El cambio cambió
"Cambia lo superficial, cambia también lo profundo, cambia el modo de pensar, cambia todo en este mundo" dice la canción del músico, cantante y compositor chileno Julio Numhauser Navarro. Efectivamente, ya nada nos sorprende, porque todo cambia y lo que realmente nos angustia es la velocidad de este cambio y el impacto que está teniendo en la sociedad.
El cambio climático, tecnológico, migratorio y demográfico entre otros, generará escenarios dinámicos, sociedades diversas, convivencia con la inteligencia artificial y nuevos hábitos de vida y de consumo. Estos cambios se acelerarán aún más entre sí, otorgando una nueva configuración sociopolítica al planeta, que nos obligará a desarrollar nuevas habilidades, técnicas y transversales, ya que no bastará solo con el reconocimiento social de las actuales certificaciones, sean estos títulos y/o grados, para enfrentar los desafíos de la vida en el siglo XXI.
En este nuevo entorno, la única constante es el cambio, el cual, es más rápido que la capacidad del ser humano para adaptarse a ellos, tornándonos cada vez más vulnerables a estos escenarios dinámicos y perdiendo también capacidad predictiva, por lo que las empresas e instituciones centrarán cada vez menos recursos en el diseño de planes estratégicos de larga duración, porque ya no tienen justificación, y dirigirán sus esfuerzos en una gestión centrada en las personas, con liderazgos que fomenten el bienestar físico, psicológico y social, la capacidad de enfrentar crisis, con predominio del trabajo colaborativo, la confianza y la transparencia de cada uno de los procesos de la institución.
Las Universidades no están ajenas a estos cambios, de instituciones de formación y generadoras de conocimiento pasan a ser entidades dinamizadoras del desarrollo, como el Modelo de Universidad Extendida, que no sólo deben desarrollar programas de estudios alineados con las necesidades del entorno productivo y articulados con las diversas instituciones de Educación Superior, sino que también, incorporar en sus Modelos Educativos, competencias transversales para que los estudiantes logren las habilidades requeridas en el siglo XXI, como la capacidad de adaptación y de automotivación para aprender y, además, impulsar las sinergias entre el sector público, el sector privado y la sociedad civil, para encontrar soluciones sustentables a los principales problemas de la sociedad.
Algunos ejemplos de estrategias para la adquisición de habilidades del siglo XXI son la Singularity University, ubicada en las dependencias de la NASA Research Park en Silicon Valley, que capacita para crear soluciones innovadoras a los grandes problemas de la sociedad, aprovechando las tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, la robótica y la biología digital. Por su parte, los cursos MOOC (Massive Open Online Course), gratuitos y apoyados en plataformas y asociaciones de universidades como Coursera, Udacity o EdX, otorgan información de calidad y sistematizada donde el usuario global y diverso aporta, interactúa y colabora en la co-construcción del conocimiento, es otro ejemplo de esta nueva realidad.
En conclusión, el cambio cambió, lo que cambió ayer, tendrá que cambiar mañana, pero cada día este cambio será a mayor velocidad.
directora
Academia de
Innovación UdeC