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Concepción, ciudad científica

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Este año estuvo cargado de actividades de divulgación científica, que aún siguen haciendo eco desde el Gran Concepción hacia todo el país. Me refiero a eventos como Ciencia Sin Ficción o el Congreso Nacional Escolar de la Ciencia y la Tecnología de Explora, con los cuales nos hemos posicionado como la capital científica de Chile.

Ser una ciudad científica no debe ser un título que se "obtenga" tan sólo por eventos, encuentros, talleres o charlas de divulgación, sino que debe ser una forma en la que el Gran Concepción funcione, crezca y se desarrolle.

Hoy, por ejemplo, existen empresas que están a la espera de resoluciones públicas que les permitan la construcción de una serie de edificios de departamentos en una zona de la ciudad altamente poblada y congestionada; donde las "horas punta" pueden significar una demora de más de 20 minutos, en sólo llevar un vehículo por una cuadra.

Este tipo de decisiones no debería ser tomada solamente por las autoridades encargadas de analizar requisitos de forma en relación a la planificación urbana, sino también con la colaboración de los expertos de la zona, (CEDEUS de la UdeC, por ejemplo). Ellos están altamente capacitados para orientarnos de los efectos reales y a largo plazo -desde una perspectiva científica- de dicho aumento en la densidad inmobiliaria.

Por otro lado, el sector de "Remodelación Paicaví" se ha visto convulsionado, por la venta de una de sus áreas verdes para dar espacio a la construcción de una automotora. Sin embargo, estudios recientes en zonas urbanas de Estados Unidos demuestran que éstas, traen beneficios no tan sólo ambientales, sino que contribuyen a la baja en los crímenes violentos, en la sensación de miedo y en los episodios depresivos de sus vecinos.

Una iniciativa disruptiva fue presentada en redes sociales por la Red de Investigadoras, ofreciendo servicios de asesoría científica gratuita a parlamentarios. Esta medida fue un intento acertado de visualización, no sólo para tener más presencia de mujeres en ciencia, sino para hacer de la ciencia, parte fundamental del funcionamiento legislativo y ejecutivo; más aún cuando la instalación de Andrés Couve como nuevo Ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, recién comienza.

La Región necesita que su capital científica forme parte rutinaria de los equipos que asesoran a las entidades públicas y privadas que generan impacto en la estructura, funcionamiento y desarrollo. Debe transformarse en ejemplo de integración de científicos para el resto del país, generando un cambio de visión en la administración pública y privada, que impacte a todos los que vivimos, crecemos y hacemos familia en el Gran Concepción.

A 24 días de que inicie la octava versión del Congreso Futuro, el evento de ciencia más importante en Latinoamérica ya tiene aproximadamente 22.550 personas inscritas en nuestra capital.

Así lo confirmó el equipo organizador, que a cuatro días y medio de habilitar el sistema para las inscripciones ya agotó el 83% del total disponible.

"En función de la experiencia de años anteriores, sabemos que el Congreso genera gran expectativa de ser parte en primera persona de estas charlas que reúnen a más de 110 expertos nacionales e internacionales", cuenta a este medio Nicolás Fernández, director ejecutivo de la Fundación Encuentros del Futuro que co-organiza el evento científico.

"Sin embargo, este año particularmente nos sorprendió ya que hubo charlas que tenían disponible más de 400 o 500 asientos y se agotaron en 17 minutos. Particularmente la de Richard Dawkins, una de las principales figuras que traemos este año", añadió Fernández, aludiendo a la exposición del reconocido biólogo evolucionista, que tomará lugar en el panel 8 del ex Congreso Nacional, el martes 15 de enero.

Para el viernes sólo restaba una veintena de entradas para el panel 32, que abordará un conversatorio político, la tarde del 18 de enero; y unas 130 disponibles el domingo 20 para atender a la tercera versión de "Futuristas": evento científico dedicado a niños y niñas de entre 7 y 12 años.

Gonzalo Padilla Fernández

Biólogo Marino

Director de

Fundación Chile 2100