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Gobierno presentará tres denuncias contra Nova Austral

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Tres denuncias contra la salmonera Nova Austral son las que presentará el Gobierno, luego que de que el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) -servicio dependiente del Ministerio de Economía- detectara una serie de irregularidades presuntamente cometidas por la empresa y que apuntan a falsificación y ocultamiento de información.

Fue el propio ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, quien declaró que "es una situación lamentable" y que, "frente a la gravedad de los antecedentes" que inculpan a la firma que opera en la Región de Magallanes, "no nos temblará la mano para hacer cumplir la ley".

En ese sentido, el titular de la cartera detalló los tres frentes en los que actuará el Gobierno para denunciar a Nova Austral.

Primero, "frente a la gravedad de los antecedentes que hacen presumir de una posible adulteración de las cifras de mortandad de peces", Sernapesca, a través de la Dirección Regional de Magallanes, presentará una denuncia en contra de Nova Austral, por infracción al artículo 113 de la Ley de Pesca por falsificar información respecto de la operación de un centro de cultivo".

Segundo, continuó Fontaine, "ante antecedentes recabados por el Servicio, relativos a un presunto ocultamiento de los efectos ambientales en el fondo marino bajo el centro de cultivo de la empresa, Sernapesca presentará una denuncia ante la Superintendencia de Medio Ambiente en contra de la empresa".

Y tercero, "Sernapesca presentará una denuncia ante el Ministerio Público por eventuales delitos incurridos por la empresa en los comportamientos señalados", agregó el secretario de Estado.

Adicionalmente, el ministro Fontaine informó que "he instruido a la directora de Sernapesca, Alicia Gallardo, que a la brevedad me entregue una propuesta destinada a fortalecer los procedimientos de fiscalización de Sernapesca en todos los centros de cultivo".

Lo anterior, explicó, "porque todo episodio de esta naturaleza permite revisar los procedimientos y por eso he encargado que me haga una propuesta respecto de cómo fortalecer los distintos mecanismos de fiscalización que hoy se emplean".

A mediados de junio de este año, la salmonera anunció que tras la ampliación de un parque nacional en el Estrecho de Magallanes en Chile llevará a la salmonera Nova Austral a alejar parte de sus cultivos de esa área durante el próximo año.

La firma, propiedad de fondos de inversión, opera desde 2002 en esa zona del extremo el sur del continente, pero una reciente expansión de los límites del parque nacional Alberto de Agostini incluyó las aguas en la zona de protección.

"Llegamos al compromiso de emigrar del parque", dijo Nicos Nicolaides, presidente ejecutivo de la firma, en esa oportunidad, señalando que su salida no era obligatoria.

Desde 2002

La salmonera, propiedad de fondos de inversión, opera desde 2002 en el extremo sur del país, especialmente la Región de

Magallanes.

Industria del aserrío en crisis por falta de abastecimiento

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El sector forestal chileno está entre los mayores aportantes al PIB con un 2,1%, y es el segundo después de la minería con exportaciones equivalentes al 8% del total nacional, ubicándose por sobre el sector pesquero, frutas, vinos y otros rubros importantes. Y la Región del Biobío tiene un rol preponderante puesto que participa con el 74,3% del total de las exportaciones del sector que en 2018, totalizaron US$ 4.540 millones, de los US$6.102 millones exportados por el país.

Sin embargo, uno de los eslabones más fuertes de esta cadena productiva se debilita rápidamente. Se trata de la industria del aserrío compuesta básicamente por pequeñas y medianas empresas madereras (ver infografía) que hoy atraviesan por serios problemas de abastecimiento de bosques y trozas como consecuencia de los grandes incendios de 2016-2017.

golpe al empleo local

Esta menor oferta de su materia prima junto con la alta demanda han elevado los precios de la madera cuyo costo ha sido el cierre de algunos aserraderos y/o la reducción de turnos con un claro impacto en el empleo.

El tema fue el eje central de la agenda de la Mesa Regional Forestal-Maderera, que encabezó el intendente Sergio Giacaman, directores de servicios como Conaf e Infor y gremios de la pyme forestal como Pymemad, entre otros.

Alvaro Sotomayor, gerente de la sede Biobío del Instituto Forestal (Infor) expuso la situación actual y detalló que la pérdida de grandes superficies de plantaciones por los incendios significó la pérdida de 200 mil hectáreas en el ecosistema forestal que abastece a la industria que abarca Maule-Ñuble, Biobío y La Araucanía, generó un déficit de madera de pino radiata para el futuro.

