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Cierre de Albano: el fin de la industria zapatera penquista

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Una historia de vida y emprendimiento familiar de 43 años llega a su fin. Lo que empezó en un rinconcito muy estrecho en la casa de los Aravena Rivas, en Coronel, donde Osvaldo, el padre, fundador de la empresa y quien partiera como zapatero remendón que, a su vez, aprendió el oficio de su progenitor, levantó con bastante esfuerzo se esfuma.

Junto con ello se va también buena parte de la historia del calzado local que le dio prestigio nacional e internacional a Concepción por la calidad de sus productos, basados en el trabajo de cientos de obreros altamente especializados, testigos ya mayores de los tiempos de gloria de esta industria nacional.

Es que Calzados Albano, siendo la más joven de las tres emblemáticas fábricas locales simplemente no pudo con la competencia de calzado importado, particularmente invasiva de países asiáticos, tras la apertura del comercio internacional a inicio de los 80.

El año 1975 marca el inicio de esté emprendimiento que Osvaldo Aravena llevó lejos desde su natal Coronel. En ese año y un poco presionado por su esposa, Adelaida Rivas, la familia se trasladó a Concepción para que los tres hijos estudiaran. Fue así que abrió su primera fábrica en un galpón en Errázuriz 267, Aurora de Chile.

Ese mismo año también le puso nombre: se llamaría Calzados Albano. La razón fue la admiración que tenía por el cantante italiano Albano y porque era de Italia, donde se fabrican los mejores zapatos del mundo, recuerda hoy su hijo Cristián Aravena, gerente general de la empresa y a quien corresponde ahora poner la lápida al esfuerzo de su padre, hoy con 76 años, viudo hace uno, no podría soportar, relata mientras la mirada se pierde en el infinito y se inunda un poco. Vuelve entonces aun más atrás, y cuenta que su padre aprendió el oficio a los 15 años, mirando al abuelo que reparaba los zapatos de los mineros del carbón. "A él ocurrió agregar valor a su negocio y fabricar zapatos con suelas de neumáticos viejos, que cosía a mano. Eso hasta1962.

Por entonces, crea la marca Grisú Flex; por el gas grisú que se genera al interior de las minas de carbón, que a cientos se llevó al otro mundo, y Flex, por las plantas de goma ya más modernas. Fue su primera línea de zapatos, que vendía en las comunas mineras.

buenos años

Ya instalados en Concepción la pequeña fábrica se consolidaba teniendo como jefe y primer trabajador a Osvaldo y más adelante a Adelaida, quien sería la gestora comercial de las tiendas. Fueron buenos años favorecidos por la última bonanza de la industria del cuero y del calzado en Chile que se dio entre los 80 e inicios de los 2000. Eso se aprovechó e incluso se pudo sortear con cierto éxito la crisis del 81.

Había entonces unas 12 curtiembres en Chile, varias grandes fábricas y miles de pequeños talleres, lo que generó una masa de trabajadores altamente especializados. "Concepción era el segundo polo del calzado en Chile después de Santiago y Albano pasó a ser las tercera fábrica más importante, después de Gacel, que era solo calzado de vestir de mujer y de Caprice, la más antigua y que hacía también zapatos de mujer".

Ellos vieron allí un espacio y se enfocaron en zapato de hombre y niño, donde tenían más espertiz. Más adelante, incorporaron el calzado escolar y el de mujer.

Como una forma de devolver la mano a su natal comuna en 1998, Osvaldo Aravena abre una segunda fábrica, contratando a 50 ex mineros y creó la marca de zapatos de hombre "Black Rock". "Estuvimos allá 4 años y se cerró por que las condiciones logísticas y de venta simplemente no daban", dice el hijo. Esos trabajadores se trajeron a la fábrica de Concepción, donde en su época más boyante, llegaron a emplear a 350 personas.

Recuerda también que Gacel fue la única marca internacional conocida en Europa y eso de algún modo abrió las puertas al resto de la industria nacional, aunque no llegaron a compartir su éxito.

días de bonanza

sui generis

"muerte"

Cristián Aravena recuerda que todos los que estaban en este negocio sabían que al abrir Chile sus puertas al comercio internacional, la industria nacional tenía sus días contados.

