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Cambios en la vida diaria serán clave para proteger estado de los océanos

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Los océanos cubren más del 70% de la Tierra y su punto más profundo, el Abismo de Challenger, mide 10.901 metros desde la superficie hasta el fondo. Pero, tal vez, estos datos parezcan ínfimos al pensar en la magnitud de la relevancia de las múltiples funciones que les caracterizan.

Es que la teoría dice que en el océano se originó la vida y son clave para que ésta se mantenga al ser un pulmón del planeta que produce 50% del oxígeno que respiramos. Las corrientes marinas transportan energía que fluye por las aguas a través del mundo y determina el clima. Además, contienen una biodiversidad cuya riqueza es difícil de ver desde la tierra, pero es invaluable en sí misma y porque es fuente de alimentos, medicinas y sustenta variadas actividades económicas a nivel global.

Por ello, los biólogos marinos Bárbara Léniz , subdirectora del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO) de la Universidad de Concepción; y Guillermo Herrera, jefe de carrera de Biología Marina de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, son categóricos al afirmar que los océanos nos afectan a todos. "El mar está involucrado en la vida de todos y en toda nuestra vida diaria aunque estemos lejos de él", apunta Herrera.

Relevar esto es uno de los propósitos del Día Mundial de los Océanos, que se celebra cada 8 de junio, y cuya meta es también sensibilizar sobre los múltiples impactos de la acción del hombre y que desde hace largos años los mantienen bajo severo riesgo y así también a sus ecosistemas y funciones, de lo que Chile no está ajeno, coinciden ambos científicos.

LAS AMENAZAS

La primera amenaza que destaca Herrera es la sobreexplotación de recursos, problemática que históricamente lleva más tiempo y se conoce más, y que tiene que ver con la extracción indiscriminada de especies, especialmente de relevancia comercial, lo que pone en riesgo su conservación y puede interferir en las tramas tróficas y terminar por afectar a otros animales.

La contaminación es otra gran problemática y Guillermo Herrera comenta que es causada por la llegada al mar de desechos de distintos materiales y sustancias químicas, orgánicas y/o tóxicas, ya sea por un eventual derrame de petróleo, el constante vertido de residuos líquidos industriales y domésticos, efectos de actividades como salmonería o la irresponsabilidad de quienes eliminan basura en zonas costeras, por ejemplo.

El aumento de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera (fenómeno asociado al calentamiento global) es otro problema que agrega Bárbara Léniz, sobre lo que explica que "el CO2 está aumentando en el océano y esto genera consecuencias como que el agua se caliente y cambien los patrones de corrientes. Además, las aguas empiezan a perder oxígeno o se vuelven más ácidas, lo que afecta a distintos organismos".

Por lo mencionado y otras acciones, la destrucción de hábitats es otro de los grandes daños que el hombre ha generado en los océanos, interfiriendo en el equilibrio ecosistémico y la vida en ellos.

EL PLÁSTICO

Si la contaminación es uno de los grandes problemas que afectan al océano, la causada por el plástico es una de las que hoy tiene las alarmas encendidas y sobre la que más se ha estado hablando, actuando y concientizando en los últimos años. Así, abordar y sensibilizar sobre esta temática es uno de los focos de la celebración 2019 y los datos que Léniz entrega son lamentables argumentos para comprenderlo: "cada año, cerca de 8 millones de toneladas de plástico entran al océano y ya hay enormes islas de plástico", sobre lo que advierte que el problema tiene que ver con el plástico "macro", es decir, artículos como envases, vasos o bolsas, entre otros, pero también con los microplásticos, el material en dimensiones milimétricas que se genera por efecto de la degradación del macro, pero además en muchos productos se incorporan estas pequeñas partículas."Este material no desaparece y flota en el mar, y quedan las partículas milimétricas dando vueltas, incluso por décadas ", dice, y lo peor es que puede ser ingerido incluso por organismos muy pequeños y llegar a las tramas tróficas, lamenta Léniz. En efecto, resalta que "se estima que 90% de las aves marinas tienen plástico en su interior y que al 2050 va a haber más plástico que peces en el océano".

APORTAR Y MITIGAR

Desde la perspectiva de Bárbara Léniz y de muchos expertos, "revertir, volver a un océano prístino es complejo, casi utópico. Por eso, a lo que apuntan las naciones es mitigar y frenar los impactos para que los cambios no se produzcan de manera tan acelerada", precisa.

Plantea que para lograrlo son clave las estrategias globales y las políticas públicas locales adaptadas a cada realidad, por lo que son importantes medidas como la prohibición de los plásticos de un solo uso en Europa o la legislación chilena sobre bolsas plásticas. Pero, no le resta valor a las acciones particulares, que se pueden y deben realizar. De hecho, dice, "si hemos llegado a donde estamos por la sumatoria de cada una de las acciones humanas, de la misma manera podemos generar un cambio positivo".

En su opinión reciclar, reutilizar y reducir es una de las simples y mejores formas de contribuir, y cuida y protege a los océanos y al planeta completo. Esto, apunta, parte desde erradicar del uso de ciertos artículos desechables como vasos y bombilla, hasta preferir caminar, andar en bicicleta o usar el transporte público en vez del automóvil particular. En el fondo, concluye, "son pequeños cambios que luego se transmiten a hijos, familia y pares, y ellos van contagiándolo a otros y se genera algo más grande. Así que no creamos que nuestro pequeño grano de arena no puede hacer una diferencia".

Fue en 2008 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció que el 8 de junio era la fecha para celebrar el Día Mundial de los Océanos, que comenzó a conmemorarse en 2009.

Ha pasado una década y aunque cada año se escoge un tema en particular al que darle énfasis, siendo este 2019 la contaminación por plástico un acento, todo ha sido guiado por el objetivo de relevar y recordar a la población global los importantes y vitales papeles que cumplen estas aguas en el planeta y también sensibilizar sobre los impactos que tiene la actividad humana. Lo anterior para alcanzar la meta de construir una sociedad mundial consciente y unida en el cuidado, protección y conservación de los océanos.