"Concepción tiene una situación bien particular, pues cuenta con una muy buena infraestructura hotelera y compite directamente con el avión, porque parte importante de los viajeros son de Santiago y está la opción de venir por el día. Es ahí donde la hotelería debe ser creativa e inteligente para poder rivalizar no solo con los alojamientos existentes en la ciudad, sino que también contra las aeronaves".
Así lo planteó Colin Turner, exgerente de cadenas hoteleras como Park Plaza, Radisson Chile y Cumbres, además de expresidente del gremio de Hoteleros de Chile, quien estuvo en la ciudad para lanzar la cadena Pettra.
El ejecutivo se tomó un tiempo para conversar con este medio acerca de cómo aprecia a la zona desde el punto de vista del rubro hotelero, que este año tuvo su prueba de fuego con el Mundial de Rally, y que seguirá acogiendo visitantes a raíz de la Cumbre Apec de los 21 ministros de Economía en septiembre y en noviembre con la tradicional Expocorma, además de Rock en Conce (REC), evento que fue confirmado para el 2020.
Turner comentó que la capital del Biobío, desde el punto de vista hotelero, tiene un mercado casi exclusivamente corporativo y de muy poco turismo recreativo. "Por lo tanto, la demanda se concentra por dos o tres días de la semana. Cuando hay un congreso o un evento de relevancia, la ciudad se llena, incluso de lunes a miércoles está a tope y los fines de semana baja al 50%".
-Absolutamente y creo que más importante que eso es que Concepción debe, y en eso está trabajando, potenciar su Convention Bureau, pero en serio, y salir a buscar congresos internacionales, porque estos no llegan porque sí.
-Hay que hacerlo en forma asociativa, tanto de los privados como la parte pública. Hay que tener un plan bien hecho. Yo conozco muy bien el tema de los convention, sobre todo porque hace unos años tuve la experiencia de formar el Convention Bureau de Puerto Varas, una ciudad que no sabía lo que eran los congresos y hoy organiza de 16 a 18 en el año, que aportan entre US$6 millones a US$8 millones anuales, en una zona con 35 mil habitantes. Por eso, Concepción debiera ser la ciudad de los congresos en Chile.
-Totalmente, porque yo creo ciento por ciento en la asociatividad y pienso que para un destino como este debe haber unión de todas las partes para salir a buscar a los clientes y una vez que ellos quieran venir, surge la pelea comercial de quién se los lleva. Pero primero hay que tenerlos.
-Los conozco bien y por eso creo que hay que potenciarlos y darles más fuerza, porque tienen una importancia enorme en el desarrollo de la industria turística, sin dejar de lado al estamento público, que debe participar y no puede estar ajeno a esta iniciativa. Además, la ciudad debe tener claro que la posibilidad de convertirse en un centro de convenciones tiene un valor enorme y multiplicador dentro de la sociedad, porque las personas que participan de un congreso gastan más dinero en el destino que cualquier otro tipo de turista. Se calcula que en un congreso medio el asistente gasta entre US$ 300 y US$ 370 al día, tanto en hotelería, transporte o en turismo, porque este tipo de encuentros genera turismo recreativo, ya sea antes o después. Y si al visitante le gusta el lugar, vuelve con su familia.
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-Justamente, durante el encuentro que sostuve con la gente en Concepción, mencioné el tema del aeropuerto, porque es vital y necesario que este terminal aéreo tenga la parte internacional, que exista vuelos desde, por ejemplo, Bariloche, Buenos Aires, Mendoza y entiendo que ya hay una posibilidad de que haya un itinerario entre Concepción y Lima. Entonces, este nuevo escenario coloca a la ciudad en una situación distinta, porque esto de pasar por Santiago es una tontera, es una pérdida de tiempo e incomodidad. Por eso, tenemos que entre todos asegurarnos que el aeropuerto se convierta en internacional y es ahí donde entran las iniciativas del Convention Bureau y otras que promuevan el destino.
NUEVOS PASOS
Respecto a Pettra, contó que los hoteles estaban entregados administrativamente a la cadena norteamericana Radisson, pero decidieron tomar el control usando una ventana de salida que existía en el contrato. De hecho, contó que él fue quien partió con Radisson en Chile hace 25 años y administró siete hoteles, pero le pidieron que ahora se hiciera cargo de la cadena, que tiene presencia en Santiago y Concepción.
Comentó que otras y grandes cadenas son monstruos gigantes a los que les cuesta moverse y son poco eficaces con lo que está ocurriendo en la industria.
"Tenemos la experiencia, se incorporaron profesionales de primer nivel y cuando ocurren estos cambios se produce un mareo, pero sabemos hacia donde vamos. Un cambio descola al principio, pero rápido se produce un orden, sobre todo porque sea donde esté, sobresale", cerró.