Son los deportes que menos historia, en términos de resultados, registran para Biobío en los Juegos. Pese al cuestionado escenario que año a año deben afrontar como las disciplinas que pocos puntos aportan a la Región en el conteo final, los técnicos confían en que, en un futuro no lejano, el escenario pueda cambiar.

"Es segunda vez que cumplo como técnico (la otra fue en 2015) y mucho antes como deportista. Estar a cargo de la Región es una tremenda responsabilidad, más aún cuando los procesos son difíciles. Costó mucho armar este equipo, ya sea porque algunos judocas no pudieron venir y otros porque subieron a otras categorías", señala el técnico del Club Judo Concepción.

"Lo importante ahora es buscar el recambio. La mayoría de los chicos son nuevos y lo importante es que puedan adquirir experiencia. Esto debe planificarse a largo plazo", cierra el coach del equipo varones.

Edgardo Alvarez está a cargo del equipo masculino de natación. Tiene su propia escuela y arrienda la piscina de la Ymca. "Tengo 120 alumnos, de ellos cerca de 50 nadadores con más experiencia y sumando de a poco. Hace tres años empezamos a competir y ya hemos ido a Nacionales Escolares. Hemos ido mejorando las marcas al año en 7 y 8 segundos, así que estamos proyectados a dos años más. Queremos subir el nivel de la natación en la Región", apunta.

El equipo de básquetbol femenino y actual campeón de los Juegos no pudo meterse entre los mejores cuatro. La derrota ante Chubut en el debut y el tropiezo de ayer en la mañana frente a Los Lagos por 55-61 lo dejaron fuera de carrera. El objetivo del equipo de Marcelo Villagrán ahora es luchar por un quinto lugar que permita sumar en la general.

El vóleibol masculino sigue en racha: venció 3-0 a Aysén y 3-1 a La Pampa y se instaló en semifinales.

En el atletismo pasaron a las finales Tomás Molina (110 vallas), Florencia Ortigosa (200 mp) y Enzo Escalona (200 mp). Mario Muñoz fue 4° en bala y Catalina Bravo, 5° en bala.