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Estudiantes de Terapia Ocupacional realizaron operativo de órtesis

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Hace más de tres años que la Universidad Santo Tomas en su sede de Concepción, a través de la carrera de Terapia Ocupacional, realiza un Operativo de Órtesis en el Centro de Salud Familiar de Hualpencillo.

Este año, en una nueva versión de la iniciativa, participaron más de 30 estudiantes, quienes con su dedicación y trabajo contribuyeron a mejorar la calidad de vida de 20 personas que se vieron beneficiadas con la entrega gratuita de la órtesis, también conocidas como férulas.

BENEFICIAR A LA

POBLACIÓN

Y es que según explica José Graffigna, terapeuta ocupacional y docente de la carrera en la casa de estudios, esta actividad tiene un evidente objetivo de aprendizaje, al buscar poner en práctica los conocimientos en cuanto al diseño y creación de los dispositivos y dar atención real a los pacientes, pero también de servicio, pues busca dar la posibilidad a adultos y adultos mayores de que obtengan dispositivos que les permitan reemplazar alguna función del cuerpo, según necesite cada paciente.

Es desde este punto que el académico manifiesta que con esta acción, como uno de los desafíos de la iniciativa, quieren "cubrir una brecha en cuanto a la confección de dispositivos que cuenten con el material y las especificaciones técnicas necesarias que requiere el paciente, y que muchas veces no tienen los dispositivos tradicionales".

Por otro lado, un aspecto que destaca del desarrollo del operativo de este año, es que también le permitió a los estudiantes conocer las necesidades de los usuarios de la Región del Biobío y evaluar las diferentes patologías presentes en la comunidad. "La gran mayoría de las personas que hemos atendido tienen secuelas de enfermedades cerebrovascular, enfermedades degenerativas como la artritis, lesiones neurológicas periféricas o fibromialgia. Generalmente, cuando se está en presencia de dolor o alguna falla funcional y ser diagnosticado por un profesional lo ideal es usar una órtesis de acuerdo al requerimiento anatómico para descansar e inmovilizar el tejido lesionado", explica Graffigna.

Desde allí, la estudiante de cuarto año de la carrera, Madeleine Opazo, manifiesta su satisfacción por haber podido ser parte de la experiencia y aportar, pues sabe que a través de la entrega de la órtesis, están ayudando a que las personas que lo necesitan, y que no siempre tienen la oportunidad y acceso, incremente su nivel de independencia y mantiene la funcionalidad de sus extremidades, evitando mayor retracción de la que ya podría presentar.

Fibrilación Auricular y cientos de latidos que afectan la salud

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Un corazón sano, funcionando con normalidad, late entre 60 y 100 veces por minuto. Un número muy distinto a los cientos, 400 y hasta 600, que causa el cuadro de Fibrilación Auricular (FA) una condición que se caracteriza por generar una arritmia o alteración del ritmo cardiaco y que se estima que afectaría a 2% de la población mundial, especialmente del grupo de los adultos mayores.

Así lo afirma la doctora Marianella Seguel, cardióloga y electrofisióloga, precisando que "es una arritmia que ocurre frecuentemente en pacientes de 65 a 70 años, y va aumentando su incidencia progresivamente a mayor edad", y dice que 1 de cada 4 personas mayores de 80 años presentará FA.

A lo anterior, la especialista de Clínica Las Condes y el Instituto Nacional del Tórax, y profesora agregada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, añade que esta patología también está asociada a factores de riesgo cardiovascular como son la diabetes e hipertensión, así como también lo son el haber sufrido un infarto, las insuficiencias cardiacas o la patología coronarias, entre otras afecciones al corazón. Eso sí, la profesional aclara que si bien el escenario relacionado con la edad y factores de riesgo cardiovascular es el principal, "hay un grupo de pacientes más jóvenes, con un corazón estructuralmente sano, que también pueden tener esta arritmia".

LO MÁS GRAVE

Pero, ¿en qué consiste esta alteración del ritmo cardiaco? Seguel explica que tiene que ver con la contracción muy rápida de la aurícula, que es la fibrilación, se generan muchísimos latidos, que son desorganizados y provocan un ritmo cardiaco irregular. "El mayor problema de esto, además de la frecuencia cardiaca alta, es la formación de coágulos dentro de la aurícula", sostiene.

Está justamente en lo anterior lo más preocupante, pues cuando se forman coágulos en el corazón, dice la cardióloga, "pueden desprenderse del corazón y desde el ventrículo izquierdo salir hacia la arteria aorta y dirigirse a cualquier órgano, como el corazón mismo, riñón o cerebro, provocando una embolia", mencionando que una de las consecuencias es que se produzca un accidente cerebrovascular (ACV) embólico, la que en su opinión es la consecuencia más grave.

