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Proyecto valorizará residuos de la industria olivícola del país

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Un total de 25 proyectos de innovación en el sector agroalimentario y forestal lograron cofinanciamiento en las distintas regiones del país con recursos del Ministerio de Agricultura. Estos recursos serán entregados a través de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), en el marco de su Convocatoria Nacional 2018-2019, iniciativas a las que la entidad destinará este año un monto cercano a los $3 mil millones.

Las regiones con mayor número de iniciativas aprobadas fueron Maule (24%), Metropolitana (20%), O'Higgins (16%) y Valparaíso, Biobío y Los Lagos (8%).

innovación regional

En la Región del Biobío se ejecutará la iniciativa "Solución innovadora para la valorización de residuos de la industria de aceite de oliva: Desarrollo de carbones activados y biocombustible", a cargo de la Universidad de Concepción, UdeC, en asociación con Prado Chile SpA.

La FIA aportará aproximadamente $150 millones.

El proyecto arranca tras la constatación de que la agroindustria olivícola cuenta con unas 25 mil hectáreas de olivos, con una producción anual de 17.500 toneladas de aceite destinado al mercado nacional e internacional.

El proceso de extracción genera unas 70 mil toneladas anuales de alperujo, un residuo orgánico con alta humedad, que actualmente se aplica directamente como abono en plantaciones de olivo, y en menor medida se usa como combustible en el mismo proceso. Su manejo y uso final conlleva problemas ambientales asociado a olores y efectos negativos sobre las plantaciones.

Dado que su producción se orienta a mercados internacionales altamente competitivos, la industria requiere avanzar en temas de sustentabilidad.

La solución tecnológica propuesta apunta a fortalecer el sector olivícola, a través de la valorización integral de sus residuos mediante el desarrollo de carbones activados, aprovechando las características intrínsecas del cuesco de aceituna, y la producción de biocombustibles con el alperujo restante. Los carbones activados serán diseñados para su aplicación como materiales absorbentes en sistemas de remoción de olores de corrientes gaseosas industriales, un mercado con alto potencial de crecimiento.

El objetivo de la propuesta es desarrollar carbones activados diferenciados y un combustible sólido densificado, a partir de residuos de la industria de aceite de oliva, como alternativa tecnológica innovadora que contribuya a la sustentabilidad y competitividad de las Pymes del sector.

Como resultado se espera obtener un protocolo de activación de cuesco de aceituna específico, la formulación de los materiales y las bases técnicas y económicas de un proceso de producción industrial.

Tecnología y desarrollo

El director ejecutivo de FIA, Álvaro Eyzaguirre, mencionó tras los resultados que "estamos muy conformes con las iniciativas que resultaron ganadoras de esta convocatoria, destacamos aún más la participación de empresas y productores de regiones, eso es una clara señal que el interés y las ganas de innovar están presentes en todo el país".

También indicó que "la innovación en nuestro sector no es un privilegio, ni está destinada solo para los grandes, porque todo nivel de usuario (desde el pequeño hasta el grande) tiene una brecha de crecimiento que puede resolver innovando y así aumentar su competitividad y eso es lo que como Ministerio de Agricultura queremos fomentar y apoyar".

Las autoridades detallaron que por tipo de ejecutores, 32% corresponde a universidades, seguidos por micro y pequeñas empresas con un 28% y centros de investigación con un 20%. En relación a los rubros, los que tienen más alto número de proyectos adjudicados fueron fruticultura, alimentos, cultivos y hortalizas, apicultura y pecuarios.

Entre los proyectos que se empezarán a desarrollar este año, destacan por su grado de innovación el escalamiento comercial productivo del durazno betarraga a cargo de Botania SpA en el Maule y la obtención de nuevas variedades de mandarinas y limones sin semillas, impulsada por la PUC.

En otro ámbito, se comenzará una innovadora iniciativa con el arbusto nativo Palo Negro (Leptocarpha rivularis) en el sur, como alternativa de cultivo de alto valor para la agricultura familiar campesina.

Desde el sector alimentario, resaltan proyectos como la validación saludable de ingredientes funcionales desarrollados a partir de extracto de subproducto agroindustrial (orujo de uva tintorera) para uso en la elaboración de alimentos para la prevención de enfermedades no transmisibles.