"Subsecretaría de Pesca avala los mitos sobre la pesca de arrastre"
La Subsecretaría de Pesca y Acuicultura inició un proceso de consultas a los distintos Consejos Zonales de Pesca a lo largo de todo el país con la intención de implementar lo que se denomina el "congelamiento de la huella de arrastre", medida administrativa que limita a la flota pesquera de arrastre de merluza y de crustáceos a su operación histórica y que se estima en el 2% de la zona ecónoma exclusiva del mar nacional.
En el caso de la Región del Biobío, el Consejo sesionó el martes 16 de octubre y se rechazó la propuesta del Gobierno por mayoría. Una de las principales empresas afectadas con esta medida es PacificBlu, compañía ubicada en Talcahuano que basa todo su proceso extractivo de merluza común con este tipo de mecanismo. Su gerente general, Marcel Moenne, manifiesta que con esta nueva medida "la Subsecretaría en lugar de defender con argumentos técnicos la actividad está implícitamente avalando todos los mitos y prejuicios que rondan a la pesca de arrastre".
- La huella de arrastre se utiliza internacionalmente cuando la pesca se realiza en lo que se denomina "ecosistemas marinos vulnerables", por ejemplo los arrecifes de coral donde la pesca de arrastre afecta negativamente el ecosistema y la idea es limitarla a sus lugares históricos donde en buenas palabras el "daño ya está hecho". Nuestra pesca de merluza se realiza en fondos de arena y fango, donde no produce daño al ecosistema y además cumple con los más altos estándares de sustentabilidad y buenas prácticas de pesca. Por eso esta medida no tiene justificación técnica y deja entrever que nuestra actividad no es sustentable, desconociendo los altos estándares que hemos logrado en materias de selectividad, mejoras en las redes y bajísimos niveles de fauna acompañante.
- Los argumentos fueron principalmente políticos referentes a la presión por eliminar la pesca de arrastre en Chile. Esto último lo podemos entender de algunas personas que desconozcan cómo funciona la pesca de arrastre en nuestro país, pero no de un organismo técnico como lo es la Subsecretaría de Pesca. Una medida tan compleja requiere un mínimo de sustento técnico que a juicio de los consejeros que votamos en contra no existe en lo mostrado por la Subsecretaría.
SIN ATRIBUCIONES
- Ese no es el punto de discusión. Además de la falta de argumentos técnicos, creemos que la Subsecretaría de Pesca no tiene las atribuciones legales para limitar las áreas de pesca autorizadas, ni a los pescadores industriales ni a los pescadores artesanales, salvo que se trate de proteger ecosistemas marinos vulnerables o por medidas de conservación transitorias, que no es el caso. El limitar áreas de pesca sin fundamento ni facultades legales creemos abre la puerta a que distintos grupos de presión pidan el día de mañana otras restricciones de áreas de pesca sin fundamento técnico y sólo por presiones políticas, generando un muy mal precedente para la propia Subsecretaría de Pesca.
- Efectivamente existe un gran nivel de desinformación en la comunidad y en las autoridades al respecto, hacemos la autocrítica como sector de no haber informado y desmentido información falsa por años y es algo que como empresa estamos tratando de remediar. La pesca de arrastre es la principal forma de pesca en el mundo y ningún país la ha prohibido salvo Venezuela. En Chile la pesca de arrastre está muy bien regulada, los barcos tienen sistema de vigilancia satelital, observadores científicos a bordo, certificación de los desembarques y prontamente tendrán cámaras a bordo con fines de fiscalización.
- Por supuesto, con esta nueva ley se creó el Comité de Manejo de la merluza, con participación mayoritaria de representantes artesanales, representantes industriales y de la propia Subsecretaria de Pesca, el que opera por consenso. Ahí se aprobó el Plan de Manejo de la merluza y después de tres años de investigación y mejoras continuas se aprobó también el Plan de Reducción del Descarte y aplicación de buenas prácticas de pesca. Todo este trabajo público y participativo ha llevado a la flota industrial de la merluza común a operar con los más altos estándares mundiales en cuanto a reducción de la fauna acompañante y aprovechamiento del total de las capturas.
