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Coro del Reencuentro se alinea con varios clásicos del bolero

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Los integrantes del Coro del Reencuentro aceptaron gustosos la invitación que le hizo la Camerata de la U. San Sebastián, los primeros días de abril, para presentar en conjunto un repertorio dedicado a las melodías y líricas de colores románticos.

Fue la gestación de "Nostalgia de boleros", concierto que verá sus resultados hoy, a las 19.30 horas, en el auditorio Marta Montory del Campus Las Tres Pascualas de la casa de estudios (con entrada liberada).

La actividad, que se suma a las celebraciones de los 30 años de la casa de estudios penquista, se extenderá por alrededor de 70 minutos, con un repertorio que considera boleros tan clásicos como "Contigo aprendí", "Sabor a mi", "Contigo en la distancia", "El reloj" y Medianoche", entre un total de 12 piezas, más un instrumental que presentará la camerata universitaria dirigida por Jesús Rojas, también batuta de la Orquesta USS.

"Esta alianza en torno a los boleros significa sumar fuerzas con una agrupación de larga trayectoria y tradición, dado el repertorio que estamos abordando", resumió Pilar Calderón, jefa de Extensión Cultural de casa de estudios anfitriona.

Calderón destacó la preparación que han desarrollado para esta presentación los cantantes y músicos con. "Creemos que será una grata sorpresa para público de distintas generaciones", agrega, destacando la presencia de la soprano Natalia Vilches.

CORO Y BOLEROS

El formato del concierto, con dirección general de Jorge Inzunza, sumará temas interpretados por la camerata en solitario, como otras melodías con el conjunto vocal nacido en 2001, e integrado por entre 18 y 22 cantantes -mayoría mujeres- en las filas de sopranos, contraltos, tenores y bajos.

Nacido por iniciativa de un grupo de profesionales y amigos egresados de la UdeC, representantes del Coro del Reencuentro aplaudieron la ocasión de este concierto, a partir de melodías conocidas por ellos.

De hecho, el año pasado realizaron dos jornadas con boleros con ocasión del Día de la Madre, en el Centro Español -su más tradicional escenario- y un segundo pase en El Sagrario de la Catedral de Concepción, en octubre pasado, ambas citas con mucho éxito.

"Este año nosotros también íbamos a hacer un concierto: antes de que nos invitara la Camerata teníamos pensado cantar en el Centro Español, también para el Día de la Madre. Sin embargo, no se concretó, porque nos llegó esta invitación de Jesús Rojas", contó Juanita Darmendrail contralto del conjunto vocal hace dos años y medio, dirigido por Jorge Inzunza.

VOCES VIAJERAS

Varios de los integrantes de este conjunto también han sido parte del Coro de la UdeC, integrándose a esta facción que desarrolla su labor con un ritmo más reposado, pero muy atentos y sintonizados en lo musical.

"Personalmente, siento un gran orgullo y satisfacción el poder participar con este grupo de personas tan bellas y que, además, son tremendamente profesionales. Tienen una entrega incondicional y conocen mucho de lo que es el material musical", destaca la integrante, quien fue invitada a audicionar a esta agrupación por una amiga integrante.

La calidad del coro local, además de las presentaciones realizadas en nuestra ciudad, todas muy aplaudidas, se suman conciertos en el extranjero, dos veces en Uruguay -2015 y 2016- en un importante encuentro coral de carácter latinoamericano. "Este año también estamos invitados (octubre), tenemos que ver el financiamiento", apunta la contralto.

Motivados

Inzunza destacó la entrega que han tenido sus dirigidos, quienes "han dado su mayor esfuerzo y dedicación, con unas ganas increíbles. Para todos es una muy linda vivencia".

Isabel desterrada en el debut de compañía Teatro La Porfía

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Dada la condición de unipersonalidad, el monólogo exige más de parte de quien asume el hilo dramático del relato. Dada su condición de "soledad", tiene la responsabilidad de llenar el espacio estético, o sea, sin que nada sobre ni tampoco falte. Que quede esa sensación.

En este caso, la actriz Florencia Troncoso asume la responsabilidad, que acá alcanza a resolverse al llevar "Isabel desterrada en Isabel". Un texto dramático concebido por Juan Radrigán" (1937-2016), como una pieza clave de lo que se llamó "La nueva dramaturgia chilena", hace tres décadas.

Apuntar que el monólogo escrito en 1988 es víctima del paso del tiempo. En otras palabras, a oídos presentes se escucha con cierta inocencia en cuanto a sus planteamientos esenciales, y que tienen relación con una sociedad más del pasado que del hoy.

Pero este no es un problema del debut de la compañía Teatro La Porfía, sino que del texto. Uno que, incluso, se resuelve hasta bien en escena durante sus 60 minutos.

En la dirección de Francisca Díaz, toma las riendas para actualizar un tema universal, donde el foco es la marginalidad. Siempre es y será tema, como también el borde y cómo desde esa perspectiva el personaje de Troncoso asume su existencia.

Nos ponemos frente a una Isabel, la suya, al borde de la locura, del desapego y los tiempos que se vuelven cíclicos, y que la obra lleva de buena manera.

Un suerte de envase rojo es la contraparte, para que esta Isabel haga avanzar el relato que transita por la risa y las lágrimas, las tensiones y distensiones de una actriz que conoce su cuerpo y los movimientos que lleva a cabo.

También los tonos dramáticos de su voz. La misma que en el decir cae en ciertos lugares comunes dramatúrgicos, que afectan el desarrollo del montaje.

Para mejores resultados, habría que ajustar aspectos de dirección -el movimiento físico en el escenario-, como también el trabajo de iluminación. Por momentos éste se pierde afectando el sentido dramático de la luz, detalle que resulta clave en una propuesta de esta naturaleza.