Acuerdo por la reforma tributaria: ¿Una luz de esperanza?
El pasado 20 de junio se firmó un acuerdo para "realizar modificaciones al proyecto de modernización tributaria, y lograr un sistema impositivo duradero que permita a Chile alcanzar el desarrollo". Este fue firmado por el Gobierno, la DC y el mundo pyme, representado por la Confederación de Dueños de Camiones, la Asociación de Emprendedores y la Multigremial.
El gran avance es la declaración que, "con el objetivo de fomentar la reinversión, crecimiento y desarrollo económico, se reintegrará 100% el sistema de tributación en base a retiros (…)". Una luz de esperanza en medio de un ambiente económico de incertidumbre, desaceleración y baja en el crecimiento.
Nuevamente las pymes, tal como el 2014, canalizan el clamor de miles de empresas a las que el sistema actual inventado ese año los tiene estancados y endeudados. Son las pymes quienes tienen la legitimidad para instar porque termine la esquizofrenia tributaria inaugurada el 2014 por la Presidenta Bachelet. Y es obligación de esa clase política despojarse de sus traumas ideológicos y ver que el Chile del siglo XXI es distinto del que ellos añoran y que hoy ya no es válido usar el pasado como predictor del futuro. Si no lo creen, basta con preguntarles de eso a los taxistas, a los dueños de hoteles o a los que alguna vez fueron dueños de tiendas de música.
Por ello resultan incomprensibles las declaraciones de senadores de la misma DC que ponen su foco en las supuestas consecuencias para los más ricos, y ponen en duda su apoyo al Acuerdo.
El sueño del chileno no es ser mantenido por el Estado. Muy por el contrario. Su sueño es poder ver que el fruto de su trabajo y emprendimiento le da una mejor calidad de vida. En este contexto, colocar el foco en lo que tributan los más ricos y no en las condiciones de los empresarios emergentes, es miopía política o simple ideología encubierta.
A fines del siglo XIX Chile se quedó en el subdesarrollo por no subirse a la revolución industrial. Y hoy estamos en medio de una Revolución Digital debatiendo políticas públicas propias del siglo XX, que se quieren construir sobre la base del resentimiento generado en el siglo XX y con discursos propios del siglo XX.
Si nuestros parlamentarios no entienden esto, la luz de esperanza que generó el Protocolo de Acuerdo no será más que un "intervalo lúcido" en medio de una demencia política sin remedio visible.
abogado y socio de Moraga y Cía y académico UAI.