Bandas locales marcaron nuevo sideshow de REC
Con una parrilla marcada por la presencia penquista y un incidente artístico, el sábado se llevó a cabo el sexto sideshow del festival REC, en La Tortuga en Talcahuano, ya con miras a la próxima versión del evento central.
Pensando en los más chicos, la compañía local La Otra Zapatilla dio el vamos a la jornada con la obra teatral "Un colibrí", puesta en escena que atrajo la presencia de familias en el público durante el evento, que cerró con Chancho en Piedra enfrentados a una audiencia multitudinaria.
La banda más joven abrió la tanda musical. Los penquistas Pasaje 8 llevan un año tocando, y no estuvo ausente su single "Soledad". "Estamos muy felices de que nos hayan invitado, me gusta que el REC y estos sideshows sean un espacio donde la música es lo crucial y que, por sobre, todo sea gratis", resumió Vicente Bravo, vocalista de la banda punk rock, que este mes grabará su primer álbum.
En el mismo estilo y frente a un público entusiasmado, Pegotes realizó un recorrido por sus 5 discos en 24 años de trayectoria, y con la experiencia de haber estado en el REC central.
"Como banda crecimos en Talcahuano y nos sentimos muy identificados con el puerto. Encontramos que fue lo más acertado hacer esto en un lugar emblemático", sostuvo Paulo Bravo, voz de la agrupación, que hizo disfrutar a los presentes.
JODELASE SIN SONIDO
Sumándose a las bandas penquistas, Jodelase estaba en la parrilla de La Tortuga, contando con un EP lanzado hace dos meses. "Soy de Talcahuano, de los cerros. Para mí tocar aquí y estar con la gente es genial", señaló el intérprete de "Como tú".
El show de la banda, sin embargo, se vio interrumpido en la tercera canción. Esto luego de hacer subir al escenario a manifestantes de Talcahuano, quienes hicieron un llamado a la defensa del territorio. Convocaron a una jornada el 15 de noviembre bajo la consigna "No más zonas de sacrificio" en todo el país.
"Son cosas que pasan, una lástima que por manifestar su opinión, la gente de Talcahuano reciba una censura, ya que nos quedaba más de la mitad del show. Llegó una persona detrás del escenario diciendo que cortaran todo, audio y música. Cuando hablamos con ellos nos dijeron que no, que era un malentendido y que siguiéramos tocando", resumió José Díaz, lo que ya no fue posible.
"Lo que se permitió, una vez ya arriba los manifestantes, era que estuvieran sólo durante la canción que estaban tocando, debido a que tenía que ver la letra, pero luego de eso se les dijo que bajaran. La gente del escenario pensó que se cortaba todo, para cuando se les dijo que debían seguir tocando ya tenían la batería desarmada", explicó Carolina Godoy, encargada de marketing de Sernatur, sobre lo que calificó de "un mal entendido".