Vecinos de Michaihue en alerta por basura y delincuencia
El Serviu terminó las obras de demolición de seis de los 15 edificios que formaban parte del complejo habitacional ubicado en Michaihue. Los inmuebles estaban deteriorados y en condiciones inhabitables que han alertado a la comunidad local por situaciones de riesgo que se desarrollan en el lugar.
Vecinos del sector agradecen la medida, ya que en el sitio eriazo se producían riñas, ajustes de cuentas y venta de drogas, situciones que mentenían en constante alerta a la comunidad.
Los edificios que fueron construidos en el 2000 tienen un decreto de demolición emitido por el Serviu desde el 2010, tras el terremoto del 27/F. Autoridades afirman que actuaron con rapidez y que trabajarán para reubicar a las 170 familias que residen de forma irregular en los nueve bloques en pie.
Comunidad en alerta
Joselyn Chamorro, residente cercana al sector explicó que "la delincuencia se ha visto más, porque se ponen a pelear entre ellos mismos por los materiales que van quedando y que quieren vender". También afirmó que la venta de droga es una de las actividades que se tomaron ese espacio cuando las personas que habitaban los bloques fueron reubicadas.
Joselin Solar vive tras el terreno donde se ubicaban las torres, asegura que no tuvieron problemas con las personas que ocuparon los inmuebles desocupados. No obstante lo que más les preocupaba era un tema sanitario. "Es un peligro, principalmente, por el tema de los ratones por el basural que hay allí", aseguró la mujer.
Caterin López, también residente cercana, declaró que la demolición que están haciendo es beneficioso para sacar la venta de droga de aquel lugar, aunque esta se traslade a espacios cercanos.
Las tres mujeres coincidieron en que en ese lugar podría ser destinado a áreas verdes para la comunidad.
"Lo que hace falta aquí es una plaza para los niños, porque las que hay son muy chicas y no están en buen estado, idealmente, con buena iluminación", opinó Chamorro.
Rescatando materiales
Acutalmente el Serviu está desarrollando la limpieza del terreno que incluye obras de desratización.
Mientras los camiones cargan la basura que allí se acumuló, aproximádamente unas 20 personas permanecen en el lugar recuperando diversos materiales entre los escombros para venderlos.
Un par de personas que habitaban las torres, edificaron viviendas provisorias en medio del sitio mientras continúan retirando los residuos que puedan aprovechar de la demolición.
Desgaste estructural
Tras el desplome de dos de los seis edificios abandonados ya se dio por finalizada la demolición del resto de las estructuras que se mantenían en riesgo de derrumbe. De los 15 departamentos, seis estaban deshabitados luego que el terremoto de 2010 produjera en ellos fallas estructurales irreparables.
Los trabajos de demolición comenzaron el 12 de abril y se concretaron en menos de una semana. El director del Serviu del Biobío, Juan Pablo González, indicó que "debido a la urgencia, se logró demoler la totalidad de los edificios que estaban en mayor peligro de colapso".
Mientras tanto, los nueve departamentos restantes están siendo ocupados de forma irregular por 176 familias, sobre las cuales se planea llegar a un acuerdo para que puedan retirarse y concretar la orden de demolición de las demás estructuras.
"Una de las opciones es usar nuestro subsidio de traslado transitorio, pero todo está en evaluación para llegar con la mejor solución de manera rápida y eficiente", sostuvo González.