Guitarrista Edgardo Sánchez es figura estelar en ciclo de "Jazz, vinos & blues"
Una carrera no menor, de tres décadas, es la que tiene el guitarrista penquista Edgardo Sánchez en los surcos del jazz.
Y aunque su nombre fue parte de aquellos nombres que le dieron acordes a programas televisivos como "Talento chileno", "Yo soy" y "El mejor de Chile", hasta el 2012, cuando el medio reorientó su giro programático, lo de este músico local de 59 años se enfoca en los sonidos sincopados.
Es lo que, justamente, mostrará mañana, a partir de las 20 horas, en la última sesión del ciclo "Jazz, vinos & blues" correspondiente a este 2018. "No es la primera vez que estoy, debe ser la segunda o tercera", dice quien todavía recuerda aquellas primeras aventuras del evento artístico en el Hotel El Dorado hacia el 2007, año de inicio de estas "noches".
Sin embargo, ésta es la primera vez que Sánchez aparece encabezando el cartel de un show, o sea, lo hace en calidad de estelar.
En el escenario de Marina Club Discotheque estará acompañado por el cuarteto compuesto por Alejandra Farías (batería), Ricardo Navarrete en piano, Alejandro Neira en bajo y José Herrera en saxo.
Son los nombres que están con Sánchez hace un año, y que siente muy afiatados. "Haremos una fusión de jazz, rock, funk, pero también algunos temas acústicos, por lo menos tres", señala el guitarrista, agregando que para la reunión producida por Mario Soto interpretarán 12 temas. "Originales, todos de este último tiempo, digamos entre los años 2014 y 2018", apunta Sánchez, quien llegó a la guitarra gracias a un tío, cuando sólo tenía 9 años.
Un detalle que para el músico es muy importante, lo de la autoría de las obras, implica sus deseos de que el público que asista mañana al recinto del casino acoja bien sus creaciones.
"Es lo que uno espera (...) En general, muchos músicos tocan temas conocidos -de otros y reconocidos compositores- para empatizar con la gente", comenta.
- Pero sabes, lo mío se acerca mucho a eso, porque la mayoría de los temas están creados bajo los espejos del jazz standard, por lo tanto, trabajados con melodías muy recordables.
- Tocar en este ciclo es muy importante, pensando que han habido músicos, locales, nacionales y extranjeros, de gran calidad ahí. Por lo mismo, estoy muy contento de ser parte, como artista local es sentirse en la casa.
- Siento que hay harta gente con mucho talento, muchos jóvenes que están apareciendo, y eso es muy importante para que la propia escena se pueda nutrir. Ahora, lo que yo les diría es apuntar más a la originalidad, que hagan temas propios, que se atrevan con eso. Siempre será bienvenida la originalidad de donde sea, lo cual es algo esencial para los músicos.
- Respecto a eso, el trabajo que quiero hacer el próximo año es editar unos cuatro álbumes (con producción de Gálvez, con quien trabaja desde 2005).
- Desde 2010 a la fecha he compuesto casi 50 temas. Hay de todo, por supuesto, con una raíz fuerte en las armonías del jazz. Pero la diversidad rítmica es más amplia que la que tenía antes. Puedes encontrar matices del flamenco, cueca y cosas brasileñas, en la línea de Airto Moreira (...) No es como bossa nova ni samba, sino como funk carioca. Pero sacar estos cuatro discos será prioridad.