vecinos, en importancia de la regionalización y de la descentralización, y para que finalmente entendamos que estamos luchando para que las decisiones se tomen en la región y por sus ciudadanos.

Creo que estamos en desconocimiento. La institucionalidad, pero más precisamente los propios candidatos son quienes tendrán una tarea difícil, en el sentido de motivar a las personas para que participen en algo en que todavía hay desconocimiento. Eso hace más difícil la participación, porque las personas no están informadas todavía. Muchos confunden y creen que el cargo de gobernador será lo mismo que el intendente, que esta nueva figura es como los actuales gobernadores provinciales. Y sobre la elección popular, creo que más de la mitad de las personas no sabe que habrá elecciones en 2020. Todavía hay que intensificar este proceso, y ese es un rol del Estado y del Gobierno, sin mirarlo desde un punto de vista político.

No está lo suficientemente claro. Lamentablemente hay bastante desinformación y confusión. No se entiende totalmente porque hay ambigüedad en el proceso mismo, en la legislación, en la transferencia de competencias. Por ejemplo, hasta hace poco no estaba todavía dilucidado el rol que iban a tener el delegado presidencial y el gobernador en el tema de dirigir a los seremis. Eso estaba bastante entrampado. Ahora, lamentablemente lo que nos está llegando como información es que será el delegado presidencial quien dirigirá las secretaría ministeriales (...) Estamos frente a una descentralización dirigida desde Santiago, contenida y que no entrega verdaderas atribuciones a las regiones en plenitud.

Hay una información insuficiente que es tarea no solo de los partidos políticos o de los candidatos. Creo que aquí los medios de comunicación juegan un rol fundamental para darle a conocer a la ciudadanía que esta es la acción descentralizadora más importante en los últimos 200 años, aunque suene exagerado. Desde la época de los reyes borbones, los intendentes eran elegidos. Esta es la primera vez en la historia en que la ciudadanía va a tener la oportunidad de escoger a quien nos represente de manera regional, como alguien independiente del poder central. En eso, los partidos, los candidatos y en especial los medios de comunicación tenemos que hacer un esfuerzo mayor para indicar la profundidad de este cambio.