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Excluir el gluten no es una opción saludable para todos

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Aunque la dieta libre de gluten es el pilar del tratamiento de quienes padecen la enfermedad celiaca, actualmente el reducir o eliminar el gluten de alimentación se ha transformado en una tendencia que siguen muchas personas sin tener la necesidad fisiológica de hacerlo realmente.

Pero, ¿esto puede tener consecuencias?

Para comenzar a aclarar, Paola De la Vega, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello, explica que el gluten es una proteína presente en los cereales de consumo habitual trigo, avena, cebada y centeno; además de otros como la malta, espelta o farro.

Considerando lo anterior, la nutricionista afirma que cuando una persona excluye estos alimentos de la dieta puede ser riesgoso, pues advierte que puede llevar a sufrir deficiencias del complejo B, de fibra y de hierro, y todo déficit puede tener una consecuencia en la salud.

Destaca, además, que no se debe olvidar que las harinas de trigo usadas en Chile son por normativa fortificadas con ácido fólico y hierro, entre otros nutrientes.

MITOS

En relación a lo expuesto y la tendencia de seguir dietas reducidas o que excluyan el gluten, según el planteamiento de la nutricionista Paola De La Vega esto también se vincularía a ciertos mitos que desmiente.

Uno es que muchos atribuyen los malestares intestinales a consumir esta proteína y la excluyen creyendo que es la forma de solucionarlo, respecto a lo cual sostiene que si alguien sufre dolencias gastrointestinales debe acudir a un especialista y, ante la sospecha de enfermedad celiaca, se realizarán distintos exámenes. Comenta que en caso de no presentar la patología y recibir un cuadro de sensibilidad al gluten no-celiaca la indicación es acudir a un médico y a un nutricionista quien dará directrices de una correcta alimentación y suplementación de vitaminas.

Agrega que no es cierto que dejar el gluten es un método para reducir peso, porque eliminarlo no significa disminuir calorías. Así, si lo que se busca es controlar o bajar peso corporal, el llamado de De La Vega es a leer el etiquetado y escoger alimentos saludables, entre los que destaca los integrales y llama a incorporar granos como la quinoa o el mijo.

Transparencia y confianza guían los nuevos estilos de trabajo

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En un mundo laboral que está experimentando cambios en las formas de hacer el trabajo, también se están practicando otras maneras de relacionarse, siempre con el objetivo de lograr ambientes de mayor bienestar.

Aquí, las redes sociales están impactando de manera importante en los estilos de relaciones, según Leire Cosgaya, responsable de Transformación Cultural de Grupo Cygnus. Esto tiene que ver con que hoy todas las personas usan constantemente distintas plataformas, donde interactúan y opinan, lo que no se debe perder de vista, afirmando que "las organizaciones deben facilitar y potenciar ambientes de trabajo donde las personas sientan tranquilidad y confianza de manifestarse tal cómo son, sin tener que ponerse una máscara, y puedan expresar sus opiniones y emociones de forma transparente y genuina".

Algo que contraste con estilos tradicionales que aún llevan algunas organizaciones, como aquel jerárquico donde el gerente manda y decide, y los empleados obedecen; o bien el competitivo. "Estos estilos generan angustia, sufrimiento y una cultura del miedo a ser reemplazado o despedido al dar una opinión, manifestar emociones y vulnerabilidad", explica.

En cambio, la clave del nuevo estilo de relaciones en los equipos de trabajo es la transparencia y confianza entre las personas. "En un ambiente laboral confiable y cercano las personas pueden manifestar sus emociones y el equipo de trabajo asumir cuando alguien tiene un problema personal y no rendirá como lo hace habitualmente", aclara.

Asimismo, recalca que en estos ambientes laborales las personas pueden dar sus opiniones y que éstas sean consideradas en la gestión diaria del trabajo.

Agrega que también se transparentan situaciones como los motivos de desvinculación de un trabajador, para así no generar incertidumbre. "Las nuevas formas de relacionarnos en el trabajo asumen que vivimos en un mundo complejo. Este cambio permitirá que las personas vayan cada mañana con gusto a trabajar, disfruten de su trabajo, aumente el bienestar colectivo, cuiden su salud corporal y mental porque baja el estrés y angustia, y aparecen las personas tal como son y en plenitud", concluye.