Mujeres cuidemos nuestro suelo pélvico
El piso pélvico está formado por músculos y tejido conectivo que permiten el cierre de la parte inferior del abdomen, comportándose como una hamaca flexible de apoyo para la vejiga, aparato genital interno y recto.
La disfunción del piso pélvico (DPP) consiste en un conjunto de problemas clínicos funcionales, responsable de patologías como incontinencia de orina, incontinencia fecal y disfunciones sexuales. Las DPP afectan a un tercio de las mujeres adultas, siendo la prevalencia media del prolapso un 19,7%, de la incontinencia urinaria un 28,7% y de la incontinencia fecal un 7%.
Uno de los principales factores de riesgo es la edad, las mujeres entre 45 y 54 años tienen casi el doble de probabilidades de prolapso en comparación a las de 15 a 24 años. ; y la multiparidad, a pesar de que la nuliparidad no es un factor protector, ya que 1 de cada 5 mujeres sin hijos evidencian algún grado de prolapso. Sobrepeso y obesidad, enfermedades del colágeno, embarazo, historia familiar, constipación, macrosomía fetal, período expulsivo prolongado del parto, episiotomía, incrementos de la presión intraabdominal, menopausia y cirugía pélvica previa son también factores que influyen en las DPP.
La calidad de vida de las mujeres con DPP se afecta por sus síntomas, con importantes consecuencias sociales, psicológicas, laborales, domésticas, físicas y sexuales, ya que los cambios físicos como el prolapso tendrían un efecto negativo en la percepción del cuerpo de la mujer, afectando su sexualidad. Estas mujeres reportan mayor prevalencia de depresión y respecto a la percepción de la imagen corporal y cognitiva se sienten sucias, asexuadas y menos femeninas. En su vida íntima, eluden las relaciones sexuales vaginales, experimentan menos placer sexual, deseo y satisfacción.
En una publicación de nuestra unidad académica, se establece un modelo dinámico de búsqueda de atención en salud de parte de las mujeres que padecen de incontinencia de orina, que dependería de determinantes facilitadores y obstaculizadores, como frecuencia y cuantía de los síntomas, mecanismos de adaptación, creencias sobre las causas, reacción de sus parejas, familiares, amistades o compañeros de trabajo, así como también la formación de recurso humano de los centros de atención primaria y aspectos relacionados a las unidades especializadas en piso pélvico de los hospitales de alta complejidad. Todo resulta una herramienta muy útil para mejorar la calidad de la atención.
Las repercusiones de las DPP, aunque no suponen un riesgo vital, requieren un abordaje profesional multidisciplinario para educar sobre la existencia y la importancia que tiene el suelo pélvico, la pesquisa y derivación oportuna a los centros especializados y su manejo a través de tratamiento conservador o quirúrgico. Matrón o matrona, tiene la responsabilidad de incentivar y realizar la preparación y fortalecimiento del piso pélvico para el parto, otorgar una asistencia adecuada de éste y su recuperación postparto con enfoque preventivo, con la finalidad de disminuir los riesgos que podrían desencadenar una incontinencia de orina o un prolapso a largo plazo. La prevención es necesaria y resulta.
Carolina Bascur
Jefa Carrera
Obstetricia y
Puericultura
UdeC