En un mundo permeado por el impacto de las tecnologías y su vertiginoso desarrollo, acercarlas a niños y adolescentes, para que sean capaces de enfrentar las necesidades que demandará el futuro, se ha vuelto una necesidad.
Así, diversas iniciativas se han generado en esta línea, muchas se ejecutan en el ámbito escolar, que es donde los entendidos dicen que es posible generar los grandes cambios, pues allí están las nuevas generaciones. Pero, la mayoría se quedan en el espacio de lo informal, en un taller, lo que se traduce en que participen solo los interesados o a quienes se considera con habilidades. Esto, sin dudas, genera una brecha y eliminarla es el desafío del Hub Chile Programa, que une a diversas organizaciones públicas y privadas que llevan adelante acciones para promover la enseñanza de las ciencias de la computación y programación a niños, adolescentes y docentes de Chile, con la meta de que el 2021 la programación sea parte del currículum escolar.
Éste se constituyó en la Región Metropolitana el 2017 y reúne a 17 instituciones, como Fundación Telefónica, País Digital, Samsung, Santillana, School of Tech y al Ministerio de Educación a través de su Centro de Innovación -que se creó el año pasado y su primera misión es implementar el "Plan Nacional de Lenguajes Digitales" que busca enseñar el pensamiento computacional y programación-, según detalla Angélica Alarcón, gerenta de Fundación Telefónica y presidenta del Hub Chile Programa.
Aclara que una de las características de la plataforma es que lo primordial son los aportes que cada organización hace desde sus acciones o programas, como el mismo "Plan Nacional de Lenguajes Digitales" que ejecuta Fundación Telefónica en distintos establecimientos, "Programa Tus Ideas" de País Digital y Samsung, o School of Tech que apoya a los colegios a llevar la transformación digital y tecnológica a los procesos educativos.
Por ello, sumar esfuerzos y crecer es clave para lograr la meta, y bajo esa perspectiva el pasado 7 de agosto se constituyó el Hub Chile Programa Biobío, que reúne a las universidades Católica de la Santísima Concepción y Federico Santa María, Inacap, Coding U, Instituto de Robótica, Lynne y Nodo E-Services. Sobre esto, Alarcón, resalta que la lógica es que la fuerza aumente con los aportes de las iniciativas locales impulsadas por el mismo motor.
INSTALAR HABILIDADES
Una de las convicciones del Hub y de los actores que lo conforman es que enseñar programación y ciencias de la computación importa no solo por ser útil para quien a futuro quiera estudiar una carrera tecnológica. Al contrario, es enseñar un idioma universal, una forma de pensar y hacer las cosas que potencia el desarrollo de nuevas y mejores soluciones en diversos aspectos, según releva Rodrigo Fábrega, director de Ucorp, asesor de Fundación Telefónica y del Mineduc, y miembro del Hub Chile Programa, entre otros cargos que nutren su currículum.
Sobre esto, sostiene que lo primordial es que al incorporar el pensamiento computacional a las prácticas pedagógicas se contribuye a instalar habilidades cognitivas de orden superior que están marcando la diferencia hoy y con mayor magnitud a futuro, como la creatividad e innovación, y la capacidad de análisis, de pensamiento crítico, de cuestionamiento, y de aprender a aprender. Trascendentales para responder la pregunta que prima en una sociedad del conocimiento, que dice que "no es cuáles son las industrias del futuro, sino cuáles son las ideas del futuro", donde el gran valor está en qué se es capaz de hacer distinto.
TRANSVERSALIDAD
Fundamental es también aclarar que no es una herramienta exclusiva a la Educación Tecnológica, sino que es suficientemente transversal para incorporarse a todas las asignaturas y abordar múltiples contenidos, destaca Fernando Peña, seremi de Educación Biobío, que a nivel local también está apoyando al Hub.
Esto hace preciso destacar que otra de las consignas del Hub sobre la importancia de enseñar a todos los escolares sobre pensamiento computacional y programación es que son potenciadores de los procesos educativos. Otra razón para que efectivamente se incorpore al currículum escolar y se cambie el "carácter extracurricular y hasta recreativo que han tenido los elementos de las nuevas tecnologías en el contexto educativo y se incorporen al proceso pedogógico y que finalmente tribute a la mejora de la enseñanza y aprendizaje de todos los alumnos", opina Peña.
EMPAREJAR LA CANCHA
Otro de los aspectos relevantes es que las habilidades y competencias tecnológicas abren un universo de oportunidades. Y lo que refuerza ello es que "creemos que la tecnología es súper democratizadora para emparejar la cancha", asevera Bárbara Veyl, directora de School of Tech.
Primero menciona lo diferenciador que puede ser desde el punto de vista de la proyección y posibilidades de desarrollo si a un escolar que estudia y vive en un contexto socialmente vulnerable se le enseña programación y ciencias de la computación tempranamente.
Asimismo, recalca que es un elemento para aportar a la igualdad de género, en tanto todavía existen prejuicios que derivan en que muchos crean que la tecnología es cosa de hombres y aleja a las niñas de éstas. "Pero las habilidades y competencias no tienen que ver con un género y las niñas tienen el mismo derecho que los niños de acceder a la oportunidad de aprender de esto", finaliza.