"Creo que el gobierno de la época y los posteriores debieron haber protegido mejor a su industria lo mismo que a la textil, sectores que con la llegada de los asiáticos iniciaron su camino a la extinción".

Hoy Chile se caracteriza por ser un país donde más zapatos se consumen. Hay un amplio rango de precios, pero los más altos son del producto nacional. Se importan alrededor de 120 millones de pares de zapatos para una población de 17 millones. Mientras que la producción nacional alcanza a los 700 mil pares, recalca Aravena.

Pero ni con todo la fábrica logró levantarse. Las ventas cayeron entre 40 y 45% en promedio, lo que se agudizó estos dos últimos años, a pesar de la pasión que él y su hermana Jessica, contador auditor, pusieron en sacarla adelante. "Si es que yo, desde chico, llegaba todos los días del colegio y hacía mis tareas en la fábrica", dice con tristeza este ingeniero comercial.

lo que viene

Por lo pronto, Calzados Albano seguirá con sus 8 tiendas, las cinco de Concepción y las otras de Temuco, Pucón y Villarrica, aunque no sabe si en el corto a mediano plazo se mantendrán.

"Hoy estamos esperando que la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento designe a la brevedad un liquidador de la fábrica que está a puertas cerradas, y poder responder a nuestros compromisos donde, tal como lo determina la ley, los primeros acreedores son los trabajadores. Nosotros no vamos a quedar con un solo peso después de que se liquiden los bienes de la fábrica", sostuvo Cristián Aravena.

El 30% de los sueldos de octubre están pagados y este lunes o martes se terminan de pagar las imposiciones de los 150 trabajadores que había al cese.

Aravena señala que no hay deuda con la banca, "pero operacionalmente no se generaba caja hace varios meses por las bajas ventas. Son $100 millones en la pura planilla de sueldos por mes y otros $40 de costos fijos. Sé que la gente está preocupada, pero ellos sabían hace más de un mes que la fábrica estaba mal. Llegaban a trabajar y no había qué hacer". Asegura.

La edad promedio de estos trabajadores es de 56 años y no saben hacer otra cosa que zapatos.

Índice de precios de productor industrias se expandió 3,0%

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El Índice de Precios de Productor (IPP) de Industrias (agregación de los sectores minería, manufactura y electricidad, gas y agua) presentó un aumento interanual de 3,0% en octubre, acumulando 1,5% al décimo mes del año, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas, (INE).

El sector que más influyó positivamente en la variación a doce meses del índice fue industria manufacturera, con un alza de 6,7% y una incidencia de 2,570 puntos porcentuales.

Minería registró un incremento de 1,4% respecto a igual mes del año anterior y contribuyó con 0,703 puntos porcentuales, en tanto que distribución de electricidad, gas y agua disminuyó 2,2%, con una incidencia de -0,267 puntos porcentuales.

Carbonato de litio fue el producto que aportó la mayor incidencia positiva en la variación interanual del índice. Le siguieron en importancia los productos celulosa de madera no conífera blanqueada y hierro (15,8%), este último con una incidencia de 0,170 puntos porcentuales.

El IPP analítico de industrias sin cobre creció 6,6% a doce meses y acumuló 4,9% en lo que va del año.

El Índice de Precios de Productor Industria Manufacturera (IPPMan) se incrementó 6,7% respecto del mismo mes del año anterior y acumuló 5,3% a octubre de 2018. A doce meses, de las 47 clases que componen la canasta del IPPMan, 38 fueron al alza, ocho presentaron descensos y una registró nula variación a un dígito en sus precios. Las clases que destacaron por su incidencia positiva en la variación interanual del índice fueron fabricación de pasta de madera, papel y cartón (23,3%); elaboración y conservación de pescado, crustáceos y moluscos (14,3%), y fabricación de sustancias químicas básicas (22,4%), las que en conjunto contribuyeron con 2,824 puntos porcentuales.

Los productos con mayor incidencia positiva en términos interanuales fueron celulosa de madera no conífera blanqueada*, celulosa de madera conífera blanqueada; incluye pulpa cruda* y material de publicidad comercial, catálogos comerciales y artículos similares (46,9%), los que en conjunto aportaron 1,876 puntos porcentuales.