"Una cosa es clara: si los países no invierten en infraestructura, no crecen. Es así que -por ejemplo- es necesario hacer un cálculo de demanda futura en transporte para efectos de ver los niveles de inversión que requiere Chile y el Biobío".
Esta es la apreciación del geógrafo chileno Felipe Ulloa, consultor internacional que actualmente vive en Estados Unidos y quien presentó un informe sobre la demanda en transporte (carreteras, puertos y aeropuertos) que necesita el país para los próximos años titulado "Estimación de la demanda de transporte utilizando el modelo de entrada-salida: Brasil, Chile, Ecuador y Nicaragua".
El experto comentó a este medio que hay distintos escenarios de crecimiento en los que se puede establecer las relaciones de brecha en la materia. En el caso del escenario previo a este año -en un periodo de desaceleración de la economía con tasas de crecimiento en torno al 3%, las brechas sectoriales se estimaban en un monto de US$ 200 mil millones, que se darían en un plazo de 15 años.
El consultor de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en todo caso, acotó que de acuerdo a datos requeridos entre el 2016 y 2030, que se basan también en la información sobre "Infraestructura Crítica para el Desarrollo" que elabora la Cámara Chilena de la Construcción, son de US$ 130 mil millones, tanto en inversión pública como privada.
COSAS DISTINTAS
Para el caso de la Región del Biobío, el ingeniero civil industrial destacó que desde varios puntos de vista es un territorio con un potencial interesante, pero que de acuerdo a su análisis carece de una planificación integral en cuanto a la logística de las ciudades, su interior y de la última milla, que son cosas distintas.
"Por ejemplo, yo puedo sacar mercancía de los puertos, pero eso después se debe ingresar a la ciudad. Y si ésta no tiene infraestructura o una red vial adecuada, se congestiona en forma constante. Concepción ha venido mostrando en los últimos 15 años un aumento de la congestión y en ese sentido los proyectos como soterrar la vía férrea, ampliar y mejorar el puente ferroviario, otorgar más accesibilidad a los puertos y la Ruta 160 son claves", destacó.
Por eso, planteó que la inversión en infraestructura es trascendente, por la cantidad de puertos existentes tanto público y privados, sobre todo por el desafío que viene con la construcción del proyecto Mapa de Arauco y la falta de conversación que existe en casi todas las regiones del país entre los distintos modos de transporte, como buses, trenes e incluso bicicletas, las cuales no pueden subir a una micro o máquina férrea.
Añadió que la idea de impulsar un sistema de metro para Concepción es adecuada, sobre todo porque es una tendencia mundial contar con una red asociada a buses o integrada, sin que compitan por el espacio.
Reiteró que es necesario que los países inviertan en infraestructura para crecer. Para el caso del Biobío, según el último informe de la Cchc, se necesitan casi US$ 14 mil millones para el periodo 2018-2027, aunque el profesional sumó que también se puede desagregar de acuerdo al PIB regional, donde cada una debería recibir el porcentaje que pesa según su aporte a ese ítem.
"Es decir, si entre tres regiones el aporte es de US$ 150 mil, y una entrega US$ 100 mil, y las otras dos US$ 25 mil cada una, para que su crecimiento se asegure se debería invertir del orden del 3% a 4% del producto de cada una", planteó.
LIMITACIONES
Ariel Yévenes, economista del Centro de Estudios Corbiobío, agregó que en el caso de la Región se observa que en términos de infraestructura hay importantes limitaciones que desembocan tanto en efectos importantes sobre la calidad de vida, como también en ineficiencias logísticas que afectan el desarrollo competitivo de la región.
En efecto, en el plano de las ciudades del Biobío, pese a algunos avances de importancia sostuvo que aún se registran deficiencias como se constata en la Provincia de Concepción y la conectividad que se requiere entre sus comunas, donde la situación de San Pedro de la Paz constituye en la actualidad el caso más relevado, lo que por cierto no excluye de este diagnóstico a las restantes que componen el territorio provincial.
Sumó que a su vez, se registran limitaciones de conectividad entre los territorios interiores, lo que afecta la competitividad de la industria, especialmente en lo que se refiere a vías que propicien un tránsito más eficiente de la producción hacia los puertos de salida. Y en un territorio con un carácter tan volcado a los flujos de comercio internacional como la Región, esto constituye un factor cardinal de competitividad.
"Por tanto, se demanda del desarrollo de proyectos de infraestructura de relevancia para el desarrollo regional, tanto en lo que a su aspecto económico productivo se refiere, como también, en lo que significa la calidad de vida y bienestar de los habitantes que componen el territorio".
Añadió que algunos proyectos relevantes dicen relación específicamente con los requerimientos logísticos de la Región, que potencien su vocación de punto de conexión con los flujos de comercio internacional "y en lo cual acelerar la gestación del puente industrial sobre el río Biobío es tan relevante como su adecuada conectividad con la zona de San Pedro de la Paz y la Ruta 160", detalló.
Yévenes complementó que se debe aspirar también al desarrollo de infraestructura vial de caminos secundarios y por cierto, el mejoramiento de un sistema de transporte ferroviario en complemento sinérgico con ello, en un sistema articulado con el fortalecimiento de la infraestructura portuaria.
En el fondo, se trata de todo un lineamiento que si bien por su envergadura ha de ser un desafío que se tienda a abordar en plazos más bien largos, demandan una tarea que debe comenzar a pensarse con relativa urgencia.