Durante los últimos años las personas han comenzado a tomar conciencia del cuidado de sus mascotas. Hoy, a los tradicionales perros y gatos, se suman un sinnúmero de animales que las personas adoptan como compañía.
El abanico para su cuidado es amplio, desde hoteles, servicios de adiestramiento canino, kinesiológicos y odontológicos, hasta servicios funerarios, acupuntura y fotografía. Nuevas iniciativas que abren numerosas oportunidades de negocios.
De acuerdo a la última encuesta Adimark, el 64% de los hogares chilenos tiene una mascota. Según el mismo estudio, las familias chilenas destinan, en promedio, más de $25 mil de su presupuesto mensual al cuidado, mantención y ocio de los animales. Además, un 70% lleva a su mascota al veterinario.
La recomendación, el boca a boca y las redes sociales, son fundamentales para la difusión de estos nuevos servicios.
Alojamiento
Con la llegada de las vacaciones y la época estival los dueños se enfrentan a un dilema. ¿Qué hacer con la mascota?
Hace un año y medio, María-Paz Cataldo Villegas, médico veterinaria y dueña del Hotel Mascotas del Centro Médico Veterinario Magallanes, tuvo la idea de abrir un servicio de hotelería para mascotas.
"Comencé a cuidar mascotas en casa y no tenía el espacio suficiente. Luego, cuando me fui a vivir con mi pareja, nos compramos un bulldog francés y yo ya tenía un gato, cuando nos tocó viajar no teníamos donde dejarlo", comentó.
De ahí en adelante comenzó a buscar servicios de hotelería para sus animales y pese a que los encontró, no quedó satisfecha, ya que "las mascotas quedaban en jaulas y no me aseguraba un bienestar".
Ese fue el punto de partida para crear un servicio que entregue el mayor bienestar posible a las mascotas y sus familias.
La mayoría de los huéspedes de Hotel Mascotas presentan estadías largas, las cuales deben ser reservadas con anticipación. "Tenemos cupos limitados. Máximo ocho perros y uno o dos gatos. Durante el verano, vacaciones de invierno y septiembre, es cuando más se llena. Dos meses antes de esas fechas, ya tengo los cupos llenos", detalló.
Pese a que los huéspedes más comunes son perros y gatos, según Cataldo, "estamos abiertos a cualquier otro tipo de mascotas, entregando los requerimientos necesarios para su cuidado".
El hotel, a diferencia de otros servicios parecidos, tiene habitaciones separadas, las que cuentan con una cama y un lugar para la alimentación.
Los valores diarios van de los $10 mil a los $12 mil, dependiendo de la época. Siempre con previa reserva.
"Quienes trabajamos acá somos veterinarios y hacemos supervisión todo el día. Notificamos permanentemente a los dueños y nos aseguramos de que todos los huéspedes que van a ingresar, lo hagan sanos y que salgan en la misma condición.", sentenció Cataldo.
Comportamiento
Convivir con animales no siempre es una experiencia grata. Problemas de conducta y adaptación pueden mermar la sana convivencia amo-mascota.
Con esa idea en mente, Gabriel Montero Moya, creador de Adecan y médico veterinario, comenzó a entrenar a sus propios perros.
De ahí en adelante, luego de realizar un curso de adiestramiento en Santiago y darse cuenta de lo avanzado que estaba el tema allá, comenzó a dar forma a su emprendimiento. Según el médico veterinario, en el caso de Concepción "lo vi mucho más limitado y encontré la opción de construir un negocio aparte, trabajar con los animales en función de la conducta". De eso han pasado ya dos años.
"De a poco comencé a construir el oficio del adiestramiento, además de conectarlo aún más con la medicina veterinaria a través de la etiología clínica (estudio científico del comportamiento animal)", comentó.
De acuerdo a Montero, la recepción ha sido buena y "siento que a la gente le interesa mucho ayudar a sus animales y salir de lo típico. Empecé a ver que la idea de que el perro es del patio o que solo se alimenta, está cada vez más atrás".
"Los principales problemas que hay son la agresividad, que es un potencial problema de salud pública. También se repiten situaciones de eliminaciones inadecuadas, es decir, orinan donde no deben. Problemas de socialización, que complican la convivencia con humanos u otros perros. Son los más típicos", destacó el médico veterinario.
El servicio, dirigido a perros y gatos, tiene un valor de entre $20 y $25 mil por sesión.
Para Montero un elemento diferenciador de su trabajo es el uso de refuerzos positivos en desmedro de collares de ahorque. "Todo con premio y felicitaciones, tampoco uso amonestación verbal, solo felicitaciones", destacó.
El tratamiento no está destinado, exclusivamente, a corregir conductas no deseadas, sino que también está abierto a crear otras que el dueño desea. Tampoco existe un límite de edad, según el médico veterinario, "lo ideal es que fuese desde antes que la mascota llegué a la casa, pero en cualquier momento de su vida puede aprender, siempre se pueden hacer cosas con ellas, en todo momento".
EL ÚLTIMO Adiós
Al igual que en los humanos, para las personas el momento más difícil de la convivencia con mascotas es el momento de la muerte.
Algo que Jorge Bejarano González, ingeniero civil químico y dueño de Bapets, entendió a la perfección hace cinco años.
Luego de reflexionar sobre el tema y ver el potencial del negocio, Bejarano presentó un proyecto a Innova Biobío y salió favorecido, "con esos $10 millones que me dieron logré crear el equipo necesario, adaptando un modelo estadounidense".
Lo novedoso de esta innovación es el reemplazo de la tradicional cremación, por un proceso de hidrólisis alcalina, es decir, se realiza con agua y químicos.
Dicho trabajo es más ecológico, no genera gases contaminantes y consume un tercio menos de energía que una cremación con carbón. Además, el servicio contempla comenzar a utilizar energía solar para disminuir el gasto energético y "hacerlo aún más ecológico", según detalló.
"La mascota se coloca en un canastillo, se imprimen las huellas, luego se ingresa al equipo que realizará el proceso, se introduce el químico y al cerrarlo, se incorpora el agua que se requerirá para la hidrólisis. Terminado el tratamiento, se descarga el líquido y se concentra", detalló Bejarano.
Una vez concluido el proceso, el agua utilizada en él puede ser reutilzada como fertilizante para plantas y, una parte, es entregada a los dueños si estos lo solicitan. Para Bejarano es otra forma "de ir cerrando el ciclo y dar vida".
Además de perros y gatos, Bapets ha realizado servicios para hámsters, gallinas, erizos de tierra, hurones, tortugas, palomas, cuyes, conejos, loros, entre otros, y están abiertos a recibir cualquier tipo de animales, dependiendo las dimensiones.
El servicio tiene un costo de $60 mil para mascotas pequeñas y $120 mil para más grandes. El valor incluye el retiro del animal en casa o clínica veterinaria, el proceso y la entrega del ánfora a los dueños. El plazo de entrega es el más corto posible, ya que, según el ingeniero "se entiende la necesidad de cerrar el ciclo del duelo".