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Ejercicio y Tabaquismo: más allá de la abstinencia y cesación

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El 31 de mayo la Organización Mundial de la Salud conmemora el Día Mundial sin Tabaco, con lo cual se busca concientizar a la población en torno a los riesgos derivados de este hábito que causa más de 7 millones de muertes al año.

Hoy en día, existe amplio consenso de que el tabaquismo es la principal causa de cáncer pulmonar y Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) en el mundo. Adicionalmente, se ha relevado contundentemente su papel en el desarrollo de otras enfermedades como la hipertensión y diabetes, entre otras.

Si bien la prevalencia de tabaquismo actual en la población general de nuestro país se ha reducido en los últimos años, aun este hábito persiste en un 32,5% de la población general, siendo esta prevalencia más alta en hombres que en mujeres (36,7% vs 28,5%), transformado a esta epidemia en un problema de salud pública aún vigente para nuestro sistema.

Las estrategias de cesación han estado históricamente centradas en tratamientos farmacológicos y no farmacológicos, mostrando niveles de eficiencia y efectividad variables. Entre ellos, la actividad física ha sido también considerada como una alternativa posible, por sus efectos sobre la prevención del síndrome de abstinencia.

No obstante, en los últimos 10 años se ha publicado contundente evidencia científica para sostener que el entrenamiento físico también sería efectivo en disminuir el estrés oxidativo y la respuesta inflamatoria pulmonar gatillada por el humo del cigarrillo, incluso previniendo el desarrollo de enfermedades pulmonares y cardiovasculares en algunos modelos experimentales.

Estos nuevos antecedentes abren un nuevo y promisorio camino para revalorizar el rol del ejercicio físico como estrategia no farmacológica fundamental para el tratamiento de las comorbilidades secundarias al hábito tabáquico, más allá de su papel, secundario y aun controversial, en el manejo de la abstinencia y sensación.

A partir de estos datos, es posible suponer, con una contundente base científica, que cualquier política dirigida a la prevención y/o cesación del hábito tabáquico en la población general debe incorporar planes y programas de rehabilitación cardiopulmonar para un óptimo desempeño de sus resultados. Mientras tanto, es un deber de los clínicos recomendar la incorporación de la actividad física a las actividades de la vida diaria, mediante la reducción de los tiempos de inactividad y, sobre todo, propiciando instancias de ejercicio físico de mayor intensidad, con el fin de promover el desencadenamiento de mecanismos biológicos que favorezcan la función cardiopulmonar.

Si bien estas recomendaciones son aplicables a toda la población, son determinantes en personas fumadoras.

Núñez Académico

Facultad de Medicina

Universidad

de Concepción

Se abren posibilidades de editar ARN y trabajar con neuronas

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La técnica de edición genética CRISPR-Cas9 -utilizada por el físico chino He Jiankui para modificar a dos gemelas antes de que nacieran- ha tenido una nueva mejora realizada por un equipo del Broad Institute del MIT y la Universidad de Harvard.

El equipo se enfocó en mutaciones y manipulaciones genéticas que hasta ahora no eran posible con tal precisión. Se trata de un trabajo que permitirá modificar ARN, lo que permitiría cambios no permanentes en los organismos.

Esta técnica, de muy bajo costo y relativamente fácil de aplicar por los expertos, utiliza las enzimas Cas9 (de ahí su nombre) y Cas12 para enfocarse en el ADN y, ahora, Cas13 para cambiar el ARN.

Esta ampliación del trabajo que ya ha sido perfeccionado por cinco científicos de diversas nacionalidades, entre las que se encuentran Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna, permitiría enfocarse en algunos virus y neuronas, permitiendo modificaciones en el cerebro, algo que hasta la fecha no había sido posible.

La técnica, llamada RESCUE por el acrónimo en inglés de "edición de ARN para el intercambio específico de C (Citosina) a U (Uracilo)", está basada en una anterior llamada REPAIR que intercambiaba Adenina por Guanina.

El gran impacto científico -destacado por la revista Science- es que su mecanismo permitiría crear una suerte de "interruptor" en algunas actividades de proteínas que ciertas investigaciones relacionan con tipos de cáncer.

Finalmente, el trabajo genético podría dar un resultado en uno de los caminos por curar el cáncer si esta técnica resulta ser exitosa en ese sentido, un esfuerzo que se viene gestando desde que se logró secuenciar el genoma humano en la década pasada.

Sin embargo, este avance también tiene un alto impacto en el ARN, es decir, podría ser utilizado en la modificación de virus y así, ser utilizado de otras formas en el avance científico.

CRISPR-Cas9

Es una técnica que permite "editar" el genoma, es decir, los genes que contienen las instrucciones para el desarrollo de todas las características de los organismos.