"Por un lado, el ACV produce mortalidad, los pacientes se mueren por su causa, pero también produce mucho daño, ya que el paciente puede no morir, pero sí quedar muy secuelado. Dependiendo la zona cerebral afectada, las personas quedan con hemiplejias, sin poder hablar o postrados. A veces, pacientes jóvenes, de 60 o 70 años, que son muy activos quedan sin poder hacer una vida normal. Entonces, es un gran problema personal, familiar y finalmente para toda la sociedad", manifiesta.

De hecho, según la Organización Mundial de la Salud, en el mundo cada año 15 millones de personas sufren un ACV, de las cuales 5 millones fallecen y 5 quedan en permanente situación de discapacidad. En Chile, el Ministerio de Salud establece que esta afección mata a una persona cada hora y lidera como causa de muerte, es la segunda causa de mortalidad prematura (personas entre 30 y 69 años) y la primera causa específica de años saludables perdidos por discapacidad. Además, de los dos tipos de ACV que hay, el más común es el isquémico y en éste se enmarcan los embólicos, plantea Seguel.

DETECTAR Y TRATAR

Por lo expuesto es evidente lo importante que es evitar los factores de riesgo asociados a la FA para su prevención y/o detectarla a tiempo. Al respecto, la especialista detalla que "la FA puede manifestarse de distintas formas. Una es que el paciente siente las palpitaciones del corazón que comienza a latir muy rápido y de forma irregular; a veces no siente palpitaciones, pero nota que en una semana o dos ha disminuido su capacidad funcional, por ejemplo, si hace un mes podía subir escaleras, ahora siente que se cansa cuando sube un piso o al caminar una cuadra. Otros pacientes comienzan con dolor al pecho con mínimos esfuerzos (angina de pecho) que no tenían antes, y para algunos el primer síntoma puede ser el ACV".

Y también es importante saber que el manejo adecuado puede evitar las consecuencias, existiendo distintas formas de tratar la FA, y muchas con positivos resultados.

Seguel menciona que existe un procedimiento llamado ablación, de tipo curativo, pero está indicado en los pacientes más jóvenes que presentan la arritmia, con un corazón sano y sin otras patologías asociadas.

Por otro lado, están los paliativos, con terapias farmacológicas para controlar la arritmia y enlentecer el ritmo cardiaco, y otros antiarrítmicos que se usan para evitar que los pacientes recaigan en fibriliación tras haber sufrido un evento, cuenta.

Por último, la cardióloga recalca que "para los pacientes que ya tienen arritmias recurrentes o una arritmia crónica, el tratamiento anticoagulante es una parte importante, pues está indicado para prevenir la formación de coágulos", y así que se produzca una embolia y las nefastas consecuencias que podría tener.

Vocación profesional

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"Y tú, ¿qué quieres estudiar?". Es la tortuosa pregunta a la que son sometidos los alumnos que año a año rinden la Prueba de Selección Universitaria (PSU). En muchas ocasiones la respuesta es algo así como "no sé, dependerá del puntaje... ahí veré para qué me alcanza…". En ese caso, la pregunta tendría que ser reformulada a: "Y tú, ¿qué podrías estudiar?", ya que muchas veces se necesita un puntaje mínimo para poder acceder a una carrera.

Sin embargo, cuando el asunto se reduce sólo a puntajes y rankings, hay un aspecto importante que se deja de lado y se hace necesario retroceder varios peldaños para tener una visión panorámica del proceso. Hay que ver un mundo de oportunidades en lugar de un mundo de restricciones.

Hace un tiempo, una amiga me comentó que recordaba con entusiasmo los tres o cuatro meses que transcurrieron desde que egresó de cuarto medio hasta el ingreso a la universidad… fue un verano lleno de expectativas, maduración interior y apertura a nuevos desafíos. Y es que más allá de lo que "permita" el puntaje hay que determinar y evaluar qué se quiere hacer con la propia vida.

Me parece que, a la hora de decidir, hay dos aspectos importantes a considerar: En primer lugar, es fundamental que la persona se conozca a sí misma, lo que se logra tomando contacto con el mundo real, que va más allá de las relaciones que se establezcan a través del mundo virtual (internet). Es clave tener actividades variadas, protagonizar proyectos, conocer la naturaleza "in situ". Así se van descubriendo los propios talentos y gustos y se es capaz, en ocasiones, de elegir una carrera técnica o artística, por verdadera vocación, incluso haciendo caso omiso del "qué dirán" o de la falsa cultura del exitismo que intenta imponer una victoria a base de logros económicos.

-¿Qué quieres ser cuando grande?

-¡Bombero!

-Y ¿por qué?

-Porque quiero ayudar a la gente.

En definitiva, la anhelada autorrealización se encuentra al enfrentar la realidad y al fomentar el noble ideal de aportar a la humanidad.

profesora del

Programa de

Ética, Duoc UC Concepción