La noche del domingo 24 de febrero, el Cerro San Cristóbal de Santiago sufrió un incendio que arrasó más de dos hectáreas de arbustos, pastizales y árboles del Parque Metropolitano. La cercanía y avance del fuego obligó a la evacuación preventiva de algunos animales en peligro de extinción que permanecen en el Zoológico Metropolitano, colindante con la parte del cerro siniestrado.
Esta situación puso en el tapete la realidad de estos centros en el país y abrió la pregunta sobre cuáles son los planes que tiene, frente a una emergencia similar, el Nonguén Zoo Concepción.
Con 360 animales y visitas que van entre las 600 y 1.000 personas por fin de semana, en temporada alta, el centro ubicado en el sector Nonguén funciona desde 1978.
¿QUÉ HACER?
Por norma legal, todos los zoológicos deben tener un plan de prevención frente a catástrofes, fiscalizado por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
De acuerdo a Cristóbal Castillo, médico veterinario del recinto, "siempre estamos en alerta. Cuando en noviembre comienzan a avisar que será un verano complicado por los incendios forestales se comienza a tomar medidas como desmalezar, estar pendientes siempre con los vecinos y reforzar los cortafuegos existentes en torno a la propiedad". Además, aseguró que hay una coordinación permanente con las fuerzas armadas, bomberos y el Gope.
En caso de incendios, el recinto cuenta con mangueras para proveer de agua cada 50 metros. Lo más complicado en este caso sería un incendio que afecte las zonas cercanas a la jirafa o el oso, ya que son animales difíciles de movilizar debido a su peso.
En un caso de emergencia, según Castillo, "la jirafa cuenta con un recinto muy alto y está hecho de concreto, por tanto, es difícil que se queme. Lo mismo sucede con el oso. Lo más seguro, en ambos casos sería mantener a los animales en el recinto y proteger las áreas colindantes".
En el caso de camélidos, aves, ciervos, canguros, incluso leones o tigres, entre otros, no representan grandes riegos para el manejo en caso de emergencias.
"Debido a la zona de emergencia por incendios forestales, las fuerzas armadas también piden los planes de emergencia del zoológico y hay una comunicación constante. Pero con bomberos y el Gope, el contacto es permanente", asegura el profesional.
En caso de ser extremadamente necesario evacuar las instalaciones, la zona del acceso es el lugar destinado a albergar algunos animales, sin público. Además, existe una coordinación con el Zoológico Metropolitano en el caso que se deba trasladar algunos animales.
A diferencia del recinto capitalino, que aplicó el criterio de especies en peligros de extinción para su evacuación a raíz del incendio que afectó al Cerro San Cristóbal, para Castillo al zoológico penquista se le haría mucho más fácil evacuar. "Contamos con tres vehículos que siempre están disponibles para trasladar especies y podríamos hacerlo en mucho menos tiempo. Por las dimensiones del parque, el número de especies y el acceso no priorizamos en especies, porque tenemos la posibilidad de poder sacar a todos los animales", precisó.
EDUCACIÓN
Producto de la emergencia vivida por el Zoológico Metropolitano, hay también voces que abren el debate sobre la necesidad de contar con estos espacios.
Para Joaquín Rojas, presidente de Colmevet Biobío, "actualmente, los zoológicos son instituciones que han derivado sus funciones en la mantención de animales que, por diversos motivos, no pueden ser reinsertados en su hábitat natural. A la preservación de especies en peligro, también se suma el rol educativo que cumplen, ya que son importantes para crear conciencia sobre la mantención de la biodiversidad".
Además, para Rojas, "hoy los zoológicos no se abastecen de animales retirados de su ambiente naturales para exhibirlos, ni de la caza. Son rescatados y hace 80 o 100 años atrás, las condiciones era otras".
"Obviamente, nadie quiere ver un animal enjaulado o en condiciones de restricción de espacios, pero hoy hay muchas normativas en relación al espacio, por ejemplo, sino que también en enriquecimiento ambiental y rutinas para que no se estresen", agregó.
En esa misma línea, Castillo destaca la evolución de los zoológicos como centros de educación y conservación.
"Tenemos especies que sirven de banco genético y podemos entregarlos para reproducción. Un punto muy importante aquí es la educación, recibimos muchos niños, les contamos que animales hay, porque están en riesgo y cuales se extinguen. Además, también hacemos visitas a colegios de la zona. Para nosotros es muy relevante", asegura Castillo.