San Pedro apunta a la buena música en verano
La comuna sampedrina se está sumando cada vez con más fuerza a esa tradición que apuesta por la realización de festivales musicales al aire libre, particularmente aprovechando las condiciones naturales que propone el Parque Laguna Grande.
Justamente, el jazz se presta para disfrutar en familia y de manera relajada, mientras el sol se despide entre cálidas brisas vespertinas. Es lo que se apreció durante este fin de semana con la sexta versión del Festival Internacional de Jazz de San Pedro de la Paz.
El Anfiteatro fue el epicentro de dos jornadas coronadas por buena música y sorprendentes exponentes.
De este modo, la jornada del jueves estuvo marcada por la diversidad sonora, aunque sin caer en extremos estilísticos. Es así como tanto el saxofonista radicado en México, Cristián Mendoza, como el guitarrista francés Michael Veleanu presentaron propuestas de jazz moderno con toques de bebop, funk, y las infaltables baladas íntimas en la senda de Miles Davis o John Coltrane, incluyendo los clásicos solos con los respectivos aplausos del entusiasta público.
Pero lo más novedoso de la primera noche fue la banda penquista Los Temibles Sandovales con su incursión en el hot jazz o jazz gitano de los años 30 en alusión a Django Reinhardt. "Hicieron una presentación increíble y el público, sin duda, lo supo agradecer con sus aplausos (...) Sin duda, darán que hablar", destacó María Angélica Ojeda, gerente de la corporación cultural organizadores del evento.
MÁS SORPRESAS
El cierre del festival, la tarde del sábado, trajo nuevos descubrimientos. Fue el caso del grupo penquista Piukeyén, proyecto liderado por el tecladista Edgardo Campos junto al baterista Víctor Henríquez y la cantante Johana Hitschfeld. Llevan el concepto de la fusión a nuevos límites con exploraciones como la sombría versión de "Arauco tiene una pena" (Violeta Parra).
El broche de oro fue el grupo alemán JinJim con su despliegue de estilos. Su propuesta se acerca más al rock progresivo de grupos como Focus, King Crimson o Jethro Tull que al jazz standar que se vio en otras visitas internacionales. Lo bueno es que encantaron a las más de mil personas en el recinto.