Secciones

Emprendedoras sampedrinas buscan imponer la cerveza tibia en el país

E-mail Compartir

Se conocen desde el 2009 y cada una había emprendido en diferentes ámbitos. Ellas son las ingenieras comerciales Jacqueline Jorquera y Silvia Cruces, quienes se unieron para elaborar la primera cerveza tibia en el país.

Ambas son de San Pedro de la Paz y cada una ha pasado por situaciones de dulce y agraz, en distintos empresas cada una, como un centro cosmetológico por parte de Silvia, mientras que Jacqueline tuvo locales comerciales de vestuario de niños y servicios de internet, además de trabajar 13 años en el rubro textil, puntualmente en Bellavista Oveja Tomé y Crosville, en su calidad de química. Luego estudio en la Universidad de Concepción.

Como las dos son inquietas, tomaron la decisión de hacer algo con cerveza, pero no la tradicional helada, sino una tibia. La idea la conoció Silvia en uno de sus viajes a Europa, en particular el 2005, cuando fue a Polonia. Estando ahí, un amigo la invitó a un bar, a pesar de la inmensa cantidad de nieve. Estando en el local le sugirió beber una cerveza tibia, algo que le llamó la atención y pensó en ese momento traer la idea.

"Ahora, ellos no usan tecnología para entibiarla, sino que tienen un método muy rústico, que es calentar un fierro, que al estar ardiendo, la colocan en la copa para temperar el líquido, algo que aún se aplica en el viejo continente", relató.

DESEOS DE PROYECCIÓN

Si bien pasaron muchos años de esa experiencia, la propuesta no la habían podido desarrollar porque realizó muchas actividades, hasta que apreció que Jacqueline había incursionado con locales comerciales y necesitaba a alguien que trabajara harto, tuviera deseos de proyección y estuviera decidida a hacer negocios, algo que no es fácil de hallar.

El agosto del año pasado, durante el cumpleaños de Jorquera, ahí se dio la oportunidad de conversar y emprender en algo como socias. Tras un mes, Cruces le comentó lo de la cerveza, lo encontró innovador y de inmediato le dijo que sí, tomando en cuenta su formación como química e ingeniera, entendía lo que es generar ideas comerciales y sobre todo que se trata de un bebestible distinto, que en Chile no está. Así nació "Kielce", un nombre de origen polaco que proviene de una fábula de ese país.

Es una propuesta con receta única, que la trajeron y la adaptaron al paladar local, en especial con el uso de esencias propias del país. También la endulzaron con productos naturales, pero lo importante de todo es que no tiene aditivos ni preservantes. Eso sí, recalcaron que no fabrican la cerveza, sino que se aliaron con un productor de Chiguayante, que elabora la variedad"rubia", con bajo grado alcohólico y de amargor, pues ésta queda bien al entibiarla, porque es dulce y tiene buena presentación.

"La idea es buscar más proveedores, que tengan un producto similar al que queremos en sabor, sobre todo porque es para el invierno. Por eso, las dos diseñamos un equipo que mandamos a hacer a Asia, porque los costos son bastante menores. Incluso, cuando tenía una fábrica de velas, contaba con un proveedor al que le compraba las maquinarias, las que importaba. Con él aún mantengo contacto, le dimos las especificaciones técnicas y la desarrolló, nos mandó el plano, lo aprobamos y la confeccionó", contó Silvia Cruces.

ETAPAS

Esta máquina entibia la cerveza y la deja a la temperatura adecuada para comercializarla en esta época del año. Hace unos días hicieron el lanzamiento para darla a conocer a los clientes, como pubs, restaurantes, centros vacacionales o de esquí, pero no es el consumidor final.

Ahora viene una segunda etapa, que es la degustación en los locales de los potenciales consumidores, para que no sea un golpe duro para el habitual bebedor de cerveza, "porque después de todo esto viene a ser un impacto y un cambio de cultura, porque todo el mundo se la sirve helada, refresca, pero será todo lo contrario", apuntó Jacqueline Jorquera.

Los pasos que han dado para este emprendimiento ha sido todos acorde a una idea de este tipo, partiendo por el patentamiento de la marca y del equipo, para lo cual contrataron un equipo jurídico que llevara adelante el proceso.

Reconocen que es un negocio muy distinto a lo que habían hecho y eso es un gran desafío.

Actualmente están en la etapa de introducción al mercado la que comenzarán con el apoyo del departamento de Fomento Productivo del Municipio de San Pedro de la Paz a través de su Aceleradora de Negocios donde podrán obtener herramientas sobre e-comerce y marketing digital.

"Revolución laboral digital" y modificación del mercado del trabajo

E-mail Compartir

Estamos en época de cambios importantes al interior de las industrias: una nueva forma de vender productos y servicios, así como una revolución en el modelo de negocio y en el mercado laboral. Vivimos una "revolución laboral digital".

Por una parte, las empresas están tecnologizando sus modelos de venta y despacho; por otra, los consumidores ya nos acostumbramos a comprar desde el sillón de la casa o del escritorio de la oficina, usando el celular y aplicaciones como Cornershop, Glovo o Rappi.

Cambia la forma de prestar y recibir servicios, donde destaca la revolución que ha significado Uber y Cabify en el transporte de pasajeros o Airbnb en la hotelería. Hoy, cualquiera puede convertirse en chofer o administrar su casa como si fuera una pieza de hotel.

Pero el cambio mayor, que es rápido y, tal vez, el que menos hemos asumido, es el que vivimos a nivel laboral, el cual no abarca solo la industria de las plataformas compartidas, sino que también ha permeado a todo el mercado del trabajo y modificado las relaciones laborales en todo el mundo.

Chile es parte de esta realidad. Con una fuerza de trabajo de 8,4 millones de personas, el empleo informal, donde se ubican quienes trabajan en estas aplicaciones, llega a cerca del 28,5%, unas 2,5 millones de personas, según la última Encuesta Nacional de Empleo. De ellas, miles trabajan en estas plataformas. Los conductores suscritos a Uber y Cabify, por ejemplo, superan los 95.000, y otras decenas de miles se montan a diario en sus motos y bicicletas para despachar pedidos para Glovo, Uber Eats o Rappi, por nombrar algunas.

Quienes prestan servicio en estas aplicaciones se consideran su propio jefe, organizan su tiempo y trabajan cuando quieren o lo necesitan. Las 45 horas de trabajo semanal ya no son la única opción. En la actualidad, se puede optar por bloques de horarios y el trabajador decide cuándo salir a prestar sus servicios.

Esta nueva forma de trabajar es una revolución sin vuelta atrás que no se quedará solo en las plataformas, sino que se convertirá en un desafío al interior de todo tipo de empresas, incluso en las más tradicionales. Estas serán cada vez más exigidas por sus trabajadores, que ya no querrán sentarse a esperar y entrar en un trabajo rutinario, pues la alternativa de ser Uber, Cabify o shopper de Cornershop existe con todos sus beneficios, que no son solo económicos.

Imagínese qué pasará cuando los jóvenes universitarios que fueron shoppers de Cornershop o manejaron para Uber entren a trabajar con un título universitario bajo el brazo. Ellos tendrán el mundo laboral que conocen como referente y punto de comparación. Trabajaron sin jefe, por metas y organizando su propio tiempo, entonces probablemente demandarán un trato similar en su empresa, querrán opinar, tener horarios flexibles, manejar su tiempo y cumplir las metas que ellos se imponen.

José Miguel

Sepúlveda, socio de TheHouse

Advisory.