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Freddy Varela y su feliz retorno a la Orquesta Sinfónica que lo vio nacer

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Con nueve años de residencia en Buenos Aires, Argentina, Freddy Varela tiene clara dos cosas. La primera, que seguirá viviendo en la capital argentina donde, pese a cualquier "crisis", siempre se presentan oportunidades. La segunda, es que cuando lo llamen para ser concertino invitado de la Orquesta Sinfónica de la UdeC, ahí estará siempre.

Para el violinista penquista de 42 años la última es una certeza que, sin buscarlo, ha vuelto a vivenciar desde que fue llamado por la nueva administración, en julio del año pasado, el mismo mes que Mario Cabrera asumió la gerencia de la Corcudec, luego de más de una década con Lilian Quezada al frente.

De hecho fue en el periodo de ésta última, que Varela fue despedido de la Sinfónica -octubre de 2016-, después de 10 años de ser parte del liderazgo de la fila de los violines en la agrupación docta. La misma que le dio sus primeras armas en su formación como músico, siendo un joven de 14 años. "Me llamaban de extra", recuerda.

Recuerdos que volvieron a ser felices para Varela, luego de su regreso, el cual también ha tenido resultados este año, siendo el concertino de las jornadas del Centenario (Concepción, Los Ángeles y Chillán), y con éste los tres Sinfónicos de la temporada 2019.

El penquista, quien desde 2010 es concertino principal de la Orquesta Estable del Teatro Colón, estará nuevamente en la fila de los violines en este Tercer Sinfónico programado para mañana, a las 19 horas, en el Teatro UdeC

Con dirección de maestro sueco Mika Eichenholz (Director Titular y Artístico de la Sinfónica UdeC, y nombre clave para el retorno de Varela, el programa musical considera tres composiciones: "Regreso de Lemminkäinen" (Jean Sibelius), "Concierto para piano nº3" (Sergéi Prokófiev) y "Sinfonía Nº1" (Johannes Brahms).

COMPROMISO MAYOR

- Pienso que un poco de las dos (para el concierto de julio pasaba unos días acá y lo llamaron para reemplazar al violinista que no pudo estar en el "Concierto para violín" de Beethoven). Además, muy feliz, porque ésta no deja de ser la Orquesta de mi ciudad. En ese sentido soy muy regionalista y adoro Concepción, tengo mis afectos aquí. A los profesores de la Orquesta los conozco de toda la vida, desde que nací. He visto su evolución, de pasar de ser semiprofesional a ser una de las tres mejores de Chile. La Filarmónica del Teatro Municipal, la Sinfónica de Chile y la Orquesta UdeC, son las más importantes del país.

Precisamente, en base a la trascendencia del conjunto docto, en actividad desde 1952, es que para Freddy Varela no entiende el enorme centralismo existente respecto al cuerpo musical que funciona bajo alero de la Corcudec. "Sabes, no logro entender por qué el Estado, una Orquesta como ésta no destina los mismo dineros que se le dan la Sinfónica de Chile y a la Orquesta del Municipal (cifra supera los miles de millones). No veo por qué no puede tener la glosa del Estado y tiene que existir a puro pulmón (recibe 200 millones anuales por fondos estatales).

Por lo mismo, enfatiza, el Estado debería hacerse cargo. "Creo que los políticos de la zona deberían apoyar a la Orquesta, de todos los partidos, tanto de derecha e izquierda. Ayuden a que reciba, y con todo derecho, los mismos fondos que se destinan a otras".

Así mismo, Varela siente que con la nueva administración las cosas han vuelto a su curso, partiendo por la titularidad de Mika Eichenholz. "Hubo cosas graves como expulsión de colegas (Cecilia Barrantes y Leandro Botto), maltrato laboral, mucha gente que -inclusive- tuvimos que ir a juicios. Me daba pena ver a la Orquesta así. Más que una cosa personalista de volver, quería que la Orquesta estuviera bien. Por eso fue una gran alegría el cambio de administración, frente a la anterior, ya con un desgaste enorme de varios años (...) Debía partir y llegar alguien que nos uniera de vuelta a todos. Los músicos debemos tocar y no estar pendiente de otros problemas".