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Artistas intervinieron en Lota con varias acciones

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Las cuatro intervenciones en el espacio público, realizadas en la Feria de Lota, en el marco del segundo Encuentro Internacional de Arte y Desindustrialización, tuvieron los argumentos como para llamar la atención de los vecinos de la comuna carbonífera. Ésta es sede de el encuentro, que apela a desarrollar instancias reflexivas, siempre pensando en la retroalimentación.

Sumando la participación de nueve artistas, entre nacionales y extranjeros, el encuentro tuvo su primera versión en Tomé, el año pasado. Está organizado por un equipo integrado por Leslie Fernández, Eduardo Cruces, Oscar Concha y David Romero.

Para el cierre programado hoy, el último de los nombrados moderará una mesa, la cual se realizará en la ONG La Caleta. "Constituye el espacio de reflexión final destinado especialmente a la retroalimentación entre los invitados nacionales e internacionales del encuentro", comentaron los encargados.

Se trata, dijo, de un final colectivo, que "permita hacer una revisión de las jornadas de trabajo y cómo estas se proyectan para nuestros futuras acciones".

EN COMUNIDAD

Una de las actividades que más convocó el interés ciudadano fueron las performance de la primera jornada realizada el miércoles, en la popular feria lotina.

Como estaba pactado, a las 11 horas se inició el recorrido por el espacio con las performance programadas, a cargo de Wigzell; el artista e investigador Patricio Gil Flood (Argentina), el periodista artista investigador Samuel Ibarra (Chile) y el poeta experimental Pablo Rocu (Chile).

Fue, precisamente, éste último quien fue protagonista de una de las acciones más llamativas. El poeta se tomó una esquina de Cousiño cerca de la plaza casi entrando a la feria. "Fue una denuncia a la explotación y al actual complejo ambiental, que estamos viviendo", comentó, quien asumió el rol de un predicador, quien en la citada esquina se encontró con predicadores reales que acostumbran predicar en ese punto de la ciudad.

"Resultó bastante bien como performance, con las tensiones relacionadas que se pueden dar en estos casos", resumió Leslie Fernández, quien también hizo referencia a la participación de Gil. "Lo suyo tuvo fue una acción en torno al trabajo y al ocio, un proyecto en el que ha escrito la escuela del no trabajo en relación al arte", señaló la artista visual y académica, en relación a un recorrido en el cual participaron unas 20 personas.

Para llevar a cabo este encuentro de tres días, el equipo coordinar del proyecto contó con el financiamiento del Fondart Nacional, además del apoyo del Fondecyt UdeC.

Larrea Trip hace una parada en su viaje de sonidos con disco debut

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Sebastián Larrea cuenta que lo de "Jazz satánico", nombre de la primera placa de Larrea Trip, tiene algo de irónico, por ahí, para representar lo placentero, que puede resultar aquello, como idea, concepto y espacio para dejarse llevar en las búsquedas de una expansión de sonoridades infinita. "Podríamos estar tocando horas y horas", apunta.

El músico penquista agrega estar viviendo actualmente una tercera etapa en una carrera de más de tres décadas. Una que, literalmente, ha transitado entre el cielo y el infierno, como una metáfora sobre la búsqueda de sonidos, como también los silencios necesarios.

Algo de aquello se podrá sentir y palpar desde los sentidos cuando el trío que lidera el guitarrista presente este "Jazz satánico", placa de siete temas en un show programado hoy, a las 22.30 horas, en Casa de Salud (Brasil 574).

La jornada de esta noche, que Larrea comenta bordeará los 90 minutos -"dependiendo de como se vayan dando las cosas podría ser más"-, será para el lanzamiento en plataformas digitales de streaming como Amazon Music, Claro Música, Deezer, iTunes, Pandora, Rhapsody/Napster, Shazam, Spotify, Tidal y YouTube Music, entre otras. En un mes se lanzará el CD y durante el segundo semestre la producción en vinilo.

Los tiempos que se ha dado La Sangre para presentar el primer trabajo de una de las 14 bandas que tiene el catálogo del sello dirigido por Germán Estrada.

"Siento que yo lo hice al revés, es decir, durante casi cuatro años hemos tocado muchísimo. Germán hace como un año y medio me ofreció grabar el material, incluso cuando La Sangre estaba en proyecto", señala el guitarrista eléctrico sobre los siete cortes que se grabaron en el verano de 2018.

Añadió que tienen material como para hacer tres discos, pensando que suman un repertorio de 17 temas cuyos tiempos promedian los 10 minutos. "Por eso, queremos grabar el segundo luego", afirma, quien dice estar protagonizando su mejor etapa artística y creativa. En este momento, junto a Gonzalo Rojas en bajo eléctrico y Jorge Arriagada en batería.

TODA UNA AVENTURA

Para llegar a lo que vivirán esta noche, tanto los músicos como el público, es la parada de un camino musical que Sebastián Larrea viene transitando desde los 10 años. Desde las notas clásicas del primer violonchelo, al rock que lo tuvo junto a Explanada y Matapasiones en los años 90, para instalarse en Santiago desde 1994 a la búsqueda de nuevos horizontes.

Luego de 15 años en la capital -la que Larrea llama su segunda etapa-, tomó la decisión de regresar a Concepción, para hacer música.

Algo que no alcanzó a dar los frutos esperados en Santiago, donde estuvo en el otro lado de la vereda -sello Polygram y Universal- y que su ciudad natal le permitió desde su vuelta -tercera etapa- entre los años 2007 y 2008.

- Cuando tenía mi trío de jazz Sebastián Larrea Trío -con David Morales y Marlon Romero en 2015- encontré poco imaginativo llamarnos así (muy usual en el jazz) y llegué a trip en vez de trío. Una feliz coincidencia súper ligada a nuestra música que, efectivamente, apela al viaje.

El que propone Larrea Trip apela a muchas referencias sonoras, como también ser literarias. Desde el Krautrock y esos ambientes alemanes, pasando por Hendrix, las formas del jazz en su improvisación jammística, hasta el beat y el pop, la electrónica y Lovecraft, el escritor que late en ciertas composiciones del trío.

Con más de 200 presentaciones en vivo desde su nacimiento hace cuatro años, contando con su actual formación, lo que proponen estos músicos es una aventura de sonidos y sensaciones, de improvisaciones y ciertos arranques noise, que llevan al público hacia cotas donde lo inesperado toma forma.

"Se empezó a formar un grupo de seguidores, y cada vez tocábamos menos repertorio de jazz y más de mis temas", dice Larrea, quien se percató que liderando su proyecto tenía algo entre manos (antes fue parte de M.A.L., Kayros y Emociones Clandestinas desde 2012). "Me tuve que dar cuenta", señala, quien optó por tocar antes de intentar hacer un disco.

"La idea era generar el boca en boca. Tocar y no entrar el circuito paralelo", sostiene sobre un proyecto donde tampoco hay cantante. "A estas alturas de mi vida me encontré con esto y lo estoy disfrutando mucho más que a los 18 años", hace referencia en palabras que expresan la felicidad que implica Larrea Trip.

Un detalle que, finalmente, el guitarrista resume en que acá no hay ensayos previos, aunque sí patrones y una estructura. "La gracia es que puede mutar en el momento. Por miles de factores se pueden abrir nuevas puertas".