Luchando contra factores como la altura y la presión de un desbordado público local, la selección de handball femenina se colgó una merecida medalla de bronce en el Sudamericano Escolar que se disputa en Arequipa (Perú) tras vencer ayer en una infartante definición al local por 18-13.

La escuadra, representada por el Colegio Alemán de Los Angeles, disputó una competencia bajo modalidad todos contra todos y luego de inclinarse en el debut ante Paraguay (19-22), se impuso a Brasil (19-11) y cayó ante Uruguay (22-17) antes de la definición por el tercer lugar.

El técnico del equipo, Raúl Neira, hizo un análisis de lo que fue la actuación del equipo: "Finalizamos este Sudamericano con un importante triunfo sobre Perú. Fue difícil, porque tuvimos que jugar sobre los 2 mil metros del altura, algo duro para las niñas, que sintieron los efectos y pasaron una mala noche, con náuseas, fiebre y vómitos".

Tanta fue la dificultad que en el entretiempo Chile se fue a camarines con una ajustada diferencia de dos goles y un agotado equipo. "Tuvimos que oxigenar a tres de nuestras niñitas porque no podían respirar. Y lógicamente, con el apoyo de su público, Perú se hizo fuerte", recuerda.

Sin embargo, Chile batalló hasta el final para quedarse con la victoria. "Nos costó despegarnos, pero finalmente nos quedamos con esta medalla de bronce y sacando un buen margen de goles sobre ellas. Ahora, como equipo, quedamos un poco disconformes con los primeros partidos. Creo que estábamos al mismo nivel de Uruguay y Paraguay (finalistas del torneo) como para tener opciones de llegar a la final, pero en general tranquilos porque recién es nuestro primer Sudamericano", añade.

De hecho, Neira ya se ilusiona para el próximo año en el Sudamericano Escolar. "Este fue nuestro primer Sudamericano y si nos va bien nuevamente en la fase comunal, provincial, regional y nacional, podríamos volver con más experiencia al próximo. De hecho, si Dios quiere, si todo sale bien y volvemos, se repetirían siete chicas de este equipo, con más experiencia y un bronce en el cuello".