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Fuegos artificiales provocan miedo y alto nivel de estrés en los perros

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Este año, distintas comunas del país optaron por suspender los shows pirotécnicos como una medida para proteger el medioambiente y a los animales. Y es que se ha estado sensibilizando respecto al hecho de que, especialmente los perros, pueden verse muy afectados por el ruido que emiten los fuegos artificiales.

El médico veterinario del laboratorio Drag Pharma, Patricio Moreno, precisa que esto se explica porque tienen una alta sensibilidad auditiva, que es 3 veces superior a la del ser humano, especialmente en estímulos sonoros intensos, ya que los canes se caracterizan por su gran capacidad de captar sonidos a altas frecuencias, y pueden percibir sonidos que para el hombre son imperceptibles.

Es por ello que el profesional sostiene que "las celebraciones y especialmente los fuegos artificiales les provocan miedo y un alto nivel de estrés", y que por este motivo puede tener cambios en su comportamiento, reaccionar con agresividad, aullar constantemente e incluso algunos podrían fugarse del hogar.

Cuenta que existen productos que pueden actuar como tranquilizantes, pero deben ser administrados previa consulta con el médico veterinario. No obstante, hay otras medidas que se pueden tomar para resguardar la integridad de la mascota ante el inminente efecto que puede causar en ellos la pirotecnia.

Una es dejar al can en un dormitorio o lugar cerrado y protegido, para disminuir la exposición al ruido, pero que es importante que el sitio tenga ventilación de aire. Otro consejo es acariciar al perro para darle tranquilidad y nunca dejarlo amarrado, pues en su desesperación podría tratar de correr o saltar y ahorcarse con su amarra. Por último, apunta que es recomendable colgarles un collar con una identificación y teléfono de contacto en caso de fuga y extravío.

Uso de antiácidos debe restringirse sólo a molestias puntuales

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Estos días son sinónimo de relajo y celebración, y también de grandes banquetes y de consumo de alcohol en importantes cantidades.

Pero, desde la algarabía de la fiesta y de los excesos al comer y beber se podría pasar a una molesta consecuencia: la acidez estomacal. Es así que no son pocos los que además de estar preparando los panoramas están resguardando un arsenal de fármacos como omeprazol, ranitidina y antiácidos en caso de requerirlos.

El punto a considerar es que así como todos los medicamentos, estos no deberían estar sujetos a la automedicación, sino que ser indicados por un experto, sobre todo porque las acciones son distintas. Al respecto, la químico farmacéutica Valeria Jorquera, detalla que "el omeprazol impide la producción de la secreción ácida, mientras los antiácidos actúan neutralizando directamente el ácido, elevando el pH gástrico a 4 o 5".

ALGUNOS EFECTOS

La también académica de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello, se detiene en el consumo de antiácidos, afirmando que "estos medicamentos deben ser restringidos para molestias puntuales. No deben usarse como tratamiento a largo plazo", pues son diversos los efectos indeseados que puede provocar abusar de estos. Sobre esto, advierte que "los usuarios de antiácidos pueden experimentar sabor a tiza en la boca, calambres estomacales, alteraciones en la respiración, sequedad bucal, constipación o diarrea, flatulencias, confusión mental, dolor de cabeza, debilidad, fatiga, dolor de huesos".

En este mismo sentido, la profesional también destaca que existen ciertas preparaciones o mezclas de antiácidos en cuyas fórmulas hay concentraciones elevadas de sodio, por tanto no deben administrarse a pacientes con dieta hiposódica. "Particularmente, el uso de bicarbonato de sodio puede llegar a producir alcalosis sistémicas, efecto rebote (incrementar la secreción ácida) y pueden afectar la absorción de otros medicamentos, pudiendo incluso requerir asistir a un servicio de urgencia", puntualiza para advertir.

Jorquera no puede dejar de mencionar que mezclar alcohol con fármacos siempre implica riesgos, y que los antiácidos no son la excepción, por lo que llama a evitar peligros. "El consumo de alcohol junto a los antiácidos, disminuye su efecto, por lo que no debe beber alcohol durante el tratamiento. Por otra parte, el alcohol es irritante del estómago y puede empeorar el malestar", asevera.

RECOMENDACIONES

A partir de lo expuesto, y considerando que los antiácidos deben ser usados en casos puntuales, Valeria Jorquera cuenta que existen distintos tipos, por lo que las dosis varían por este motivo y también de acuerdo a las patologías que podría tener un paciente.

Pero, como aspecto general recomienda 1 comprimido de aquellos que contengan hidróxido de aluminio, 2 o 3 veces al día, en el caso de adultos. Para las sales de fruta precisa que es 1 sobre o medida interna del tapón del frasco (5 gramos de polvo efervescente) disuelta en un vaso de agua cuando se den los síntomas. No deben tomarse más de 2 dosis en un periodo de 24 horas, destaca.

Por último, aconseja "tomar estos medicamentos entre 1 y 3 horas después de las comidas", y recuerda que "no deben utilizarse estos medicamentos por más de 1 semana sin indicación médica".

señales

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Una observación relevante del terremoto de Iquique (2014), es que desde 15 días previos cambió la dirección de desplazamiento de las placas acopladas, moviéndose en sentido contrario a la de subducción; la misma en que se mueve la placa continental en un terremoto, pero ocurrió de forma lenta en ese periodo. Lo mismo sucedió 2 días antes del sismo 6,9 de Valparaíso de 2017. Ahí la relevancia de mantener más y mejores equipos GPS, ojalá también en el fondo marino, para estar alerta a un posible destrabamiento previo, aunque no se sabe si es un fenómeno excepcional o frecuente antes de un sismo. También, la energía se puede seguir liberando en sismos menores por más tiempo del esperado. Marcos Moreno dice que esta información es conocida por el Centro Sismológico Nacional.