Ahora que la modernización tributaria sigue su trámite en el Congreso y no se sabe cómo saldrá de ahí, expertos tributarios analizaron algunos de los alcances que podría tener este cuerpo legal. Uno de los puntos tiene que ver con la reintegración, que incluso en su momento se propuso analizarla por separado.
Mauricio Pérez Wilson, director ejecutivo de Consultoría Tributaria de EY Concepción, afirmó que en términos simples, la reintegración permite que la totalidad del impuesto que paga una empresa pueda ser rebajado del que paga el socio o dueño cuando retire las utilidades.
Claudio Bustos, abogado socio Bustos Tax & Legal, dijo no estar de acuerdo en que el sistema integrado sea regresivo. "Nuestro sistema de impuesto a la renta es progresivo por naturaleza, ya que el global complementario es de tasa progresiva, por tramo de renta, de tal manera que la persona que percibe mayores ingresos está en una mayor tasa de ese sistema que aquella que tiene menos ingresos. En otras palabras, el que gana más tributa más", expuso.
PUNTO DE VISTA
Sobre la forma en la que funcionaría la reintegración, Mauricio Pérez planteó: "Imaginemos que una empresa tiene una utilidad de $100 y paga un impuesto con tasa 27% ($27). Luego imaginemos que el socio retira la totalidad de las utilidades de la empresa y que la tasa de impuesto personal es 35%. Por tanto, el socio deberá pagar $35 de impuesto final ($100 x 35%), pero podrá rebajar $27 que pagó la empresa por esas mismas utilidades. Entonces, lo que finalmente paga el socio es $8. Cuando no existe integración plena (como el actual régimen 14 B) hoy ese socio debe pagar $17,45 pues sólo se permite imputar una parte del impuesto pagado por la empresa (un 65% del 27%)".
Pérez cree que el efecto que esto generará dependerá del punto de vista desde el que se haga el análisis, partiendo de la base que la reintegración indudablemente significará una menor recaudación para el fisco, del orden de los US$ 800 millones, y gran parte de ese monto proviene de aquellos que hoy pagan la tasa máxima de 35%.
Indicó que al mirar la cantidad de contribuyentes que serían beneficiados con una reintegración, la mayoría corresponde a la clase media, es decir, contribuyentes que pagan una tasa menor a 35% de impuesto final.
Sobre el sistema progresivo de la tributación, el abogado Claudio Bustos indicó que "esta característica del sistema tributario no se altera ni se pierde por el hecho de que el impuesto pagado por la empresa sea un crédito contra el impuesto del socio, pues dicho crédito es aplicable a todos por igual, sean grandes empresarios o pequeños empresarios pyme. Hay quienes dicen que es regresivo, porque el crédito beneficia más a la persona que está en una mayor tasa de global complementario, pero eso es un contrasentido en sí mismo, porque esa persona aprovecha mayormente el crédito justamente porque tributa más, está en una tasa más alta de tributación. En cambio, el sistema parcialmente integrado vigente en la actualidad sí es regresivo, pues impone 9.45 puntos de tributación adicional a todos los dueños de empresas sin distinción, tanto al gran empresario como al pyme".
¿MÁS REBAJA?
Sobre si existe la opción de bajar aún más el porcentaje de impuesto a las pymes que en la iniciativa legal, que es de 25% para todas las empresas, Pérez sostuvo que la autoridad anticipó que se avanzará en medidas que permitan mejorar el régimen especial para ellas, incorporando contabilidad simplificada y un aumento significativo del tope de ventas para acceder al beneficio, entre otros temas.
¿Es positivo esto? A su juicio, incorporar contabilidad simplificada aumentará el tope de ventas y permitirá el acceso automático a este régimen, los que son aspectos positivos. "La idea de los cambios que se discuten es permitir que ingrese la mayor cantidad de empresas al régimen pyme", apuntó.
Para Bustos, incluso, debiera ser menor, pues una pequeña y mediana empresa debiera tener exención de Primera Categoría hasta un cierto límite de ingresos, y luego soportar una tasa máxima de entre un 15% y 20%. "Sería más apropiado, a mi juicio, que la tributación de las pymes se incrementara por tasa en forma progresiva en la medida que genere mayores ingresos", manifestó.
Otro punto que sumó el Gobierno a la discusión es que el 1% de aporte por concepto de proyectos sobre US$10 millones se quede en las regiones. Al respecto, el director ejecutivo de Consultoría Tributaria de EY Concepción consideró que todavía no se puede calcular si la tasa es o no suficiente, pues no se tiene certeza de las condiciones y requisitos que pondrá el Ejecutivo para su aplicación.
"Indudablemente este será uno de los temas que generará bastante debate técnico, pues su naturaleza y operatividad es compleja. ¿Será sólo por construcciones? ¿Se aplicará a la suma de los proyectos anuales o cada proyecto en forma individual? ¿Qué sucede con empresas domiciliadas en una región y que invierten en otra?, etc. La redacción de la norma debería responder a éstas y otras interrogantes. Además, esto sería definitivamente un mayor impuesto para el empresario (aunque el gobierno lo denomine "aporte")", planteó.
En tanto, el abogado cree que ese porcentaje es insuficiente: "El problema de esta medida es que probablemente no todas las regiones tienen la capacidad de atraer inversiones de esta magnitud. En general, soy partidario de que la actividad económica en regiones se incentive más bien por la vía de beneficios y subsidios, y no estableciendo nuevos gravámenes".
