Desde marzo pasado, el periodista y profesor Rodrigo Pincheira, le está dando forma y contenido al libro "Genealogía del rock penquista: orígenes y destinos (1960-1990)", que espera lanzar en noviembre próximo, en la Feria del Libro de Santiago.
Fruto de un proyecto presentado al Fondo Nacional de la Música, el año pasado, Pincheira añade que desde que comenzó a colaborar en el Diario El Sur, a mediados de los años 80, fue juntando materiales que quiso utilizar para su tesis de grado de Periodista, pero que no pudo terminar (1995).
"En todo este tiempo se fue juntando una data", señala el autor de los libros "Schwenke y Nilo: leyenda del Sur" (2010-2016) y de "Los elementos: voces y asedios al grupo Congreso" (2016).
El objetivo de éste su tercera obra alrededor de la música, es plantear una investigación en torno el rock penquista en un período de tres décadas (1960-1990). La idea, cuenta, "es identificar, reconocer y valorar algunas de sus características esenciales...".
- De todas maneras, sino no estaría haciendo este trabajo ni esta investigación. Ahora dentro caben distintos géneros, con especial énfasis en el pop. Pero hay una escena, músicos, discos grabados, lugares donde se toca, audiencias interesadas y, quizás, una cartografía identificable como rock penquista.
- Sí, pero se ha pasado por etapas. Al comienzo era la gran influencia del sonido de The Beatles y el rock and roll, después la psicodelia de Hendrix, el hard rock de Gran Funk o The Who, para después ir a la new wave, el punk y el britpop que hegemonizó la escena durante largo tiempo, y que era el modelo de Los Tres y después de Los Bunkers. A partir del 2000 eso se termina, o deja de ser hegemónico y el rock local se abre a otros sonidos, que van desde lo mestizo, el indie hasta el rap, el hip-hop o el trap.
- Se está muy al día. Quizás el sonido característico esté dado por melodías siempre en tono menor, melancólicas, y sin bien no hay solistas destacados, la guitarrística es relevante. Pensé que Niño Cohete sería un camino interesante y novedoso pero quedó en nada. Una lástima.
- Tal vez es posible establecer una periodificación que más o menos sería la siguiente: 1960-1970: rock and roll, psicodelia, pop, imitación. Luego 1970-1980, rock progresivo, rock, desarrollo y génesis, y 1980-1990, pop, psicodelia, new wave, punk.
- Mi intención al cubrir 30 años es -precisamente- poder realizar una segunda parte, una investigación que abarcara la escena de los 90 hasta el 2010, o sea los otros 30 años.
ORÍGENES Y DESTINOS
Para el autor, en referencia a los "orígenes y destinos" que anota el título de la obra, que sumará 200 páginas, cuando se habla del rock local aún no se ha logrado identificar un comienzo. "Un origen, que es lo que propongo en esta investigación. Se cree que el inicio está en los 80, que es cuando esta música comenzó a tener mayor visibilidad, pero esa escena no existiría si no hubieran existido rockeros 20 años antes", anota Pincheira, preguntándose ¿quién es el padre del rock penquista? ¿Yogui Alvarado o Álvaro Henríquez?
"A mi juicio ninguno de los dos. Creo que es otro. Quizás reconociendo un origen se puede pensar en hacia dónde va el rock de Concepción o cual puede ser su destino, que no es otra cosa que su lugar, el que le puede dar sentido, pertenencia e identidad", dice, quien a la fecha tiene un 70 por ciento del libro.
- Como te decía, esto tiene larga data. Quizás suene un poco pretencioso, pero mientras estuve en el Diario El Sur, junto con otros periodistas como Gustavo Sáez, Marcelo Sánchez, Paulina Pérez y Álvaro Peña, tratamos de darle un espacio relevante a los rockeros locales, valorar su trabajo y prácticas, situándolos en un lugar relevante. Esa investigación tiene diversos objetivos, pero al situar los materiales en un campo cultural, en el modo bourdieano, hay hallazgos, cruces, relaciones, intertextualidades y zonas de fricción que pueden explicar algunos temas y asuntos en el rock local. Ya develaremos cuáles son y de qué modo podrían develarnos por qué en esta ciudad y no en otra, el rock está vivo y en desarrollo.
- Creo que la figura de Jordi Santa María es clave en los años 60, después están el grupo Los Falcon, Johnny Ambiado, Edgardo "Porsy" Riquelme, los jazzistas Marlon y Moncho Romero, Alejandro Espinosa y Rolando Cabrera, entre otros. Ellos aprendieron y se apropiaron haciendo covers y versiones. En algunos casos alcanzaron a crear sus propias composiciones. Igual fue interesante su performance y el modo en que lograron cautivar a las nuevas audiencias, especialmente juvenil, y la manera en que se presentaron ante la sociedad de ese entonces.
- Cada día más interesante. Se cree que al menos hay todas las semanas unas 50 bandas que están tocando. Surgen nuevas, propuestas que atraen, se ha mejorado en el sonido y en la profesionalización. Hay sellos discográficos, discos, audiencias interesadas y cautivas con el rock penquista. Pero no se ha logrado estructurar eso en un proyecto propio, singular, consistente. Solo hay islas. Los agentes de cambio locales insisten en poner a Santiago sobre el horizonte, dificultando que la ciudad llegue a consolidarse como espacio de desarrollo autónomo. Existen las instancias necesarias para que esto ocurra, pero no hay diálogo activo, articulado, ni menos un proyecto político-cultural orgánico y sustentable.