- Toda nuestra actividad se basa en la pesca de jibia y de merluza con arrastre y ambas están en riesgo de desaparecer producto de la discusión legislativa. Somos una empresa que sólo hacemos productos de consumo humano, tenemos una planta de valor agregado, comercializamos nuestros productos principalmente en Chile y tenemos un compromiso con la promoción del consumo de alimentos del mar en la población. Vemos con mucha preocupación que en la discusión legislativa no se estén considerando los elementos técnicos y no se valoren los esfuerzos y logros de las empresas que hacemos innovación, valor agregado y fomentamos el consumo de productos del mar en nuestro país.
- La tendencia mundial es avanzar hacia la certificación de las pesquerías y en Chile se avanza al cierre de zonas de pesca lo que atenta contra la futura seguridad alimentaria. En el caso de la huella el efecto en el mediano plazo puede verse influido por fenómenos como el cambio climático en donde los expertos adelantan cambios en el comportamiento de los recursos marinos y la regulación impuesta no permita a la industria adaptarse a esos cambios. En el caso de la jibia, el daño sería inmediato y enorme. Nuestros barcos pescan este recurso en casi cualquier condición de clima, lo que genera un abastecimiento estable, no sólo para alimentar las plantas en tierra, sino para cumplir nuestros compromisos comerciales con los clientes extranjeros, eso es muy valorado por los mercados. La pesca artesanal, por restricciones de clima pesca en promedio 5 días al mes y muy variable un mes con otro, lo que no permite programarse ni cumplir programas preestablecidos. Nuestros clientes están muy preocupados de lo que está pasando y no logran entender por qué como país queremos privarnos sin razón de utilizar el sistema de pesca moderno.
- Tenemos 1.100 trabajadores, la mitad depende de la jibia. En el caso de prohibirse la pesca industrial de jibia la mitad de los trabajadores de planta, o sea del orden de 500 personas, tendría como mejor opción trabajar "a la llamada" sólo los mismos 5 días al mes en que la flota artesanal pueda abastecer la planta. No tengo claro si nosotros como empresa seguiremos en la jibia ni si nuestros actuales trabajadores les interese un régimen de trabajo tan inestable. Lo que es claro es que el empleo sí se verá afectado y los pocos que permanezcan serán empleos precarios.
FALTA DE ACCIÓN
- Me parece evidente que el tema está presente, más que una acción concertada en contra veo una falta de acción o disposición para desmentir los ataques infundados y defender nuestra actividad con argumentos técnicos. Las investigaciones sobre posibles delitos están en manos de la justicia y no corresponde pronunciarse, pero eso no debería ser razón para que las autoridades, gobierno y parlamentarios, se sigan preocupando del bien común. Lo encuentro lamentable, nosotros nacimos como empresa el año 2014, después de aprobada la nueva Ley de Pesca y me duele ver que nuestros trabajadores son discriminados por algo que no les incumbe para nada. Las investigaciones judiciales en curso no deberían seguir siendo un freno para hacer y decir lo que es correcto y legislar y administrar el sector buscando el bien del país.
- El Gobierno ha señalado que recurrirá al Tribunal Constitucional y no tenemos por qué no creerle. Sin embargo, lamento que un proyecto de ley que no tiene ningún sustento técnico, que no beneficia a nadie y que es evidentemente inconstitucional haya llegado hasta esta instancia en su tramitación. Es un proyecto que se presentó el año 2014, en otras circunstancias y que la anterior Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados, después de escuchar a los interesados, se formó la convicción de que era una mala iniciativa y decidió dejar de tramitarlo por considerar que era inconstitucional. La iniciativa ha llegado de manera inexplicable muy lejos.