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"Espero que seamos discretos en nuestra gestión como directorio"

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Puede que las palabras de Bernardita Neira, presidenta del directorio de la corporación cultural Teatro Regional del Biobío, suenen ideales. Sin embargo, apuntan directamente a desarrollar una gestión -que está conociendo desde el 28 de agosto, cuando fue elegida para el cargo- en pro del Teatro Biobío y lo que ello implica: lo artístico.

Por lo mismo, acota esta periodista formada en la UDD (1997-2001), es una convencida de que lo importante acá no son los egos ni las individualidades, sino que la labor conjunta que espera desarrollar durante los próximos tres años, junto a la directiva de la corporación que lleva los lineamientos del espacio artístico cultural abierto en marzo de 2018.

La mesa a cargo se completa con Octavio Enríquez como vicepresidente (subdirector de la Unab), Mauricio Castro (representante del municipio de Concepción) secretario, y Claudia Muñoz (vicerrectora de la UdeC en el área de Vinculación con el Medio) en el cargo de tesorera.

"El Teatro es de todos", enfatiza, quien considera que como tal es un elemento unitivo, sin que "se separen sus partes", en referencia a la gestión que deben hacer como directorio (11 integrantes) con la dirección ejecutiva, cargo ejercido por Francisca Peró.

"Un directorio está para apoyar la gestión de la dirección ejecutiva o de la gerencia de un organismo, de una institución o corporación. Está para apoyar, para destrabar procesos y esa es nuestra función ahora", explica, quien fue convocada por el intendente Sergio Giacaman (ella se declara políticamente independiente), junto a Luisa Gasparini y Luciano Cruz-Coke. Esto con el fin de asumir las plazas en el directorio por los renunciados Remberto Valdés, Fernando Quiroga y Héctor Campos.

- King ha tenido una figura muy visible. Ha sido fundamental en el desarrollo del proyecto del teatro. Él siente que ya cumplió una etapa y el resto de los directores hemos respetado su decisión (renuncia).

- Mira, yo no voy a responder a eso con la mirada de ahora. Voy a responder con una mirada histórica. El TUC, el Teatro de la Universidad de Concepción, se acabó por conflictos políticos, no por un tema cultural (...) Hice mi tesis de eso. En ese sentido, creo que hay que ser fiel a la historia y aprender de ella.

- La verdad es que existe un jefe de programación, una curatoría de las obras y eso está en manos del equipo del Teatro, que es calificado para eso. Si bien yo tengo una sensibilidad y gustos, iré como espectadora a las obras que a mí me interesen. A veces se nos preguntará la opinión y nosotros la daremos.

- En términos personales, yo creo que lo primero es hacer un trabajo en equipo. La primera parte implica dialogar mucho con los otros directores, conocer la gestión interna del Teatro. Estamos en el proceso y en la etapa de conocimiento. Es súper importante que podamos conocer bien todo lo que ha sucedido, todo lo que se espera de nosotros, lo que podemos aportar, pero para poder aportar tenemos que conocer el historial. Saber lo que se ha hecho hasta ahora, conocer la gestión, para ver bien donde podemos apuntalar y apoyar desde nuestra mirada y competencias técnicas.

- Muy interesante. Se están generando alianzas muy potentes y una muestra interesante de ello es el último montaje, la ópera que se hizo (hace dos semanas). Ahí fuimos capaces de ver la capacidad de gestión, trabajo en equipo y puesta en escena de un grupo importante de artistas de la Región. En ese sentido, yo creo que el Teatro debe ser la casa de los artistas de la Región. Ellos tienen que sentirse cómodos ahí y éste debe tener los brazos abiertos para recibirlos, porque el Teatro es de todos.

- Cuando me nombraron.

- Mira, ha sido un proceso bonito e interesante conocerla. La verdad, es que lo que yo veo, es que es una persona muy competente en su trabajo, alguien que ha sido capaz de sobreponerse a muchos obstáculos, tanto personales como profesionales. Estoy hablando de una percepción que se basa, básicamente, en lo fáctico, en lo que yo veo, en los hechos, en la práctica. Ella tomó este Teatro con un personal de cuatro, ahora son 35 los que integran la planta. Tuvo que ponerlo en marcha y luego ha tenido que hacer crecer, con una cartelera, con gestión y alianzas, de manera que mi percepción sobre ella es la mejor.

- El mayor pasa por una inestabilidad en el gobierno corporativo. Y ese es otro de los lineamientos de trabajo. Me decías 'cuál es el primero', lograr este diálogo e ir destrabando los procesos administrativos del Teatro. Eso pasa por dar estabilidad al gobierno corporativo. Cuando un directorio se conforma, debes realizar algunos trámites para poder firmar, efectuar contratos y cuando existe esta inestabilidad hay cambios, y todos los procesos se retrasan. Entonces, lo que queremos, es que eso deje de suceder. Tenemos que llegar a un punto en que no haya cambios en el directorio, para que los procesos administrativos sigan un curso de tiempo normal.

- Cuando un director se va, deja una función vacía. Entonces cuando hay entrada y salida de directores, hay funciones que los antiguos dejan, entra uno nuevo y tiene que aprender a hacer esas funciones, y así se retrasan los procesos. Y aún así, a pesar de todos esos obstáculos y dificultades, el Teatro nunca ha dejado de funcionar. En nuestra gestión como directorio espero que seamos muy discretos. Tiene que ver con empalabrar y, en ese sentido, creo que las palabras utilizadas de ahora en adelante, deben ser siempre constructivas para instalar una realidad que apunte a construir.