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Interdisciplinariedad e innovación social

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Hablar de innovación está de moda. Ser innovador es casi una exigencia para las nuevas generaciones. Pese a sus distintas acepciones, el término señala un claro objetivo para organizaciones, empresas e individuos: buscar soluciones nuevas a problemas antiguos con eficiencia.

En 1981, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) precisó la innovación como "todos los pasos necesarios para el desarrollo e introducción en el mercado con éxito de nuevos o mejorados productos, el uso comercial de nuevos o mejorados procesos y equipos, o la introducción de una nueva aproximación a un servicio social". Esa definición la sitúa en un ámbito económico, pero el impacto social es una variable que la OCDE agrega en 2011: "la innovación social es la que puede afectar a un cambio conceptual, de proceso o de producto, un cambio organizacional, así como los cambios en la financiación, y puede hacer frente a nuevas relaciones con las partes interesadas y territorios".

Ambos conceptos señalan una búsqueda de formas diversas, creativas y nuevas para satisfacer necesidades aún no cubiertas, proceso en el que la investigación interdisciplinaria tiene gran relevancia para lograr el ambicioso objetivo. Y es que varias miradas, diferentes conocimientos, distintas especialidades, pueden conducir a una lluvia de ideas y soluciones, y a brindar herramientas más rápidas y eficaces para nuevos resultados. Otras variables se suman para resolver problemáticas.

Si los resultados deben tener, además de mejoras tecnológicas, un impacto social, son los profesionales e investigadores de las ciencias sociales quienes deben unir esfuerzos para asegurar que los avances científicos consideren siempre el factor humano y que las fuerzas económicas y políticas privilegien avanzar en temas que realmente resuelvan los problemas de las personas. Y si se tiene en cuenta que para avanzar en innovación se necesita financiamiento, es imperativo contar con miradas que se dirijan a velar por el impacto en los grupos humanos al momento de decidir cómo invertir los recursos, de manera objetiva, seria y a largo plazo; apartando las miradas ideológicas que influyen en las prioridades científicas y determinan qué hacer, dónde y cuándo.

Comprender o resolver problemas cuyas soluciones están más allá del alcance de una sola disciplina o área de investigación se logra con la interdisciplinariedad. Las grandes y nuevas ideas van más allá de un área, y aunque este trabajo compartido es difícil de alcanzar, las universidades son llamadas a incorporar este elemento en la formación de sus estudiantes, para que sean agentes de cambio en equipos de investigación, especialmente cuando el objetivo de cada trabajo es, finalmente, mejorar la calidad de vida de las personas.

rector Santo

Tomás

Concepción

Resfríos e influenza pueden causar pérdida de la audición

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Como consecuencia de la exposición a las condiciones climáticas que caracterizan a esta temporada, como frío, humedad y cambios de temperatura, cuadros como los resfríos, influenza e infecciones de las vías aéreas bajas o altas se vuelven comunes.

Y los oídos también sufren. "En la influenza o un resfriado, la Trompa de Eustaquio (que conecta al oído con la garganta) puede llegar a inflamarse o llenarse de secreción, por lo que no podrá realizar adecuadamente su función", explica Gloria Sanguinetti, fonoaudióloga de los centros auditivos Gaes, que precisa que el rol que cumple la mencionada estructura es mantener la presión dentro del oído y mantenerlo seco, permitiendo el flujo líquido del oído a la garganta. De esta forma, cuando se ve afectada a causa de una enfermedad como la influenza, puede llegar a acumularse moco líquido en el oído medio.

Como consecuencia, la profesional dice que "las personas pueden sentir que tienen el oído tapado y hay una sensación de congestión nasal, así como una posible disminución en la audición".

Lo principal a tener en cuenta es que el líquido en los oídos puede llegar a infectarse, produciendo así una otitis media o una inflamación de la zona media del oído por la contaminación de bacterias o virus. "Incluso, la infección puede crecer tanto que busca una salida en forma de pus a través del tímpano. Es a lo que se le conoce como perforación del tímpano y el riesgo de una posible pérdida auditiva es más alto" advierte Gloria Sanguinetti.

Desde allí, hace énfasis en lo importante que es acudir al especialista para iniciar un tratamiento, ya que durante la infección de oído puede mermarse la audición, pero cuando hay tratamiento y la infección desaparece, la audición vuelve a la normalidad en la mayoría de los casos. Por el contrario, recalca que sin el cuidado adecuado este tipo de infecciones se pueden volver crónicas y llegar a ser una de las causas de pérdida auditiva permanente.

CUIDADO DE OÍDOS

Procurar cuidar la salud auditiva es también un aspecto importante durante esta temporada.

Sobre esto, Gloria Sanguinetti cuenta que la higiene y secado de oídos es clave, pero que esto debe ser solo con toalla y en la parte de la oreja o pabellón auricular con toalla. Nunca introducir cotonitos, pues pueden causar severo daño.

Recomienda también evitar la entrada de aire frío a la nariz y boca, pues estos conductos suelen ser la entrada más común de gérmenes. También recalca que hay que procurar no tener cambios de temperatura, sobre todo si se trata de niños, quienes tampoco se deben exponer a sitios concurridos como centros comerciales, pues suele existir mayor proliferación de patógenos. Agrega que el humo del cigarrillo favorece los procesos inflamatorios del aparato respiratorio, por lo que también hay que evitarlo.

Por último, afirma que es importante la vitamina B12, presente en leche, huevo y carnes rojas, tiene efectos positivos en la salud auditiva.