Los peligros del gas argentino
Hace ya casi un año se comenzó a hablar de la posibilidad de comenzar a recibir gas desde Argentina en Chile y hace poco supimos que esto se va a materializar. La noticia es recibida con alegría por muchos sectores, sin embargo, es inevitable recordar lo que nos pasó hace poco más de una década atrás con el país trasandino.
Si uno mira las políticas económicas de Argentina en el tiempo, nos podemos dar cuenta que el peso de la política en la toma de decisiones es mucho más fuerte que en nuestro país. Además, en general, no tienen problemas en no cumplir los compromisos y contratos adquiridos, especialmente cuando asumen gobiernos o presidentes mucho más populistas. Así, el gas en Argentina es un tema muy sensible y que se presta para ser utilizado políticamente.
Creo que el gobierno actual de nuestros vecinos está haciendo las cosas correctas en términos económicos, sin embargo, tengo dudas de si tendrá el tiempo suficiente para que la población se de cuenta de los sacrificios necesarios que deberán hacer para salir de la complicada situación por la que atraviesan. Es aquí donde podría complicarse el futuro para nosotros si ellos volvieran a elegir a gobernantes que retrocedan o equivoquen nuevamente el rumbo.
Por esto mismo, me preocupa, especialmente a nivel empresarial, terminar confiando en proveedores Argentinos para proporcionar suministros permanentes y los efectos que podría tener eso ante un caso similar a lo ocurrido cuando, literalmente, nos cortaron la llave del gas desde el otro lado de la cordillera. Si bien hoy tienen un superávit gracias al Shale gas, nada nos garantiza que en el futuro continúe la política energética del actual gobierno.
Quizás los cliente residenciales puedan verse muy beneficiados y ante un problema como el planteado, no tenga efectos tan potentes como podrían tener las empresas involucradas.
Ojalá esta posibilidad se fuera alejando, pero la historia nos indica que debemos tener un plan B, o al menos tomar los resguardos y determinar muy bien los contratos que vamos a firmar.
Carlos Smith
Académico del Centro de Estudios en Economía y Negocios de la FEN - UDD