Kursk, el peor incidente naval ruso

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En el incidente naval más mortífero en la Rusia postsoviética, el submarino nuclear Kursk explotó y se hundió el 12 de agosto de 2000 en el mar de Barents. Entonces murieron los 118 tripulantes. El Kursk sufrió la explosión de uno de sus torpedos, lo que desencadenó la destrucción de todo el depósito de municiones y enviando al submarino a 110 metros de profundidad. Veintitrés tripulantes sobrevivieron varios días tras la explosión, pero murieron al no ser rescatados a tiempo. La gestión de la catástrofe provocó duras críticas hacia Putin.