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Universidad, ecosistema y territorio: el futuro ya está acá

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Hace pocos días, el prestigioso ranking QS, que evalúa a nivel global la calidad de las universidades entregó su evaluación 2018-2019, situando a la Universidad de Concepción (UdeC) en el lugar 14 entre las mejor evaluadas de América Latina.

Revisando el listado de las Top-15 en este continente, podemos constatar que solo tres universidades están situadas en áreas metropolitanas intermedias en términos de población: el Tecnológico de Monterrey, y las Universidades de Curitiba y de Concepción. Considerando sus habitantes, podemos afirmar que de entre las 15 "grandes" en América Latina, la UdeC localiza su campus matriz en la metrópolis más pequeña poblacionalmente hablando, y más remota, en términos geográficos: todo un mérito.

Más allá de lo anecdótico de la estadística, esta singularidad plantea un desafío mayor en una época de profundos cambios, donde la capacidad de retención y atracción de talento, así como la calidad y dinamismo del ecosistema local de innovación y emprendimiento resultan factores determinantes a la hora de evaluar la prosperidad de las ciudades. Las regiones de Biobío y Ñuble han profundizado rezagos competitivos y de crecimiento económico con relación al promedio nacional, pero no hemos alcanzado aún suficiente fuerza en sectores dinámicos basados en tecnología y modelos sofisticados de negocios, o en áreas de servicios altamente especializadas. Esto condiciona el dinamismo del ecosistema local, y hace que buena parte del talento formado por esta y otras universidades del Gran Concepción, decida emigrar. La universidad percibe limitaciones en el ecosistema local, y la comunidad legítimamente percibe a ésta algo autorreferente y no siempre en sintonía con las aspiraciones y desafíos más cercanos y apremiantes.

Una forma de romper esta frustración recíproca es acometer conjunta y deliberadamente, el fortalecimiento del ecosistema local de innovación y emprendimiento. Esto significa movilizar el tejido productivo regional hacia la economía del futuro, lo que en concreto se trata de: i. Atraer la localización de empresas dinámicas desde fuera de la región; ii. Facilitar el escalamiento de los emprendimientos regionales; y iii. Motivar a las grandes empresas a renovar vínculos para enfrentar desafíos como la revolución digital o la economía circular, que requieren la colaboración con capacidades científicas y tecnológicas presentes en nuestro ecosistema.

Uno de los principales atributos del Pacyt es su capacidad de atraer y catalizar decisiones de los tres segmentos empresariales antes mencionados. En definitiva, ser una poderosa ventana local hacia la economía del futuro, contribuyendo de paso a que Concepción refresque sus pergaminos de ciudad vibrante y abierta al talento, legítima heredera de los fundadores -a contrapelo de la burocracia santiaguina- de una de las universidades más importantes del continente. No desaprovechemos esta oportunidad.

Claudio Maggi

Director de

Desarrollo e

Innovación

UdeC