"Hablábamos de que iban a haber 29 millones de metros cúbicos (m3) para un periodo de 10 años y ahora creemos que no habrá no más de 24 millones de m3. Es decir, hay cinco millones de m3 de déficit y eso está impactando a la pyme maderera que no tiene mucho recurso forestal propio, y que está teniendo que salir a comprar madera en trozos o bosques para sus procesos industriales, principalmente la elaboración de madera aserrada".

Como consecuencia de este déficit de abastecimiento el costo de la madera ha subido, tras el alza de al menos un 20% en las trozas aserrables. "En 2016 había 184 pymes madereras en la Región, la mayoría aserraderos y hoy hay 140".

La industria pyme del aserrío absorbe cerca del 66% del empleo de la industria porque son los que más contratan, ya que son menos automatizados.

A lo anterior, Sotomayor suma los menores precios internacionales producto de la guerra comercial entre China y Estados Unidos. "El país asiático es un importante comprador de madera que está restringiendo su demanda por lo que muchos se han quedado con stock sin poder venderla en el mercado internacional".

Consultado respecto a cuánto tiempo durará este efecto, dado que los árboles no crecen de un año para otro, el director de Infor, estimó que éstos se van a mantener por los próximos 20 años. "Para que una plantación de pino esté lista para su cosecha demora entre 22 y 25 años, entonces este problema lo vamos a tener, al menos, durante 20 años", dijo.

Efectivamente, entre las regiones de Ñuble y Biobío hay más de 300 mil hectáreas que son suelos erosionados, en su mayoría en manos de pequeños propietarios, clase 6 y 7, que son suelos de laderas o cerros que debieran ser forestados, pero en este momento no tenemos un instrumento de fomento a la forestación porque el que existía, el DL 701, se terminó en 2012. Sin embargo, esto es una noticia en desarrollo porque Conaf, con el Ministerio de Agricultura están viendo la creación de un nuevo instrumento que pudiera apoyarlo, pero aún está en estudio. Lo que sí, el Ministerio de Agricultura, formó una mesa con Economía, las pymes, Conaf e Infor para estudiar este problema y viendo cómo las grandes compañías pueden ayudar también al abastecimiento de las pymes y Corma con sus empresas socias se comprometieron a estudiar esa factibilidad.

Sí. Hay una fuerte reconversión al eucalipto pero en los últimos 10 a 15 años. De las tasas de forestación que había antiguamente que en gran parte era pino radiata, los propietarios lo cosechaban y plantaban eucalipto porque es más rápido y en vez de los 25 años en 12 ya hay árboles maduros. Es decir, de antes ya venía una disminución de pino radiata que es el gran insumo para la industria del aserrío.

Cabe señalar que el 97% del pino radiata se destina a la industria del aserrío.

Michel Esquerré Dal Borgo, presidente de Pymemad Biobío, confirmó que aparte del escaso abastecimiento de trozos, hay una crisis de venta. "Hoy día la colocación de madera aserrada se está poniendo muy difícil, por la distorsión que produce la guerra comercial China -Estados Unidos (los principales destinos de las exportaciones forestales). Creemos que hay que enfrentar esto como país, porque esta una industria que mueve mucho empleo en la Región, del orden de las 3 mil fuentes de trabajo. En los últimos meses han cerrado varios aserraderos, se están reduciendo turnos y se están dando vacaciones anticipadas y creemos que las grandes compañías tienen que participar de esa solución".

En la industria forestal prevalece la celulosa con US$ 2.261,6 millones y 37% de participación regional, la madera aserrada con US$829 millones en exportaciones. Luego viene la exportación de tableros, madera contrachapada, listones, molduras, perfiles que totalizan US$1.051 millones, a cifras de 2018.

la buena noticia

A pesar de todo, los representantes de las pymes madereras no se fueron con las manos tan vacías.

Y la buena noticia vino de la directora regional de Corfo, Macarena Vera Messer, quien señaló que concientes de la crisis que está afectando a este subsector de la industria forestal y tras un diagnóstico, se detectó que este sector genera grande ventas, pero poco margen lo que muchas veces lo excluye de los instrumentos que ofrece Corfo. Explicó que si bien hay un instrumento que es habilitante para la adquisición de equipamiento y maquinaria muy acorde al sector, éste quedaba fuera porque los topes eran hasta las 100 mil UF de ventas anuales.

Pero, viendo los alcances de esta crisis y tras las reuniones que hemos sostenido, se modificaron, las bases de ese instrumento exclusivamente para Biobío y ahora pueden postular empresas con ventas hasta 600 mil UF. Es decir, pueden postular a subsidios de hasta $50 millones para adquisición de capital de trabajo.