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El 36% de los chilenos ha cambiado su celular en los últimos 6 meses

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"¿Necesitas un cambio?" es el nombre de la encuesta que Yapo.cl y Netquest realizaron para saber qué buscan los chilenos al comprar, vender o cambiar su teléfono celular.

Y uno de los datos arrojados es que 36% ha cambiado su equipo durante los últimos 6 meses y querer un modelo con mejores características o haber tenido un accidente con el celular fueron los principales motivos del cambio.

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En este sentido, entre las preferencias de los usuarios, se halló que el top 5 de los celulares son Samsung, principalmente de la categoría J (32%), seguido de Huawei modelo P10 (26%). Luego siguen Apple, Motorola y LG Electronics.

Sobre los hábitos de telefonía móvil, se destaca que la principal razón por la que los encuestados utilizan su teléfono móvil es para comunicarse con las personas cercanas, con 19% de las preferencias, mientras que 16% lo hace para ver sus redes sociales, 15% para ubicarse o buscar direcciones y 13% para informarse.

Por último, los temores en relación a lo que le podría pasar a sus equipos, el principal es perder la información que tienen en ellos y que se los roben.

Encuesta

"¿Necesitas un cambio?" se aplicó a 500 personas de las zonas norte, centro y sur de Chile, considerándose hombres y mujeres en la muestra.

"Los abusadores sexuales se esconden tan bien que es difícil detectarlos"

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Una experiencia que destroza el alma. Para María Fernanda Alarcón no hay otra forma de expresar con palabras el profundo dolor que causa sufrir abuso sexual y violación, pues sostiene que es una de las vivencias más agresivas , que se traduce en un daño muy difícil de reparar, y trae consecuencias en todos los ámbitos de la vida. "Pero, creo que hay dos opciones: decir me hicieron daño, me quedo con dolor y como una víctima; o afrontar que me hicieron daño, pero asumir que uno es responsable de salir adelante, no el abusador, y tomar la experiencia para transformarla en algo positivo para sanarse", afirma con convicción y no por su experiencia como trabajadora social y funcionaria de la Policía de Investigaciones de Concepción que se desempeñó en la Brigada de Delitos Sexuales y Menores, sino porque ella fue víctima de estos delitos desde los 2 a los 14 años por parte de su primo, y decidió tomar el segundo camino, que reconoce es el más difícil, pero también el mejor.

Así, luego de largos años de lidiar en silencio con ese dolor que la carcomía hasta que se manifestó en forma de depresión severa cuando tenía 30 años, tomó la fuerza para decir a sus padres lo que vivió durante su infancia y adolescencia e iniciar terapias psicológica y psiquiátrica para construir su camino de sanación que trajo como resultado el libro "A mí también", que hoy la profesional de 33 años presenta oficialmente.

UN MANUAL

Confiesa que escribirlo no fue fácil, pues en el transcurso vivió el duro proceso de revictimización, pero no bajó los brazos, pues lo primordial para Alarcón era que estaba fabricando una herramienta para ayudar a otros. Así, a través del relato de su experiencia, en la que empatiza con el sentir de otras víctimas y les muestra que no están solas, espera que el texto sea un manual para enfrentar estos delitos. "Por eso, no va dirigido a los niños, sino a las víctimas mayores de edad y a los padres o adultos a cargo de la crianza, porque enseña cómo tratar esta temática", apunta.

Uno de los aspectos que aborda es cómo actuar cuando un niño o niña devela que ha sido víctima de abuso sexual y/o violación. "Contesta varias preguntas, porque nadie está preparado para recibir esta noticia y eso muchas veces no permite que se reaccione de la mejor forma. Pero, es importante que los padres tengan las competencias, porque si actúan de mala forma el proceso se complejiza y se alarga mucho, y vienen muchos dolores más", manifiesta.

Alarcón también pone el acento en lo relevante que es que exista la confianza para que los hijos sean capaces de decirle a todo a sus padres, recalcando que "no es el hijo el responsable de generar la confianza en los padres, sino los padres", sobre lo que también manifiesta que esto implica siempre "creer en lo que los niños dicen". Un punto relevante sobre esto es que contar este tipo de experiencias es muy complejo, por lo que muchas víctimas callan para siempre o tardan años en hacerlo, por miedo a hacer daño a otros, a romper las familias o vergüenza; sentimientos que María Fernanda Alarcón experimentó en primera persona, pero que todo es mucho más duro y el daño más irreparable si no creen en lo que se está diciendo.

Para que exista confianza es esencial que se generen instancias de diálogo para estar al tanto de lo que sucede con los hijos y donde se hablen todos los temas. La trabajadora social resalta que esto significa conversar de sexualidad y su anhelo es que éste se instaure como una temática familiar, pues "se debe abordar desde la infancia con los hijos, con un lenguaje acorde a la etapa vital de los niños", destaca.

Es que lo anterior no solo es para enseñar, sino también contribuye a prevenir o detectar muy tempranamente los delitos sexuales, lo que comienza con niños que desde pequeños conozcan cuáles son las partes de su cuerpo y qué está permitido y qué no. "Puedo decirle a mis hijos cuáles son sus partes íntimas y que tengan claro que nadie las puede tocar. También es importante que los niños sepan que no se deben tener secretos con la mamá y el papá, porque los abusadores utilizan mucho el concepto del secreto, y que sepan que nunca deben permitir golosinas u obsequios de extraños".

CUIDAR LA CONFIANZA

Eso sí, la autora advierte que no se debe perder de vista que "la mayoría de los casos ocurren con familiares o personas de confianza de las familias".

Así, es la confianza un ítem que merece especial atención, porque es donde se esconde el mayor peligro. "Lamentablemente, los abusadores sexuales se esconden tan bien que es difícil poder detectarlos. Lamentablemente, mucha gente lo detecta cuando ocurrió el abuso, porque los abusadores son personas que seducen a las familias y se ganan la confianza", afirma.

Ante esto llama a preocuparse de a qué persona se le da la posibilidad de tener cercanía con los hijos, resaltando que no "cualquiera puede ser merecedor de nuestra confianza, y sobre todo cuando se trata de niños hay que tener un respeto y cuidado excepcional, porque no se van a poder defender".

De la misma forma, cree que es trascendental realizar cambios socioculturales que lleven a erradicar conductas naturalizadas como obligar a los niños a saludar de beso o tildar de "tío" a todos los adultos, pues manifiesta que esto significa respeto, cariño, proximidad y confianza.

Por último, Alarcón manifiesta que es fundamental "tener una escucha activa de lo que los hijos verbalizan y de lo que expresan a través de su cuerpo y emociones", ejemplificando que si un niño tiene reacciones como llorar, hacer berrinche u orinarse frente a la presencia de una persona o la obligación de ir a un lugar, jamás se debe ignorar y, por el contrario, es imperante indagar por qué está actuando de esa manera, porque generalmente hay una razón y algo que quiere decir, finaliza.

"a mí también" y lo que viene

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"A mí también", de Ril Editores, hoy será presentado oficialmente por María Fernanda Alarcón, en una ceremonia que se realizará a las 19:00 horas en la Universidad Santo Tomás de Concepción. Asimismo, comenzará su venta en Qué Leo de todo Chile, mientras se está en conversaciones con otras librerías para que se comercialice.

Su autora afirma que "este texto es el inicio de diversos proyectos para poder hacer ayuda directa a las víctimas y también para prevenir", entre lo que considera un segundo volumen del libro y también un texto orientado a hablar de sexualidad con los niños.