Más de 20 recicladores base de la Región del Biobío, de los 130 que están registrados en la plataforma del Ministerio de Medio Ambiente, se encuentran en proceso para certificar sus competencias laborales para ser gestores de residuos, en el marco de la Ley de Fomento al Reciclaje.
Este es uno de los primeros pasos que se están cumpliendo para avanzar y aplicar la normativa que obliga a las empresas productoras o importadoras de seis "productos prioritarios", a hacerse cargo de ellos una vez que terminan su vida útil. Esta labor se desarrollará de manera gradual en un plazo de cinco años, los que comenzaron en 2016, cuando se promulgó la normativa.
Dentro de los próximos meses deberían aplicarse las metas de recolección de neumáticos que hasta ayer estaban en consulta pública. Luego se deberían incluir los envases y embalajes, los aceites lubricantes, los aparatos eléctricos y electrónicos, las baterías y las pilas.
AUN NO HAY MERCADO
Pese al interés de los recicladores de comenzar a recuperar algunos de los productos prioritarios que considera la ley, se han enfrentado a que no hay empresas que compren estos materiales.
"Embalajes, que contempla la ley, como son el cartón, tetrapack se están yendo a la basura", sostuvo la presidenta de la Asociación Gremial de Recicladores de la Región del Biobío, Claudia Carrillo.
La secretaria de la entidad, Lissette Tarifeño, validó esta situación. Contó que desde el punto de acopio que tienen en Concepción están saliendo diariamente camiones a los rellenos sanitarios con productos que contempla la ley: "Los envases plásticos no los están comprando (…) Son bastantes los materiales que se pierden y que van a terminar a la basura".
Para Carrillo, esto ocurre porque la norma aún no obliga a las empresas a recuperar los productos prioritarios. "Si bien la ley se promulgó, aún se están ajustando los reglamentos, pero también pensamos que el empresariado está teniendo muy poco compromiso con la norma, porque ellos no tienen ningún apuro, porque no están las metas", expresó la presidenta de la Asociación Gremial de Recicladores Biobío.
Respecto a esta situación, el seremi de Medio Ambiente, Mario Delannays, planteó que "debemos tener claro que una vez que las metas estén listas, las empresas deberán hacerse cargo de los productos prioritarios que determina la ley, dentro de los cuales están los que trabajan los recicladores".
Actualmente, las empresas intermedias que compran estos productos para fines comerciales operan bajo la lógica de la oferta y la demanda.
PROYECTO
A lo anterior, los recicladores sumaron que el proyecto de "Transferencia Implementación Sistemas de Reciclaje Región del Biobío", que aprobó en junio el Consejo Regional, aún no comienza a desarrollarse en la zona. La iniciativa financiada por el Gobierno Regional permitirá instalar 197 punto limpios -de los cuales nueve serán móviles- y 23 galpones donde los recicladores podrán almacenar los residuos.
"Lo que más requieren los recicladores es la infraestructura. Si no tenemos lo que se requiere, se verá debilitado nuestro trabajo (…). Esperamos que se entreguen luego los recursos y que se ponga en marcha el proyecto", declaró Carrillo.
El seremi de Medio Ambiente expresó que el desarrollo de la iniciativa se ha demorado más de lo esperado, principalmente por temas administrativos, lo que ha imposibilitado la firma del convenio de transferencia de recursos.
No obstante, aclaró que aún están a tiempo por lo plazos que tienen de aplicación de la Ley de Fomento al Reciclaje: "Aún estamos a tiempo para que ambas iniciativas se complementen".
El proyecto considera una inversión de $3.095 millones y un periodo de ejecución de 30 meses.