El artista que a través del cuerpo interpela la realidad y el poder
Una figura clave en la performance a nivel local es Guillermo Moscoso. Desde los 90 muestra una producción visual estrechamente vinculada al acontecer político y social, comenzando desde la visibilización de la epidemia del VIH/Sida, para posteriormente indagar en temáticas sociales sumando acciones performáticas instaladas en el espacio público.
En 2016, el artista realizó junto a la periodista y curadora Carolina Lara la exposición "Cuerpo, memoria y activismo" en la Pinacoteca UdeC, la cual tuvo más de 5 mil visitas y una nutrida agenda de mediación cultural.
La muestra fue producto de una revisión de 20 años de producción, a través de archivos de prensa, registros de performance, fotografías, videos y documentos, dando cuenta de una obra que busca activar en la sociedad temáticas silenciadas e invisibilizadas por las instituciones de poder.
Este año, con el apoyo del ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, la muestra realiza una itinerancia por Biobío y Ñuble, con una curaduría que destaca las temáticas políticas y territoriales.
En septiembre estuvo en Los Ángeles, octubre en Chillán y hasta el 30 de noviembre estará en el centro Cultural Tomé.
La exposición incluye los primeros grabados y las últimas ilustraciones, así como instalaciones sobre el tema VIH/Sida.
También fotografías y videos sobre performances que visibilizan problemas de biopolítica y vínculos con el territorio, apuntando a los derechos humanos, medioambiente y de diversidad sexual, con una mirada crítica.
ACTIVAR LA REFLEXIÓN
Tensionar los contextos sociales a través del arte se tornó un mecanismo de producción para Moscoso, que en esta itinerancia presenta un programa de mediación. Éste ha incluido visitas guiadas, la exhibición de un microdocumental sobre su trayectoria y una performance que indaga sobre cada uno de los lugares de la itinerancia, generando siempre el diálogo con las y los asistentes.
"Revisar una producción que abarca años de reflexiones en torno a diversos temas que están en crisis en nuestra sociedad es sin duda un gran desafío", señala Moscoso, quien agrega al ser realizadas en distintos tiempos le ha permitido verlas críticamente con sus aciertos y desaciertos.
"Esto gracias al ejercicio curatorial que siempre fue dialogante y conllevó a reordenar las obras y sus contenidos sin la rigidez de una cronología. Los cuestionamientos que he abordado a través de diversos formatos, cruzados por el cuerpo como herramienta política, han sido atemporales y siguen vigentes en la actualidad, interpelando la realidad, a las personas, al poder", enfatiza.
- Primero es la percepción que tengo en relación a experiencias anteriores, luego me reconecto con los espacios en cada recorrido, lo que me permite observar, capturar cosas o situaciones que llaman mi atención, ya sea a través de mi bitácora o cámara. Las conversaciones con las personas son fundamentales, para la construcción de relatos, que a veces abordo en las performances realizadas o por hacer, donde las actividades de mediación y relación con los espacios de exposición dan cuenta de una realidad.
- En general, una muy buena recepción de quienes han asistido y seguido nuestra programación. Han sido personas participativas en generar diálogos, debates y reflexiones en torno a los contenidos, y cómo estos repercuten en la realidad local a través de sus experiencias. Independiente si guste o no, es uno de los objetivos en mi obra activar reflexiones, incluso desde el rechazo.