Empresa marca hito al invertir en un Fondo de Impacto Social
Un verdadero hito para el mercado de las inversiones de las empresas privadas es la incorporación de la aseguradora Confuturo al Fondo de Impacto Socials (FIS) Ameris 2.0, un fondo de inversión privado que, además de ofrecer un piso de retorno financiero, busca generar resultados sociales y medioambientales en la comunidad.
El primer fondo de inversión social que lanzó Ameris Capital, fue el "FIS", que invirtió entre los años 2010 y 2016 en 7 proyectos que hoy generan impacto socioambiental cuantificable y rentabilidad financiera, beneficiando directamente a más de 11.000 personas. Tras sus buenos resultados, en junio de 2017 se lanzó "FIS 2.0", fondo que recibió el apoyo de Corfo para su operación.
modalidad emergente
Aunque en nuestro país es todavía una modalidad emergente, la inversión de impacto mueve más de US$228 mil millones en activos en el mundo de acuerdo a Global Impact Investing Network y ofrece un modelo de negocios social sustentable.
Las inversiones de impacto son directas, incluyendo aquellas que se hacen en empresas, instituciones o fondos, hechas con la intención de generar un impacto social o ambiental positivo, además de generar rentabilidad financiera.
Así este FIS 2.0 prevé invertir en 10 proyectos socioambientales, apoyándolos con inversiones desde US$500.000 a cada uno. Las condiciones son llevar al menos dos años de ventas y estar orientados a resolver un problema social y/o ambiental. También cuenta con mecanismos de pre-inversión para proyectos en etapas más tempranas de US$50.000. Ambos fondos apoyan los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y están medidos bajo el Global Impact Investing Rating System (GIIRS).
Rol privado
"Estamos convencidos que es clave el rol del sector privado para abordar desafíos país en materia de desarrollo. Por eso desde el mundo financiero, trabajamos día a día para construir un Chile con futuro, invirtiendo de manera certera y responsable, con una mirada de generar finanzas sostenibles. Este es un ejemplo concreto de inversión de Impacto Social", sostuvo Christian Abello, gerente general de la Compañía de Seguros Confuturo.
desafío pais
María José Montero, socia de Ameris y gerente del FIS, destacó que la incorporación de la aseguradora es una señal potente para el mercado de capitales chileno.
"Hasta ahora, la inversión de impacto había sido impulsada principalmente por inversionistas particulares, que buscan un retorno social y ambiental, además del financiero. El hecho de sumar empresas es una excelente noticia, porque el desarrollo de esta industria requiere de la participación de inversionistas institucionales, como ocurre en los países más desarrollados. Por los beneficios sociales y ambientales asociados al crecimiento de esta industria, este tema debiera plantearse como un desafío país", afirmó.
Asimismo, Jorge Espinoza, gerente de Inversiones de la Aseguradora.La ejecutiva agrega que "lo que une a aquellos que operan en la industria de la inversión de impacto, es la convicción de que las inversiones creativas pueden jugar un papel crucial en solucionar y dar una dirección correcta a retos sociales y ambientales. Por eso nuestra incorporación nos tiene felices y esperamos que se sumen muchas más empresas a este tipo de inversiones. Esto no es filantropía, es inversión con retornos financieros esperados, la diferencia es que son en proyectos de impacto social para Chile".
Inversión, no caridad
En esa misma línea, el director Ejecutivo de la Fundación Tierra de Esperanza, Pedro Canales Contreras, afirma que los Fondos de Inversión Social son una muy buena herramienta financiera para promover el desarrollo.
"Estamos hablando de desarrollo e inversión social, no de caridad, y que por lo demás están asociados a los objetivos del pacto global por el desarrollo sostenible (ODS) que impulsa Naciones Unidas".
Para Fundación Tierra de Esperanza esto también es una esperanza para fortalecer el trabajo que hoy hacemos para la niñez y adolescencia.
"Financieramente, el Estado no da sustento para lo que hoy prioritariamente necesita la infancia. Esto es una apuesta real para el desarrollo del capital humano que está presente en los niños, niñas y jóvenes. Hacemos una invitación a que más empresas se sumen a iniciativas como esta, un modelo que ha funcionado muy bien en otros países. Necesitamos esta sinergia para invertir en prevención del maltrato infantil, educación, salud mental, superación del consumo de drogas y de la pobreza".
En la actualidad, Tierra de Esperanza atiende a más de cinco mil niños, niñas y jóvenes a través de sus más de 90 programas ubicados desde Iquique a Puerto Montt. Recibe financiamiento privado y público, siendo este último el de mayor envergadura, principalmente, del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), el Servicio Nacional de Menores (Sename), el Ministerio de Educación y el Ministerio de Desarrollo Social