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EE.UU. quiere volver con misiones tripuladas a la Luna

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Este año se cumplen 50 desde que la humanidad pisó por primera vez la Luna, un hito que marcó la carrera espacial y el desarrollo científico en el mundo, pero desde 1972 el satélite natural sólo ha recibido sondas y maquinaria para continuar su análisis.

Algo que la NASA pretende cambiar con viajes tripulados para el 2028 y ahora con visitas más prolongadas. Así lo declaró el administrador de la NASA, Jim Bridenstine, en una conferencia esta semana confirmando los planes que la renovada directiva impuesta por el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que propone los viajes a la Luna como una prioridad para la agencia espacial, por sobre el objetivo de Marte.

"Esta vez, cuando vayamos a la Luna, realmente lo haremos para quedarnos. No vamos a ir a dejar banderas y huellas y después volver a casa para no regresar por otros 50 años", detalló.

Agregó que el plan diseñado "lo estamos haciendo distinto a cualquier otro país en el mundo. Lo que estamos haciendo es hacer [estos viajes] sustentables, para que así podamos ir y volver regularmente con humanos".

Fue en 1971 cuando el entonces presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, propuso cancelar las expediciones 16 y 17 de estos viajes a la Luna, algo que fue debatido por Caspar Weinberger, subdirector de la Oficina de Administración y Presupuesto de la nación lo convenció de mantener estas misiones.

Las que no sufrieron la misma suerte fueron las Apollo 18, 19 y 20, viajes que nunca vieron la luz. Fue principalmente por temas de presupuestos que la humanidad no ha regresado a la Luna, dado que en medio de la Guerra Fría, la potencia americana había dejado claro su triunfo de la carrera espacial frente a Rusia y a las autoridades dejó de parecerles interesante continuar.

El récord de la NASA

La NASA es la única organización en el mundo que logró llegar al satélite de la Tierra con tripulación humana, un hito que se repitió otras cinco veces.

La aventura de leer a los niños y niñas

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Los primeros años de vida de cada persona son esenciales y marcan en muchos sentidos lo que será su desarrollo futuro. Muchas de las experiencias que vivimos en esta etapa, dejan profundas huellas para nuestra vida adulta.

Si bien es importante que la iniciación a la lectura sea parte del proceso educativo de niños y niñas desde la sala cuna, este aprendizaje necesariamente tiene que ir acompañado por la familia. Leer a nuestros hijos e hijas fortalecerá los vínculos y ayudará a crear una conexión muy especial. Es importante que los padres y educadoras, no presenten la lectura como una labor más, sino como un momento mágico, que nos permite imaginar, soñar y viajar a diferentes lugares, también que sea un momento para compartir, reflexionar y aprender de las diferentes enseñanzas que nos dejan los libros.

El entusiasmo transmitido en cada letra es el primer paso para inculcar la aventura de leer a los niños y niñas. A partir del primer día de vida, un bebé escucha, siente, toca, observa, y si bien no puede "comprender" todo, da significado al mundo, de acuerdo a las expresiones y actitudes del adulto.

Para la lectura debemos buscar momentos, en los cuales, nos concentremos únicamente en esta tarea. Que sea un instante de disfrute en que se amplíe el lazo afectivo, a través de un libro, por el calor de la voz de la mamá, por estar en sus piernas, por el momento de armonía. En el tiempo de calidad que se le dedique a la lectura está la clave para afianzarla como hábito en el niño.

De ahí la importancia de leer historias con diversos recursos para animar la narración (onomatopeya), como sonidos para crear expectación o recrear ambientes, por ejemplo, decir "guau" para indicar un perro o "juuuuuu" para señalar el viento. Los niños y niñas pondrán mucha atención en la expresión de su rostro, la inflexión de su voz y sus gestos. Por eso, es muy importante que maneje y comprenda bien el texto con anticipación, de manera que pueda contarlo con la intención adecuada.

Una vez elegido un libro, siéntese a leer con ellos, comenzando 15 minutos, dos veces a la semana y verá como la relación con su hijo cambiará y estará formando un niño o niña, con alta capacidad de concentración, habilidad de pensamiento lógico, un buen comunicador, y lo más importante una persona segura y llena de valores positivos.

Motivar a los niños y niñas, para que ellos se interesen por la lectura es el mejor legado que podemos hacer como adultos, por lo tanto, el tiempo y energía que invirtamos en eso, siempre será de gran valor.

La invitación es a aprovechar el tiempo con nuestros hijos e hijas, que los tiempos sean de calidad en familia, donde ellos se sientan seguros, queridos y acompañados en sus juegos e imaginación, a través de la lectura.

Directora regional JUNJI Biobío